VALENCIA. Una de las temporadas que me gusta más mi ciudad es ahora, en Pascua. Todo el mundo emigra a la playa. Si en Navidad era Baqueira, a partir de Pascua toca Jávea (dícese Jávea, como Moraira, Altea o Denia) o Benicassim. Me han invitado hacia el norte y hacia el sur, pero prefiero quedarme en Valencia, pasear y disfrutar de la calma. Es como si la ciudad fuera sólo para mí. Es el mejor momento para ir de tiendas. Como eres de los pocos que quedan, las dependientas se deshacen por atenderte.
Bueno, que sí, que no les aburro más con mi vida monacal y de recogimiento. A lo que vamos. Primero Jávea. Entiendo que saben cómo se pronuncia, ¿verdad? Sería algo así como Havea, osea, con la jota como si fuera una hache suave aspirada. Si no, no es lo mismo. Por Havea nos podemos encontrar a Beatriz Pechuán, a mi adorado Carlos Pascual, a Juan Viña, los Vila también tienen casoplón, a mi queridísima Cuchi (que ya nos informa a todos a través de su twitter de sus rutas gastronómicas por la Marina). No fallan las familias de toda la vida de Jávea, dícese los Casanova, los Pons, los Momparler, los Aleixandre y un largo etcétera. A todos lo que más les gusta es saludarse en el Montgo di Bongo o en La Siesta. Parece que no tienen bastante con verse.
Los de Denia son menos chic, pero creo que se lo montan mejor. Es tot mes arreu. Ya de buena mañana, se dan cita en el Mercat a tomarse el bocata de calamares Felo y Pascual de Rojas. Por esas horas también se encuentra uno en alguna terraza de Marqués de Campo a Álvaro de Luna con su amiguísimo Manuel Vicent. Parecen dos lores ingleses tomando el té. De las familias de toda la vida de Denia, están por supuesto los Sahuquillo, los hermanos Mompó (guapísimos, por cierto), los Such, los Escolá, los Antoli Candela, los Barbería, algún Bonilla, los Reyna y los Zarranz, los Landecho, los Cañamás y un largo etcétera. Los más de bien, tienen sus casoplones hacia el interior, por la zona de la Xara (no se pierdan el horno de Paquita y sus paquemados en la Xara).
Los de bien que no heredaron la mansión familiar, se conforman con un chaletito en las Rotas. Por la noches, muchos de ellos se dan cita en la calle Loreto, que la han arreglado y ha quedado francamente bien: llena de restaurantes con encanto en los que se come bueno, bonito y barato. No se pierdan Es Tomassets, aunque mis clásicos de Denia son Casa Federico y el Sendra (si algún amigo me llama y me dice que todavía quedan erizos, prometo hacer una escapadita).
Los del norte, los de Benicassim, tienen todos su casitas señoriales a lo largo de la playa en primera línea. Las familias de tooooooda la vida de Benicassim son los Carpi, los Maldonado, los Llobell, los Gómez Trénor, los Forcada, los Garrigues, los Bacharach, los Baradiaran, los Alonso, los Ros, los Monzonís, los Pascual (aunque alguno haya cambiado y esté por Havea), los Navarro, los Moragues, los Boluda, los Farnós, los García del Moral y otro largo etcétera para que nadie se me enfade si se me ha pasado. El punto de encuentro para todos ellos es el club social de Playetas.
La semana que viene prometo contarles alguna historieta y todos los chismorreos que hayan corrido por éstos lares veraniegos. Disfruten y acuérdense del ayuno y la abstinencia, sobretodo por mí, que siempre se me pasa para gran cabreo de mi señora madre, que no hace más que hacerme potajes de garbanzos y ya no puedo más.
Qué mierda de artiículo. Es lo más estúpido que he leído en mucho tiempo. Que te fichen en telecinco y sigas haciendo mierda tan bien.
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