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VALENCIA (CP/EP). A diferencia de otras muchas personas, François Ozon no recuerda una adolescencia grata, feliz o emocionante, sino "caótica" y "horrible". Por ello, el cineasta se sumerge en esta etapa de cambio en su película Joven y bonita para ofrecer una perspectiva alternativa de el paso a la edad adulta. El filme llega a las pantallas españolas este viernes 7 de marzo.

El director presentó en Madrid su película, un retrato de una mujer de 17 años (personaje interpretado por Marine Vacth) a quien el espectador ve crecer a través de las cuatro estaciones del año. Según ha indicado, estaba cansado de la visión "mágica" que siempre se muestra acerca de la transición entre la niñez y la madurez. Asimismo, afirma que le interesaba mostrar cómo los padres tienden a ver esta etapa como un momento "extraño", en el que además no aceptan la sexualidad de sus hijos.

Además, confiesa que después del filme En la casa sentía ganas de abordar la adolescencia. Por ello, Ozon desvela aquí la vida de una joven que descubre la sexualidad mediante una experiencia extrema: la prostitución.

Preguntado por su opinión acerca de la prostitución, el cineasta francés admite que es una cuestión que le deja un tanto "perplejo" y ante la que no tiene una opinión formada y definitiva sobre ello, aunque tiene claro que la ley debería ir contra "los proxenetas" y no contra las propias prostitutas, al contrario de lo que ocurre en Francia.

Para realizar este retrato, el cineasta habló con muchos policías y de hecho, fue una agente quien le dijo que "la mujer que es prostituta un día lo será siempre". "Me pareció una frase tan agresiva que decidí incluirla en la película, aunque en este caso fue en boca de un cliente", apunta. El cineasta en cambio cree que esto no es así y precisamente de esta forma lo intenta mostrar en su película "Ella evoluciona, sigue un largo trayecto y en su vida fue necesario que le ocurriera eso", indica.

A pesar de esta afirmación, indica que no tiene respuestas. "Yo planteo preguntas. Si tuviera respuestas no sería director, sino psicólogo o político. Lo que me gusta es que cuando alguien salga de la sala de cine siga pensando en ella y que no se olvide inmediatamente", ha señalado.

Los planos de esta película se enriquecen de la música de Françoise Hardy, la cantante francesa que puso voz a la adolescencia durante la década de los años 60 y que le ha servido a Ozon para complementar las imágenes. "Sus canciones románticas y dulces son un contrapeso", señala.

Ozon (París, 1967) debutó con Sitcom, presentado en el festival de Cannes de 1998, a la que siguieron Amantes criminales, Gotas de agua sobre piedras calientes y Bajo la arena. El anterior filme a Joven y bonita fue En la casa, basada en la obra de teatro El chico de la última fila, del dramaturgo español Juan Mayorga.