VALENCIA. El Consell de Alberto Fabra se encuentra atrapado en un callejón sin salida. La propuesta de lanzar un concurso internacional para nombrar al nuevo director o directora del IVAM que sustituya a Consuelo Císcar se enfrenta a la realidad de una administración de perfil bajo, en la que se ha apostado por el bajo coste a cualquier precio.
La propuesta, confirmada esta misma semana desde la Conselleria de Cultura, de que se reservara un sueldo anual de 68.000 euros para el futuro director ha sorprendido por su escasa cuantía. La cifra se sitúa, por ejemplo, muy lejos de los 120.000 euros anuales que percibe el director del Museo Nacional Reina Sofía, Manuel Borja-Villel.
En este sentido, el cazatalentos Antonio Climent, de la empresa Search & Coach, estima que la cifra avanzada por la Generalitat "no es un salario atractivo" desde una perspectiva empresarial. "Es un sueldo de un mando intermedio. Un director general de una empresa mínimamente relevante se tiene que situar entre los 90.000 y los 130.000 euros", comentaba este miércoles.
¿Se puede decir que es un concurso low-cost? "Es una buena descripción", apuntaba un ex director del museo. Los datos así lo hacen ver. La cifra que ha avanzado el Consell es la mitad de lo que cobra el director del Reina Sofía y está más cerca de los 55.000 euros que por ejemplo cobra el director del pequeño museo de Palma de Mallorca Es Baluard, o del nuevo salario del director del MUSAC de Castilla y León, que según diversas fuentes se situaría en torno a los 48.000 euros brutos al año. El segundo director del MUSAC, Agustín Pérez Rubio, tenía un salario anual de 75.000 euros, según estas mismas fuentes.
No hay críticas al plazo de tiempo que se le dará al contrato, seis años, pero sí y muchas a los atractivos económicos. Un catedrático de Historia del Arte apuntaba que la propuesta salarial realizada por la Generalitat es "una vergüenza". Otro señalaba: "Por esa cantidad sólo se presentarán jóvenes sin experiencia o gente de Valencia; lo llamarán concurso internacional pero no será ni nacional".
En este sentido, uno de los catedráticos consultados recordaba que él mismo ganaba sólo como catedrático 65.000 euros al año y trabajaba muchas menos horas que el director de un museo, sin tener además la obligación de la dedicación exclusiva. "Con que haga una única exposición al año como comisario ya cobraría más que el director del IVAM", decía. "La cuestión es que quieren que los profesionales cobremos como los políticos. No, perdonen señores; yo soy un profesional, yo trabajo de esto, es mi currículum y mi prestigio; a usted le han nombrado a dedo", añadía.
FABRA DECIDIÓ A ESPALDAS DE CATALÀ
Para esta fuente, la impresión que se transmite desde la Generalitat es que el concurso internacional no se ha terminado de meditar, que se están precipitando los acontecimientos movidos por otras urgencias. La propuesta del concurso, de hecho, partió del propio Fabra quien mantuvo reuniones en privado con varios asesores de la administración a espaldas de la consellera de Cultura, María José Català.
Aunque la consellera de Cultura ha intentado recuperar el perfil protagonista en todo el proceso, la realidad es que las órdenes y los tiempos se han marcado desde el Palau de la Generalitat, y muy especialmente bajo la supervisión de las personas de confianza del presidente.
Ahora, la propia Català tiene previsto reunirse la semana que viene, el miércoles, con representanes de las asociaciones de galeristas, artistas y críticos para empezar a orientar un concurso que no se ha terminado de cerrar y cuyas premisas se van avanzando con cuentagotas. Desde Cultura mantienen el secreto sobre esta reunión y no la confirman. Pero la otra parte quiere luz y taquígrafos. Desde estas asociaciones piensan ofrecerse como ayuda a la hora de perfilar tanto la composición del comité de expertos como las líneas maestras a la hora de valorar a los candidatos a director.
Ajenos a las críticas, desde Cultura aseguran estar muy contentos con la cantidad ofertada como salario. "No puede ser que un director de un museo cobre más que el presidente de la Generalitat", sostienen como un mantra, repitiendo un viejo argumento. Pero la realidad empresarial es otra. Como bien recuerda Climent, "si quieres traer algo bueno, tienes que apostar por ello".
"El problema es saber si la Generalitat apuesta realmente por relanzar el museo". Así lo explicaba un ex alto cargo de la administración valenciana quien consideraba que con el actual presupuesto de 5,5 millones de euros, el futuro director del IVAM tendrá que gestionar un instituto condenado al ostracismo. "Si lo que quieres es un museo de provincias, ése es el camino", apuntaba; "pero que no lo llamen concurso internacional; suena a chiste".
Estas palabras tan ciertas y sensatas lo resumen todo: "yo soy un profesional, yo trabajo de esto, es mi currículum y mi prestigio; a usted le han nombrado a dedo". Pues eso. Si quieren un profesional de prestigio que recupere el IVAM que lo paguen; será una magnífica inversión o sino solo tendremos jóvenes, con ganas, pero sin experiencia y de la "contornà"
Valiente artículo que saca a debate una cruda realidad valenciana. No se puede pensar a lo grande y actuar "a lo pequeño", simplemente porque corres el riesgo de que, en vez de hacer un concurso internacional haces…… el ridículo, "internacional". El planteamiento de igualar el sueldo a los políticos es simplemente un despropósito que conduce a la ruina de cualquier empresa pública.
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