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VALENCIA (EP/CP). El Museo de Bellas Artes de Valencia rinde homenaje en una exposición a la figura del escultor Vicente Beltrán Grimal (Sueca, 1896-Valencia, 1963), un artista "silenciado" pese a que realizó una relevante producción didáctica, de gestión y creativa, como un verdadero "maestro de la elegancia".

Así se ha puesto de relieve en la presentación a los medios de la muestra homenaje que la pinacoteca valenciana, de la que precisamente fue director, exhibirá hasta el próximo 22 de junio dentro de los actos conmemorativos del 50 aniversario de su fallecimiento. Al acto han asistido la consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català; la directora del San Pío V, Paz Olmos; la comisaria del proyecto, Amparo Carbonell; miembros de la familia del autor; y el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, Romà de la Calle.

La selección muestra una quincena de las piezas más destacadas de Beltrán Grimal, la mayor parte de ellas donadas por la familia en el año 1965, y reúne en un único espacio un conjunto de obras que permanecían dispersas en distintas salas del museo o que no estaban expuestas al público con el fin de ofrecer una aproximación a su obra reconociendo el talento del escultor valenciano.

El recorrido permite apreciar la gran modernidad del artista para su época y su facilidad para trabajar con distintos materiales, como madera, bronce y mármol, además de piedra y algún yeso. Entre las piezas que se pueden admirar destaca un autorretrato realizado en bronce no expuesto al público, además de su conocida Danzarina esculpida en madera.

En piedra llama la atención la obra Las tres hijas del sol de 1925. El original de este relieve, fechado en 1924, fue uno de los trabajos del artista como pensionado de Escultura en la Academia Española en Roma. Es una obra influenciada por la escultura francesa del momento y tallada en piedra, pulida en los desnudos femeninos y al natural en el fondo del relieve. Además se muestran dos yesos del Monumento a Góngora, Galatea y Acis, y Polifemo. Con este trabajo ganó el premio Góngora de Escultura en 1927. La obra definitiva se encuentra en el Parque del Retiro de Madrid. El original tiene unos versos gongorinos que aluden a la iconografía. También es destacable su obra Torso de mujer, en mármol negro, donada por el autor como ingreso en la Academia.

El objetivo de esta presentación es "descubrir o redescubrir" a un nombre del arte valenciano que, a pesar de su talento, "ha sido silenciada, al igual que otros autores valencianos del momento". La comisaria ha atribuido este hecho a causas ideológicas, puesto que Beltrán Grimal estuvo íntimamente ligado a los movimientos culturales de la República, cuya capital estuvo en Valencia. Incluso, fue uno de los artífices, junto a Josep Renau, del traslado de obras de arte del Prado desde Madrid a Valencia para protegerlas del estallido de la Guerra Civil.

El artista, que sufrió prisión y cuya causa acabó siendo archivada "muy tarde", ha agregado la experta, tuvo además una relevante actividad docente, "un maestro de maestros", le ha definido Carbonell. "Su aportación más importante fue transmitir al idea de arte y cultura para cambiar el mundo", ha agregado la comisaria.

También ha intervenido Vicente Beltrán Pérez, sobrino del escultor, quien ha mostrado su confianza de que esta exposición no se quede "en un acto protocolario" y suponga "el inicio de un camino para recuperar el patrimonio cultural valenciano".

La consellera María José Català ha resaltado que a esta exposición se suma la publicación del libro Vicente Beltrán en el Museo de Bellas Artes de Valencia, con textos de los académicos Amparo Carbonell y Jaime Siles, así como un acto en su memoria el próximo 23 de mayo, cuando se cumplirán los 51 años de su muerte.

Por su parte, Romà de la Calle ha aseverado que Beltrán Grimal fue un "maestro de la elegancia, puesto que ésta fue su principal característica estética" y ha subrayado su voluntad de realizar con el museo exposiciones y actividades conjuntas, algo en lo que ha coincidido María José Català.

Beltrán fue catedrático de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, donde llegó a ser director durante la Guerra Civil española, al mismo tiempo que director del museo San Pío V. Recibió la primera medalla de oro de la Exposición Nacional de Escultura por su obra Aurora en 1930. Ganó en 1933 el concurso Nacional de Escultura con su Alegoría de la música.

Además, obtuvo el primer premio en la Bienal de Arte Hispanoamericano en Valencia en 1951. Entre sus obras destacan también dos esculturas para la fachada del Ayuntamiento de Valencia, representando Fortaleza y Templanza (1928). En 1955 se inauguró en Sueca el monumento al Maestro Serrano, también obra suya.