VALENCIA. Por el momento, no se ve la luz al final del túnel. Las reuniones entre los principales representantes del sector audiovisual y del Consell para evitar la desaparición de la industria audiovisual no conducen a ningún punto.
Los encuentros se están celebrando en secreto en la sede de Vicepresidència, en la calle Caballeros. Normalmente acuden representantes de los productores y de algunas empresas para hablar con la consellera de Educación y Cultura, María José Catalá, y el vicepresidente, José Císcar.
La última tuvo lugar la semana pasada y no se ha traducido en nada. Al igual que los otros encuentros que se han producido con anterioridad, se ha ocultado de la agenda tanto de la consellera como del vicepresidente. De lo que se ha hablado no ha transcendido nada. Lo único, que la duración de algunos de estos encuentros apenas duran diez minutos.
El paro en el sector audiovisual es en estos momentos es del 92%, según los datos que maneja la asociación de productores audiovisuales. Afecta tanto a actores como a técnicos y no existe un mercado privado que pueda absorber en un plazo razonable de tiempo a buena parte de ellos. Tanto la consellera como el vicepresidente son conscientes de la gravedad de la situación en la industria audiovisual y así se lo han transmitido a sus interlocutores del sector.
Tras el cierre de RTVV, en un primer momento se manejó la opción de abrir una ventana en RTVE, una suerte de desconexión regional para que se pudieran emitir productos valencianos y sobre la Comunidad Valenciana en valenciano. Esta propuesta está ahora "prácticamente descartada", según fuentes consultadas por CulturPlaza.com.
Las negociaciones las llevaba la secretaria autonómica de Presidència, Lola Johnson. Recientemente Johnson se encontró con un productor valenciano en el AVE. No le transmitió ningún atisbo de esperanza.
UN PRESUPUESTO BIANUAL DE SIETE MILLONES DE EUROS
La otra alternativa, más viable, pasaba por crear una nueva línea de ayudas al sector destinadas a la realización de productos valencianos. Este plan estratégico, del que no se conocen muchos detalles, tendría un presupuesto bianual de siete millones de euros. Es decir, supondría un gasto muy reducido para la Administración y permitiría reactivar el sector durante dos años. Estaría concebido como una línea de ayudas e implicaría una mayor dotación de la actual a la Conselleria de Cultura.
Tanto Catalá como Císcar se han mostrado partidarios de esta iniciativa y la consellera ha garantizado que lo apoyará. Pero tiene un problema: Debe convencer al conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, quien hasta la fecha se ha mostrado inflexible ante cualquier cambio presupuestario.
Este miércoles la consellera interviene en las Cortes valencianas. Tienes dos interpelaciones. Una en relación a la promoción de las artes visuales, que formula el diputado Josep Maria Pañella, del grupo parlamentario Compromís. La otra, sobre la política general del Consell para garantirza la cobertura informativa en valenciano, que formula el diputado Ignacio Blanco, de Esquerra Unida.
En el sector esperan que en alguna de ellas, Català les mencione y haga alguna referencia a una solución que no hace más que anunciarse pero nunca llega.
Lo que hay es que cerrarlas facultades de Ciencias de la Infromación. Tal vez no seria un engaño, un desembolso y una forma de que los jovenes no pierdan el tiempo. Canal9 RIP. De verguenza. Rita, seguro no la hubiera cerrado
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