MADRID (EP). Tras meses de crecimiento, el sector del cigarrillo electrónico se ha visto afectado por las noticias negativas que han surgido sobre este dispositivo, hasta el punto de que la caída de ventas se ha situado en torno al 70 por ciento, según afirma el presidente de la Asociación Nacional Española de Vapeadores (ANEV), Pedro Cátedra, quien defiende su uso por su menor toxicidad frente al tabaco.
En su opinión, la corriente surgida contra este dispositivo puede ser "un movimiento intencionado y organizado" de desprestigio por parte de las compañías que venden productos para dejar de fumar. "Productos que, además y curiosamente, tienen posibles efectos secundarios mucho más peligrosos que los componentes utilizados en los cigarrillos electrónicos", señala a Europa Press, no sin antes lamentar que, "si la campaña anti cigarrillo electrónico continua, la previsión es que cierre un 20 por ciento de las tiendas".
"Creemos que es una muy mala noticia, tanto para aquellos que pueden encontrar en el cigarrillo electrónico una alternativa menos nociva que el tabaco, como para el sector en sí, que se configura como un importante generador de empleo en España, y una opción muy interesante de trabajo para personas que, tras perder su empleo a causa de la actual crisis, quieren optar por la vía del emprendimiento", afirma.
Concretamente, desde que se empezaron a lanzar las "noticias negativas y totalmente injustificadas" en estos últimos meses, a la caída de ventas se suma, añade, "el cierre de un 60 por ciento de las tiendas". Un reciente informe, mostraba que en España el sector empleaba a cierre de marzo de este año a 5.163 personas de manera directa y a 6.548 personas de forma indirecta.
Para un mayor control del sector, y poder seguir creciendo, desde ANEV se propone de cara al futuro la creación de un registro de locales, porque "el e-cig debe comercializarse únicamente en establecimientos especializados"; lograr la regulación de la fabricación de los líquidos para su recarga; y establecer mecanismos para asegurar un exhaustivo control de la comercialización tanto de los dispositivos para vapear como de los líquidos para su relleno.
'E-CIG' VS TABACO
"A día de hoy, no se ha podido adjudicar ni una sola muerte al uso del cigarrillo electrónico mientras que, sólo en España, según los datos de la AECC, fallecen al año unas 50.000 personas a causa del tabaco", explica Cátedra al ser preguntado por las investigaciones que actualmente se han publicado por el dispositivo.
Por tanto, ha lamentado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya pasado en un año de pedir su regulación a aconsejar prohibir su uso si no se realizaban investigaciones que respaldaran su utilización. "El uso del cigarrillo electrónico no es un problema estratégico de salud pública, tal y como sostiene la OMS", afirma asegurando que existen "infinidad" de estudios que demuestran su menor toxicidad frente al tabaco.
"En países como Italia o Francia, numerosos médicos en activo alaban la capacidad del cigarrillo electrónico como alternativa al tabaco, y diferentes oncólogos y neumólogos no dudan en recomendarlos a sus pacientes pero, en España, se ha declarado una guerra abierta desde el sector sanitario contra esta alternativa", añade.
A su juicio, "todo parece apuntar a que el enorme esfuerzo que determinados colectivos médicos están haciendo en España para tratar de influir en una legislación anti cigarrillo electrónico podría no responder a motivos de salud, sino a otros puramente económicos, beneficiando especialmente a los intereses de las compañías farmacéuticas que comercializan productos para dejar de fumar".
VALORA "POSITIVAMENTE" LA ACTUAL NORMATIVA
El presidente de la Asociación Nacional Española de Vapeadores, afirma que desde la asociación se valora positivamente la Directiva Europea del Tabaco aprobada en el Parlamento Europeo, ya que "instaura unos requisitos mínimos de calidad y seguridad para el cigarrillo electrónico", algo que es una prioridad para su asociación de cara a defender el derecho de los vapeadores a contar con productos controlados y regulados.
Con respecto a la nueva Ley de Consumo, afirma que discrepa con algunas medidas, al tiempo que se muestra en contra de que el cigarrillo electrónico tenga la misma regulación que el tabaco, tal y como se pide desde distintos sectores. "El cigarrillo electrónico es un producto orientado a fumadores mayores de edad y sustancialmente menos nocivo que el tabaco", afirma.
Cátedra, quien lamenta "la limitación injustificada de la libertad de cualquier usuario a optar por una alternativa que puede cambiarle la vida", entiende que es necesario avanzar en las investigaciones y esclarecer todas aquellas informaciones que puedan sembrar dudas sobre el uso del dispositivo.
En cuanto al debate que ha surgido sobre la aparición de la figura del 'vapeador pasivo', reitera que "los efectos del cigarrillo electrónico son mínimos para el entorno de vapeador". "Los niveles de sustancias químicas emitidas al vapear están muy por debajo de cualquier nivel que pueda ser motivo de preocupación para la salud y ninguna de ellas es cancerígena, ni para el vapeador, ni para quienes le rodean", afirma.
"Estoy plenamente convencido de que resulta más nocivo para la salud pasear cerca de una vía con tráfico denso que compartir espacio con un vapeador", asegura.
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