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'EL CABECICUBO'

‘Entre rejas', preguntas tontas en el país con más población reclusa de la UE

ÁLVARO GONZÁLEZ. 29/03/2014 Tras el éxito de Encarcelados en La Sexta, Cuatro contraataca con Entre rejas, reportajes con el formato de Callejeros sobre los presos y las cárceles

VALENCIA. Antes de la crisis, cuando los españoles íbamos a morir solo por culpa del Estatut de Cataluña y la supuesta negociación con ETA de Zapatero, el diario El Mundo publicó cada semana unos DVD sobre la historia de la democracia española, desde 1978 hasta el I Año de la Roja y I de la Crisis, 2008. Luego, los amantes de los placeres más refinados de la vida pudieron verlos gratis en Veo7 bajo el ingenioso título de Veo la democracia.

Estos documentales de Victoria Prego, al igual que su obra para RTVE, La Transición, al margen del enfoque con el que uno valore los años del Rey, Suárez, Carrillo y otras chicas del Bunker, fueron sumamente interesantes. No obstante, tenían cierto problemilla. Eran documentales esencialmente políticos y corrían el riesgo de confundirse con lo que había pasado en España durante el último cuarto del siglo XX y parte del XXI.

Porque, por ejemplo, la Ley General de Sanidad de 1986 sólo aparecía nombrada de pasada, en una lista de supuestos logros del PSOE locutada a la velocidad con la que se leen bases legales de los medicamentos en los spots publicitarios. O aún peor, se la traía a colación para condenar aún más el asesinato de Ernest Lluch, ministro que impulsó dicha ley, a manos de ETA. Las bases del sistema nacional de salud, que aún tardó veinte años en ser universal, no eran importantes en la vida de un país. Una minucia. Algo que se da por hecho, como que alguien barrerá las calles. De esta manera, no es de extrañar que muchos jóvenes españoles se hayan dado cuenta de lo que es, de en qué consiste, de lo que significa y de lo que cuesta la Sanidad Pública el día en que la han perdido o visto peligrar.

 Fotograma de 'Entre rejas'

Esto igual les suena raro en estos tiempos en los que uno puede ligar en una discoteca hablando de la privatización de la Sanidad. Pero antes de 2008, ese tema era tan apasionante para el 90% de la población como proponerle a alguien jugar a ver quién se sabe más enmiendas de Hernández Mancha en el Congreso. ¿Es culpable de ello Victoria Prego? No, pero de sus documentales se entiendía que en España durante 30 años sólo ha habido ETA y politiqueo. No eran un resumen de nuestra Historia, en definitiva, sino de las portadas de los periódicos durante esos años.

El caso es que en uno de aquellos DVD, también de pasada, aparecía la situación de las cárceles españolas en los 80. Las imágenes no estaba claro si reflejaban el estado habitual de la institución penitenciaria o si correspondían a algún motín. Sea como fuere, eran indescriptibles, de película de terror.

Años después, volvimos a toparnos con escenas similares en televisión, pero estaban grabadas en el extranjero. El programa ‘Encarcelados' de La Sexta recorría cárceles del mundo en las que había españoles. El estado lamentable de muchas de ellas traía a la mente esas escenas furtivas que se colaron a Victoria Prego en el relato de nuestros años de libertad sin ira.

Tanto fue así que incluso un gobierno como el actual, tan poco dado a bajar la ventanilla del coche para mirar qué hay fuera, ahí en el mundo exterior, donde por lo visto, dicen, habitan personas detrás de las estadísticas y los titulares, se vio obligado a tomar medidas. Fue en el caso de Lola, una mujer que traficó con drogas para poder pagar la hipoteca y evitar el desahucio, que se encontraba enferma terminal de cáncer en una cárcel boliviana. Margallo estaría viendo la tele en ese momento y la repatrió.

El éxito de este programa no pasó desapercibido y ahora Cuatro ha contraatacado con la desbordante imaginación del mundo catódico: a ‘Encarcelados' han respondido con ‘Entre rejas'. Años antes, por cierto, en Xplora vimos "Depredadores entre rejas', un viaje apasionante por los penales más duros de Estados Unidos. Uno diría que entonces el reality sobre presos está al caer, pero es que esa fue la emisión más antigua de todas, ‘El coro de la cárcel', y para rematar: en la televisión pública

Ahora lo que nos propone Cuatro es una serie de documentales en apariencia edificantes. Intentan mostrar el mundo de la cárcel desde diferentes puntos de vista. En la primera entrega, utilizaron el gancho de los que han estado presos sin haber cometido el delito, ‘Inocentes indultados'. Eran casos famosos, como el del tipo que estuvo en Nápoles porque un narcotraficante había suplantado su identidad, al de Joaquín José Martínez, que estuvo en el corredor de la muerte merced al desparrame que es a veces la justicia estadounidense. Bastó con que su ex mujer en un ataque de celos dijera a la policía que era un asesino en serie.

 

Eran casos llamativos para enganchar a lo que venía después. Un capítulo sobre salir de la cárcel ‘Sueños de libertad' y otro sobre el sufrimiento de los familiares que tienen a alguien dentro, ‘Familia incondicional'. Los reportajes comienzan con una frase que no deberíamos dejar pasar en balde: "España es el país con más presos de Europa Occidental". Nuestras preocupaciones en las encuestas han sido la ETA, los malvados catalanes y ahora que el hijo arquitecto es dependiente en Burger King ¡hurra, como en los países ex comunistas!, la crisis. Pero la coyuntura social que lleva a 153 personas de cada 100.000 al talego, no tendemos a hacérnosla mirar.

Tampoco lo hace ‘Entre rejas', donde nadie ha puesto ni parece que vaya a poner en duda el orden establecido. De hecho, el enfoque del programa es el que ya vimos en Callejeros, eso de mostrarle a la familia que está en casa cómodamente que hay un mundo lleno de peligros y tíos raros ahí fuera, ahí mismo, en el barrio de enfrente, por donde igual no se atreve a pasar o no le gusta que jueguen sus hijos. ¿Y hasta qué punto profundiza ‘Entre rejas' en estas inmersiones? Pues hasta el punto de coger a la madre de un preso, grabar cómo se toma la larga lista de antidepresivos que tiene el cajón de la mesilla, se pone el camisón, se mete en la cama y apaga la luz. Afortunadamente, no ponen infrarrojos verdes de los de Gran Hermano para que veamos cómo duerme.

La banda sonora de los reportajes alterna música gitana con emotivas guitarras en acústico cuando la citada madre de un preso cuenta, por ejemplo, que le lleva sábanas limpias a su hijo porque le gusta que huelan a suavizante cuando se acuesta en ellas y le recuerde a su casa. Lagrimilla y tal.

Pero lo mejor de todo, lo brillante, son las preguntas que se le hacen a los entrevistados, ya sean familiares o internos. Muy bien podrían haberlas cortado en la edición y haber dejado los documentales más aseaditos, igual de sensacionalistas pero con un mínimo de buen gusto. Sin embargo... pues no. Deléitense a continuación con las mejores preguntas de los tres primeros capítulos emitidos de ‘Entre rejas'.

- ¿Es muy distinto tener relaciones en casa a tenerlas en una prisión?
- ¿Qué piensa cada vez que ve estas rejas?
- ¿A qué sabe la libertad?
- ¿Qué sabe mejor, la paella o la libertad?
- ¿Cómo es acostarse con un descuartizador al lado?

En Cuatro. Todos los martes a las 22:30, si no hay balompié, en cuyo caso pasa a la medianoche.

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2 comentarios

Isleño escribió
04/04/2014 20:46

Tema muy espinoso que ya era hora que se tratase en lapaginadefinitiva. Buen artículo, que no sea el último sobre el asunto.

Fart escribió
29/03/2014 15:08

Poquet i bo! Gracias.

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