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NUEVAS PROPUESTAS

Las artes escénicas humanizan los barrios

BEGOÑA DONAT. 07/05/2014 Después de años de fastos grandilocuentes, los festivales de teatro en casas particulares acercan experiencias artísticas humanizadas al espectador

Aspecto de un montaje de 'Cabanyal Íntim', en el patio de una casa. FOTO: CABANYAL ÍNTIM.

VALENCIA. Arranca el mes mayo y con él la excepción. Cabanyal Íntim es la rara avis primaveral de una tendencia escénica que tiene réplicas en los otoños valenciano, madrileño y mallorquín, la de los festivales de teatro íntimo, que se cobijan en las casas de los barrios en una apuesta por la autogestión y la empatía con el espectador. Ahí están Russafa Escènica, el Festival de Teatro Íntimo de Madrid y el Festival Domèstic Cultura a Casa. "Ante los grandes eventos y los espectáculos de masas, sobre todo en nuestra Comunidad, nos hemos encontrado con la necesidad de ir a todo lo contrario, a retomar la cercanía y recuperar la verdad del teatro", justifica el codirector de Cabanyal Íntim, Jacobo Julio, cuya cuarta edición está programada entre el 8 y el 18 de mayo.

La muestra en el barrio marinero de Valencia surgió en octubre de 2011, tras la eliminación del VEO por parte del Ayuntamiento y la desaparición, por tanto, del único festival de artes escénicas en la ciudad. Después, lamenta el gestor cultural, se sucederían otros episodios en detrimento de las compañías teatrales de la ciudad, como la privatización de teatros o, más recientemente, la asunción de la programación del Teatro El Musical a cargo de José Luis Moreno, con una gestión más que discutible. "Las compañías necesitan sacar adelante sus trabajos, pero los municipios no contratan y no contamos con capital, así que estamos retomando al teatro pobre de Grotowski, a la esencia, exenta de artificios. Es una vuelta al origen", argumenta Julio.

Así, en Cabanyal Íntim, la escenografía son los propios espacios de los hogares cedidos por los vecinos, mínimamente intervenidos. Los actores se sirven de las camas, las mesas, los alféizares y las escaleras para desplegar sus relatos a un palmo del público.

ARTE DE COMBATE

La localización del festival en el barrio de El Cabañal responde a un ánimo reivindicativo por parte de sus organizadores. La propuesta toma el testigo de Cabanyal Portes Obertes, la iniciativa artística vecinal con la que los habitantes han pugnado desde una feroz humildad contra el proyecto de ampliación de la avenida Blasco Ibáñez que supondría el derribo de 1.650 viviendas protegidas. "Este festival nace como arte de lucha, es social y político, aunque apartidista", concreta el codirector, quien confía a CulturPlaza cómo varios partidos han intentado sumarse el tanto, pero siempre han sido frenados por la organización del festival.

"La situación de precariedad que vive El Cabañal se acusa en las piezas que se representan. Ójala llegue el día en que podamos hacer el festival sin tener que reivindicar la dignidad del barrio", apostilla Jacobo Julio, director, a su vez, de la compañía de teatro sensorial Francachela.

Hace ocho años, su formación compró una casa en el municipio de Ráfales, en Teruel, para contar con un espacio de trabajo en el que concentrarse y desarrollar sus work in progress. En  la actualidad, Francachela suma cuatro temporadas realizando ensayos abiertos de sus montajes con un debate posterior con los vecinos del pueblo aragonés. La gratificante experiencia, sumada a la propia de Cabanyal Íntim los llevó el año pasado a realizar un festival igualmente doméstico y reivindicativo en la comarca del Matarraña.

LOS GEMELOS GOLPEAN DOS VECES

Tras una primera edición en Ráfales, a finales de julio, otro pueblo de la comarca, todavía por determinar, acogerá la segunda entrega del festival itinerante Matarranya Íntim, una muestra gemela a la de El Cabañal en la voluntad de dinamizar y dar visibilidad a una zona en riesgo. "De nuevo proponemos una muestra teatral con vertiente social, tratamos de focalizar la atención hacia una comarca de gran belleza con alto riesgo de despoblación. Tanto en el caso valenciano como en el turolense, son espacios que supuestamente deberían estar protegidos, pero se hallan en riesgo de desmantelación y decadencia", subraya Julio.

Un montaje de la primera entrega del festival itinerante Matarranya Íntim.

Los responsables de ambos festivales tratan de extender la fórmula a otros barrios que experimentan una degradación por el abandono de las instituciones. Recientemente, han entrado en contacto con compañías de teatro, danza y teatro infantil en Ibiza para estimular la posibilidad de poner en marcha una muestra en el abandonado barrio de Dalt Vila, en Ibiza, que aunque se halla en medio del cogollo urbano, vive conflictos de drogas, semiruina y ocupación de edificios.

También han dialogado con la comunidad escénica de Cali, en Colombia, quienes están desarrollando un proyecto para obtener financión de Iberescena y trasladar la iniciativa íntima al barrio de San Antonio.

El objetivo último es crear una red de festivales que fomenten la restauración y dinamización de barrios y en paralelo espolear la creación escénica, con intercambio de propuestas entre las ciudades.

PEOPLE HAVE THE POWER

Como El Cabañal, el barrio de Canamunt, en Mallorca, cuenta con una asociación de vecinos generosa y peleona. La red vecinal fue reconocida recientemente con el galardón de la coalición política Més per Palma "por su capacidad de profundizar en los mecanismos de participación ciudadana y de convivencia social, vecinal", así como "promover un modelo de ciudad inclusivo y ambientalmente sostenible" .

En septiembre pasado, las casas del barrio mallorquín acogieron la primera edición del Festival Domèstic, organizado por la asociación Cultura a casa, que desde septiembre de 2012 realiza actividades en hogares de la ciudad balear.

"En los últimos tiempos, los creadores se habían distanciado del público, y lo que primaba era el número de espectadores más que la calidad y la experiencia. Con iniciativas como las que promovemos, los asistentes pueden hablar luego con el creador y el artista mirar a los ojos al espectador", agradece Miquel Ferrer, uno de los fundadores de Cultura a Casa.

A diferencia de otros festivales con este talante, la programación está formada en un 80 por ciento por propuestas de artistas foráneos. "Siempre hemos querido apostar por gente de fuera y que la experiencia sea única, porque la persona no ha actuado en Mallorca y difícilmente lo volverá a hacer", detalla

Hay numerosos site specifics, esto es, obras realizadas ex profeso para el espacio donde se montan, y los participantes duermen en la casa donde realizan su actividad, con lo que el trabajo del creador se vuelve, si cabe, más singular e intensivo.

"Estamos en un momento de cambio en el que la cultura no es ajena. Formatos, contenidos, experiencias y formas de producción están en una permanente mutación. El proceso se está imponiendo por encima de los resultados, lo que hace que la experiencia sea uno de los puntos básicos de las nuevas tendencias", explican los organizadores de la muestra, que, hay que destacar, no se circunscribe únicamente a las artes escénicas.

VIVEROS QUE PROCURAN BOSQUES

Jerónimo Cornelles, director de la respuesta otoñal en Valencia a Cabanyal Íntim, Russafa Escènica, es del mismo parecer. "Da la impresión de que haya un inmovilismo, pero no, la sociedad cambia, la vida es movimiento, y las artes escénicas evolucionan. De forma que como ahora hay una generación a la que la imagen le influye mucho, el teatro se ha contaminado de otros lenguajes", plantea. De ahí que hayan invitado a artistas plásticos a fusionar su trabajo con el de los artistas escénicos.

Montaje de 'La dama de la felicitat' en Russafa Escénica. FOTO: ABAD FOTOGRAFÍA

Del 19 al 28 de septiembre se celebrará la cuarta edición de este festival multidisciplinar con sede en el barrio más proactivo de Valencia. La propuesta aúna espectáculos de pequeño formato, con una duración de aproximadamente 25 minutos, y coproducciones de larga duración. Los primeros reciben el nombre de viveros, "y permiten a las compañías la posibilidad de investigar sin la tensión de desarrollar una obra larga, pero con la opción de ampliarla en el futuro", y las segundas han tenido vida propia, tras su estreno en un gimnasio, una piscina, un parque o una peluquería de Ruzafa.

Como indica Cornelles, nadie se ha inventado la programación de teatro en casas. En Argentina, por ejemplo, el formato ha vivido una eclosión ligada a la crisis, pero eso no le resta mérito a la capacidad de reinvención del festival valenciano edición tras edición y que ha despertado interés en Holanda y Nueva Zelanda, entre otras esquinas del mundo. "España es muy centralista, si esta iniciativa fuera madrileña estaría en otro lugar mediáticamente hablando y tendría otra serie de apoyos".

TOMAR LA CAPITAL

Hace 16 años que el cacereño Santi Senso primó la experiencia en su trabajo actoral. El intérprete ha alternado trabajos para el gran público, como la serie Amar en tiempos revueltos o la comedia La máquina de bailar (Óscar Aibar, 2006) con su Actos íntimos, que le han llevado a interpretar piezas de pequeño formato en iglesias desacralizadas, barcos, hoteles y naves industriales de Europa y Latinoamérica. Sólo era cuestión de tiempo sumar a más compañías en su afán. Así nació en 2009 el Festival Internacional de Teatro Íntimo de Madrid.

La iniciativa se repetirá en octubre de este año en diversas partes de la capital española. Del barrio de Salamanca al de Lavapiés, pasando por Malasaña o incluso el extrarradio.

"La intimidad no está en el número de personas que asistan a la obra ni en la duración, sino en nuestra honestidad y en la de nuestros anfitriones. Cuando uno oculta o protege su hogar, el resultado no es sincero -postula Senso-. Ha habido ocasiones en que he actuado en casas particulares donde había un cartelito frente a una puertas de "no pasar" ,y a medida que se ha ido desarrollando el espectáculo, los propios inquilinos las han abierto".

El actor se entusiasma hablando de cómo, tanto en el proceso de creación como en la representación, se comparte la alegría, el pudor y la cotidianediad de las familias que ceden sus hogares. Una llamada de teléfono, un sonido en la calle o una llamada en la puerta se pueden filtrar en el espectáculo final. "La vida misma nos cambia la dramaturgia", resume.

En opinión de Senso, el teatro íntimo "es un acto muy bestia de generosidad, porque no sólo es generoso aquel que abre las puertas, sino el que recibe. Con este tipo de festivales se está haciendo vital el ritual de la generosidad".

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