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VALENCIA. Los problemas crecen en el San Pío V, el museo de Bellas Artes de Valencia. La segunda pinacoteca de España por el número de fondos padece serias dificultades con la climatización de sus salas, causadas por la deficiente maquinaria del centro. Con diez años en funcionamiento, no se han realizado cambios en los motores de aire acondicionado y no hay previsiones de que se vayan a efectuar en los próximos meses. De hecho, según fuentes consultadas por ValenciaPlaza.com, sólo en verano de 2011 se adquirió una nueva máquina.

A día de hoy, el Museo de Bellas Artes de Valencia sigue funcionando con la maquinaria de hace una década. Las reducciones presupuestarias unidas a una gestión del centro más obsesionada en captar públicos que en conservar las obras de arte del museo, han hecho el resto. Estos problemas logísticos se han traducido en que se dan problemas de temperatura y humedad que afectan especialmente a las tablas góticas, parte fundamental de la colección permanente, y muy sensibles a los cambios climáticos. En concreto, se encuentran especialmente afectados por estos problemas el Retablo de San Martín de Gonçal Peris Sarrià (c. 1380 - Valencia, 1451) y una predela de la Pasión de Joan Reixach (documentado en Valencia entre 1431 y 1486), que tiene una grieta horizontal.

El retablo de San Martín es una de las obras maestras del gótico internacional que atesora el museo y, durante un tiempo, los años que dirigía el centro Fernando Benito, fue una de las señas de identidad del San Pío V. El retablo fue encargado al pintor valenciano por Berenguer Martí de Torres, casado con doña Úrsula de Aguilar, y en él "se conjuga el lenguaje elegante y refinado propio del estilo internacional con los primeros aires de renovación de influencia flamenca", según el propio museo.

Por su parte las predelas de la Pasión de Reixach son unas piezas que ingresaron por la desamortización procedentes de la cartuja de Porta Coeli. Las pradelas afectadas tienen los siguientes asuntos: Oración en el huerto, prendimiento de Cristo, Flagelación, Cristo camino del Calvario, y Piedad.

Los conservadores y restauradores del museo están procediendo al control diario de ambas obras, ya que han detectado que las tablas se han abierto o alabeado, se han curvado. Los daños ya son visibles incluso en una mesa de ajedrez del XIX, que se ha abierto totalmente y que la directora del museo, Paz Olmos, ordenó que fuera guardada en los almacenes sin realizar los correspondientes informes técnicos.

Los daños por la mala climatización han afectado también a otras pinturas. Así, que se tenga constancia se han retirado las dos grandes tablas a modo de retablos de Nicolás Borras procedentes de Cotalba, una con San Pedro, San Pablo y Santiago el mayor; la otra con San Bartolomé, San Francisco y San Antonio Abad.

Este tipo de problemas podrían solventarse con una adecuada gestión de los recursos durante la quinta fase de las obras de ampliación del centro, que se inició hace dos meses, aproximadamente. Pero se da la circunstancia de que ni Olmos ni nadie de su equipo ha preparado un plan director o un plan museográfico, según las fuentes consultadas. Dicho plan lo está redactando un funcionario externo que es persona de confianza de Olmos.

El museo, que acaba de sacar a licitación su seguridad por 1,016 millones de euros anuales, afrontará durante los dos próximos años la remodelación más importante de su historia, ya que será la que defina el San Pío V del siglo XXI. La ampliación, que durará 30 meses, tendrá un presupuesto de 8,4 millones de euros.

Este lunes comenzó el traslado de piezas, que se ha realizado sin informe técnico de los conservadores del museo. Simplemente, se han descolgado de las salas afectadas por las obras y se han comenzado a conducir a los almacenes del centro. 

CRÍTICAS DE LA DECANA DE LA UNIVERSITAT

La gestión del San Pío V por parte de Paz Olmos está siendo duramente criticada por los profesionales y críticos de arte valencianos. La última que se ha pronunciado ha sido la decana de la Facultat de Geografia i Història de la Universitat de València, Ester Alba Pagán, quien en la revista cultural Makma ha criticado algunas de las decisiones museísticas de Olmos.

En una entrevista con José Luis Pérez Pont, Alba asegura que "el nombramiento de la actual directora corresponde a una decisión política" y sostiene que Olmos "está ocupando allí un cargo que no acabo de entender". "No entiendo los cambios que se han realizado ni a qué obedecen y esto se ha plasmado en el ejemplo del cartel con el que uno identifica el museo: ¿Goya? y ¿Sorolla? ¿Son los definidores de la colección del museo? ¿Cuántos goyas tiene el Museo? ¿Es para atraer al público? ¿Para que luego quede desencantado de lo que se va a encontrar si viene esperando encontrar obras de Goya?", comenta Alba.

Igualmente critica la obsesión por organizar salas y exposiciones con Sorolla. "El XIX no es sólo Sorolla. Sorolla es un magnifico artista, pero ya está bien de Sorolla, uno empieza a cansarse del discurso sorollista (...). Artistas como Antonio Fillol, con lo excepcional que es, con esa carga de crítica social a la sociedad del XIX, con obras realmente maravillosas, ¿dónde está?", se pregunta. Alba, con todo descarga el peso, de las críticas sobre Olmos porque, según apunta, "al no ser una profesional, decide bajo otros criterios".

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