VALENCIA (EP). "Esta dieta siempre funciona" es una frase recurrente, pero incierta. La misma dieta no tiene los mismos efectos para todos ya que depende de la edad, el metabolismo y los hábitos de vida. Por eso, lo aconsejable es acudir a un especialista acreditado para que controle el tipo de régimen alimenticio que permita adelgazar de forma progresiva y lenta, y sin sufrir carencias de nutrientes esenciales.
Los atajos llevan a muchas personas a recurrir a fórmulas aparentemente más cómodas. ¿Cómo distinguimos una dieta mágica de otra hipocalórica equilibrada?. Elena Rodríguez, profesora de los departamentos de Química Analítica y Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense nos ayuda a reconocerlas:
#1 Son dietas exageradamente bajas en calorías que provocan una rápida bajada de peso.
#2 Ese peso se pierde a expensas de glucógeno, agua y proteína, es decir, de masa magra y no de masa grasa.
#3 Los kilos que desaparecen rápido regresan con la misma celeridad en cuanto dejamos la dieta. Todas tienen efecto rebote o yo-yo.
#4 Suelen presentarse con promesas atractivas, como perder peso sin esfuerzo, o sin pasar hambre, o en un tiempo récord.
#5 En muchas ocasiones afirman ser seguras y no causar riesgos a la salud.
#6 Suelen estar prescritas por personas sin conocimientos en el campo de la dietética y la nutrición, por lo que los fundamentos en los que se basan son muy cuestionables.
#7 En algunas ocasiones se afirma que están diseñadas por algún profesional sanitario (casi siempre un médico), para reforzar su eficacia y seguridad.
#8 Su descripción suele ser muy imprecisa (por ejemplo, no se suele indicar la cantidad que hay que tomar de cada alimento).
#9 En muchos casos para su publicidad y para aumentar su veracidad, utilizan la imagen de un personaje famoso.
#10 No suelen acompañarse de otras recomendaciones sobre el estilo de vida, como incrementar el ejercicio físico.
#11 Muchas llevan aparejadas la toma de productos "milagro", que incluso se venden en farmacias, y que son básicamente diuréticos y laxantes que hacen perder peso a costa de líquido, pero no de grasa.
Pero a pesar de las reiteradas advertencias, muchas son las personas que siguen cayendo en la trampa. "Nos las venden muy bien y si encima tiene el nombre de un doctor, parece que transmiten cierta tranquilidad", afirma Elena Rodríguez.
El fraude está en la calle y algunos denominados "dietistas" forman parte de él. "Se aprovechan de la desesperación de la gente para vender esas dietas. Hay clínicas cualificadas pero, lógicamente, son más caras y la gente mira por su economía en los tiempos que corren", apunta la especialista.
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