VALENCIA. El fin de semana pasado se me ocurrió acompañar a una amiga al concierto de los Hombres G en el Alameda Palace... o eso creía yo.. Porque lo que me encontré allí fue el Fin de Año Fallero. Sí sí, como lo oyen. Al entrar nos dieron una bolsita con el cotillón y otra con 12 gajos de mandarina. Yo no salía de mi asombro. Vi a algunas caras conocidas, como Borja García y Majo Gimeno, Ulises Menezo (dueño de Tastem) y su chica Maribel, mi compañera Yolanda Solano con Cristina, Toni Martínez y su mujer Marta, Clara Payá y por supuesto Jesús Barrachina con su mujer Marta. Todo lo demás eran falleros. Falleros por todas partes uniformados con el pañuelo de fallero. Fue algo surrealista. En lugar de teloneros, sonaba la típica música de casal fallero.
El concierto no empezó hasta que no dieron las campanadas y todos los falleros se comieron los doce gajos de mandarina, simulando un falso directo proyectado en una gran pantalla, desde la plaza del Ayuntamiento. Señores y señoras: Valencia is different. A mi amiga se le ocurrió sugerir si nos acercábamos al escenario.
Mi respuesta fue simple: "Ni de coña. Está lleno de falleros". Y no es que les tenga una manía especial, pero a mí eso de las tribus, ya sean de fútbol o de falleros, no me van. Que ningún fallero se sienta herido, que no tengo nada contra ellos. Es algo más bien contra la música de los casales. Me parece terrible.
Lo que más me gusta de las Fallas es que se queman. También hay cosas curiosas que mantendría aunque por otros motivos. Una son las mascletaes. Son divertidas, ruidosas, y te permiten sentirte apretujado entre montones y montones de personas. Fui este viernes y me divertí mucho con el ruido, los olores y esas cosas. Lo que no me pareció tan divertido es que me robaran mi iPhone 5s dorado. Lo peor es que perdí todas las fotos que había hecho esta semana. Eso me dolió.
Para consolarme, fui a darme un baño de populismo -en Fallas paso de glamour- al autodenominado 'Concurso Mundial de Paellas', en el Grao, que anualmente celebran los chicos del 'cluster' portuario de Valencia y los del Diario del Puerto, con Paco Prado al frente, nuestro Kevin Costner particular de andar por casa (vean las fotos y verán como tengo razón, qué diantres).
Iba con pocas ganas, la verdad, entre que me habían robado el iPhone y era un acto fallero, y además pensaba que iba a ser un muermo y no me iba a servir para esta bonita crónica. Pero me equivocaba. Me divertí mucho. Allí me encontré, convenientemente emblusados, al presidente del puerto, Rafael Aznar, acompañado de su encantadora y siempre imprevisible jefa de gabinete, Marta Villalonga. Muy cerca aparecieron el expresidente, ya legendario, Fernado Huet, y su encantadora hija Rocío.
Cerca de ellos me encontré al presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro, que se hizo acompañar de su dircom, Leire Arana. Como corresponde a una buena hija de Bilbao, Leire abanonó a su director a las primeras de cmbio y se perdió entre la muchedumbre hasta bien entrado el acto. En fin, también estaba por allí el director de este diario, Cruz Sierra -dire, permíteme que te delate y use tus fotos, es que me habían robado el iPhone-, un tanto despistado que para eso es de Valladolid (ya saben, del Pisuerga River, un tanto así...- y sin parar de hacer selfies cual Ellen DeGeneres en los Oscar -incluso con la consellera de Infraestructuras Isabel Bonig- y esas cosas digitales del periodismo de hoy.
En fin, entre paella y paella, caña y caña, gintonic y gintonic, y la siempre animada charla de Paco Prado, Marta Villalonga, Juan Antonio 'Juanan' Delgado (director comercial del puerto), el nuevo delegado del Banco Santander (Antonio Valdecabres) y algún otro super VIP -todos camuflados con blusón, gafas de sol y sombrero de paja tipo Amstel) superamos como pudimos el 'concurso mundial de paellas', la visita de la fallera mayor de Valencia, la señorita Carmen Sancho, y su corte que tuvieron a bien acudir al evento y acabamos la fiesta más o menos erguidos. Algunos más que otros.
Por último, me contó una amiga que celebraron en el Club de Tenis Valencia un homenaje a una gran mujer: Amparo Dicenta. Tengo el placer de conocer a tan distinguida señora. Me atrevo a decir que es la mujer valenciana más moderna que conozco. Independiente, culta, cariñosa, elegantísima... En fin, una mujer de bandera.
El homenaje lo organizó la junta directiva del club, porque sí, porque doña Amparo se lo merece. Llegó a quedar semifinalista veterana a nivel nacional y campeona regional. Cariñosamente le apodan "la peleona". Sus dos partidos diarios hasta hace bien poco con su pareja deportiva Rosa Pons no se los quitaba nadie.
En el homenaje estuvo acompañada por todos sus hijos, Amparo, Rafa, Cefe y Santi, con sus respectivas familias. También la acompañaron muchos amigos, como Consuelo Borso, Paco Gimeno, Vicente Martínez-Medina y María Aliño, Carmucha Olavarrieta, Patricia Dewitt, Claudia Arquimbau, Manuel Ríos y Liana Navarro, Juan Casanova y Teresa Borja, Mariví Setuain y Ventura Vilarrasa, Ángel Escandell, Flor y Nuria Vilarrasa, Memé Zabala, Silvia Suay, Mimí Carpi, Maity Moroder, Esther Simó, y un largo etcétera de lo más granado de la sociedad valenciana.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.