VALENCIA. Que una firma de mobiliario como Kartell tenga a su distribuidor exclusivo en Valencia es una de esas curiosidades no casuales que vincula al mundo del diseño con nuestra ciudad. La tienda en sí abrió hace un año en ese core del shopping que late entre las calles Sorni, Conde Altea, Jorge Juan y Cirilo Amorós. Situada precisamente en esta última, muy próxima al río y rodeada de otras tiendas que complementan su oferta, el showroom de esta prestigiosa firma internacional se abre desde hace unos días a toda España con una tienda online plagada de los conocidos productos made in Milano.
El mismo carácter que imprime el rótulo situado en la tienda ‘física' se muestra en esta web visual que enseña el producto de forma clara. El espacio incluye una wish list, los productos de Kartell divididos por diseñadores y precios y acompañado todo por un blog basado en la experiencia en torno al interiorismo y la aventura empresarial de Ángela Parejo, al frente de la empresa. "La tienda online era el paso definitivo para poder llegar a toda España con un envío sin costes y mejores precios que los que puede conseguir un usuario a través de las tiendas multimarca".
Y es que es cierto que los productos de Kartell están disponibles en otras tiendas de la ciudad de Valencia, aunque la flag store sí domina los pedidos dentro del área metropolitana. No obstante, su ámbito de trabajo ya era a nivel nacional: "el 40% de nuestras ventas corresponde al ‘contract' (el mueble para grandes espacios, tales como restaurantes u hoteles) y para su venta operamos en todo el país, negociando los precios con Italia y consiguiendo márgenes muy estrechos en favor del cliente final". De hecho, Ángela desarrolla las funciones comerciales con grandes y pequeñas cadenas de restauración y hotelería.
LA LUCIDEZ DEL PLÁSTICO
La manager de la marca en Valencia reconoce que Kartell ha conseguido a través del diseño y durante las últimas décadas desmontar la percepción sobre el plástico como un material menos noble que la madera. "De hecho, la ingeniería necesaria para poder fabricar una de nuestras piezas está bastante desarrollada", apunta. Piezas de Philippe Starck, Patricia Urquiola, Ferruccio Laviani o Eugeni Quillet se muestran en fichas y catálogos disponibles en el número 90 de Cirilo Amorós, en una apología de policarbonatos, propilenos y diseño.
La muestra de la vigencia de Kartell, con más de 60 años a sus espaldas (recogidos tanto en el libro editado por Taschen como en el museo de la marca en su ciudad natal), se encuentra en la próxima apertura de 40 tiendas en China. El público de clase medio-alta del gigante amarillo huye despavorido de una de las empresas que mayor número de imitaciones acumula en el mundo del mobiliario: "aun así, la verdad es que las copias tienen limitación en su oferta. Solo realizan piezas clásicas, muy reconocibles, pero poder realizar este tipo de proyectos de plástico solo les permite elegir un color por objeto y no muchos productos", apunta Ángela dando valor a la ingeniería y las matrices que hay detrás de la oferta Kartell.
UNA A UNA: LA VENTAJA EN LA VENTA DE PRODUCTOS SUELTOS
No obstante, una de las ventajas de esta tienda exclusiva de Kartell e España -la que se encuentra en Madrid pertenece a la casa italiana y está más vinculada a su presencia de marca en el país- es que se pueden realizar pedidos unitarios. Teniendo en cuenta que el rango de oferta va en el caso de las sillas desde los 70 hasta los 700 euros, las combinaciones o el hecho de poder regalar un objeto Kartell tiene más posibilidades que en la distribución multimarca. Y esto también ha sido trasladado a la tienda online.
Las ventas, sin embargo, nunca van asociadas por la marca a grandes descuentos. Las promociones llegan de forma indirecta a clientes a través del newsletter de la marca en el que los contenidos del blog -realizados y dirigidos por María Sánchez, la interiorista y responsable de atención al cliente de la web y de Kartell Valencia- guían en torno a la inspiración de espacios. "Cuando un cliente necesita una solución y sabe qué producto le gustaría que estuviese, pero no tiene un estudio de interiorismo, nosotras también le ofrecemos la posibilidad de conocer su proyecto y asesorarle", completa la otra mitad de Kartell en la ciudad.
En Valencia ambas reconocen que existe "una cultura del diseño" y que el único lastre para que la venta de la tienda no sea el principal motor del negocio corresponde más a la situación económica actual. "Aun así", añade Ángela, "la verdad es que el mueble de Kartell tiene muchas posibilidades en la ciudad de Valencia y nuestros clientes nos lo muestran con sus proyectos. Es un producto que, al 80% de su catálogo, sirve tanto para interior como para exterior, es sencillo de limpiar y con la tienda a pie de calle su reemplazo en cualquier caso se convierte en un mero trámite".
Tratando de vincular la tienda a interioristas, arquitectos y diseñadores tan pronto como les es posible -el próximo junio volverán a realizar un evento entre estos creativos-, las visitas comerciales a los estudios de la ciudad son otra constante para Ángela: "ellos funcionan como excepcionales prescriptores en un plano profesional y personal". También lo hacen piezas como la Louis Ghost Armchair, una silla con la que uno puede tropezarse cualquier día en el MoMA de Nueva York o comprar online desde cualquier punto de España en poco más de tres clics.
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