Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA (EP/CP). La escritora Clara Sánchez ha afirmado este jueves que si hubiera "más amor en la contabilidad y más frialdad en la cama todo iría un poco mejor". La autora del Premio Planeta 'El cielo ha vuelto' ha revelado que le gusta que en sus novelas haya amor, al que ha preferido definir como "antiamor", y ha detallado que en ellas pone en cuestión "si la desconfianza nos debilita o nos hace más fuertes".

Así se ha pronunciado la escritora en declaraciones a los medios en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) con motivo de su participación en el ciclo de jornadas literarias de la Institució Alfons el Magnànim (IAM). Ha estado acompañada por la diputada de Cultura, María Jesús Puchalt, y el director de la IAM, Vicent Ribes-Iborra.

De este modo, Clara Sánchez ha expresado que ella "no" cree en el amor. "Eso que quede ya claro. A mí me encanta que mis personajes femeninos descubran que puede llegar un momento en que pueden vivir sin que alguien les esté diciendo que es una gran diosa y muy guapa", ha resaltado. Según ha indicado, en sus novelas refleja algo que le "preocupa" y es que "las mujeres hemos conseguido cierta independencia económica, porque trabajamos, independencia social, cada vez que nos expresamos de una manera más libre, pero todavía nos queda por conquistar la independencia sentimental".

A su juicio, las mujeres han "padecido mucho el síndrome Anna Karenina, de tener que vivir una gran pasión que a ser posible nos machaque, y entonces ya decimos que hemos vivido y tenemos algo que contar". Eso es precisamente lo que le ocurre a la protagonista de 'El cielo ha vuelto', Patricia, quien, al contrario que Anna Karenina, "decide no morir por amor".

Así, Patricia vive "una historia detectivesca, en el fondo una lucha por su liberación por la lucidez, por saber qué es realmente lo que le proporciona felicidad", ya que "a veces lo que nos proporciona felicidad no es lo que más daño nos hace, en contra de lo que se suele creer".

"LOS GRANDES PARTIDOS TIENEN QUE APRENDER LA LECCIÓN"

Preguntada sobre el vuelco electoral en los resultados de los comicios europeos y si va a reflejar la actualidad política en alguna de sus novelas, la escritora ha estimado: "Lo que ha pasado en estas últimas elecciones confirma algo que yo he estado diciendo todo este tiempo en mis novelas, en mis declaraciones y en mi actitud ante la vida, y es que la sociedad se está rebelando, tanto íntima como públicamente, hacia todo aquello que está vulnerando sus deseos, que está frenándola". Según Sánchez, la sociedad "se siente frenada, sin futuro, sin esperanza, sobre todo los jóvenes".

En esta línea, ha indicado que "en el fondo" se "esperaba" los resultados electorales, porque "hay descontento, la gente no está bien, quiere algo más, y ha pasado lo que tenía que pasar". "A partir de ahora los grandes partidos tienen que aprender la lección, aprender a ver qué es lo que la sociedad necesita e involucrarse más", ha advertido.

En este sentido, ha explicado que en su novela 'El cielo ha vuelto', a través del mundo de la moda y del conflicto personal de una chica, Patricia, que tiene que aprender a adueñarse de su vida, pone en cuestión la confianza y la desconfianza y "si la desconfianza nos debilita o nos hace más fuertes".

"DE LA CONFIANZA A LA DESCONFIANZA"

Así, ha revelado que, cuando escribía esta novela, se "sentía Patricia". "Y sentía que todos somos un poco Patricia, porque en esta sociedad en la que vivimos hemos pasado de la confianza, de delegar en los demás nuestros asuntos financieros, nuestra calidad de vida, nuestras aspiraciones, a la desconfianza total, a leer la letra pequeña de los bancos y del mundo", ha lamentado.

A este respecto, Clara Sánchez ha apuntado que "nos han sucedido una serie de cosas que nos han tocado el bolsillo y nos han tocado la moral que nos han hecho caer en la desconfianza" y, ante esto, "puede aumentar nuestro juicio crítico y nos puede hacer más exigentes, no tiene por qué ser algo malo, sino que puede que nos haga crecer y no delegar absolutamente en los demás aquellas cosas que nos conciernen personalmente y socialmente". "Lo que pasa es que a veces necesitamos que alguien nos quite la venda de los ojos, a nosotros se nos ha caído de repente", ha destacado.

"LEER ES PELIGROSO"

En cuanto a la irrupción de nuevas tecnologías en el mundo de la editorial, la autora ha valorado que la presencia del e-book es "todavía muy minoritaria en relación con las ventas de papel", por lo que no cree que sea "el enemigo del libro tradicional". "Yo creo que el enemigo es el 'smartphone' o el iPhone, porque yo antes iba en el metro y la gente iba leyendo el best-seller del momento y ahora todo el mundo va abducido por el móvil como si tuviésemos que tener una comunicación inmediata con quien sea y en cualquier momento de nuestras vidas".

"Yo creo --ha opinado de una manera "conspiranoica", ha admitido-- que hay por ahí unos individuos que siempre está urdiendo algo para que la gente no lea, porque leer es peligroso". Por ello ha animado a la juventud a leer, porque una novela "va a contar lo que nos cuentan los periódicos, ni siquiera el cine, porque en la literatura está lo mejor y lo peor del ser humano", ha destacado.