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DESMONTANDO MITOS

Israel S.: "Si se rodase una película fiel a la realidad penitenciaria de Picassent sería un aburrimiento"

EUGENIO VIÑAS. 26/02/2014 Un funcionario de prisiones habla con CulturPlaza.com para tumbar mitos sobre la vida en una prisión

VALENCIA. Este mismo miércoles a las 20:00h se celebra en Valencia la sexta edición de Ignite, una reunión de perfiles que exponen algún aspecto relevante de su vida profesional en tan solo cinco minutos. El certamen, con César Gómez-Mora entre sus organizadores, clama por la muerte del PowerPoint y reúne relatos refrescantes, ágiles y que habitualmente permanecen ocultos en la ciudad.

En la quinta edición sorprendieron algunas de las exposiciones, como la de la subtituladota valenciana Begoña Ballester-Olmos o la también sorprendente aparición de Israel S., un funcionario de prisiones en el Centro Penitenciario de Picassent. La figura de este joven abría la puerta a una comunicación a través de un profesional público con ese edificio situado a pocos kilómetros de la ciudad del que, informativamente, los medios tenemos noticia con el cuentagotas de los sindicatos. Poco más.

Sin embargo, Israel S. (su verdadero nombre, ocultando su identidad aunque sin rechaza ser fotografiado para la entrevista para CulturPlaza.com) no tiene ningún inconveniente en ayudar a romper tabúes con respecto a las prisiones. Como ha sucedido en estos mismos espacios, la normalidad entre las partes externa e interna ha mejorado la situación en cuanto a la seguridad y a las posibilidades de reinserción. De hecho, el propio enfoque por la reinserción del preso es el punto de partida de un sistema en el que, según sus palabras, "cuanto más aburrido parezca, mejor está funcionando".

VOCACIÓN

"No conozco a ningún niño que diga que quiere ser ‘carcelero'. Todo el mundo llega aquí porque conoce a alguien de dentro. En mi caso recuerdo el momento en el que lo decidí: llevaba un tiempo empalmando una beca de investigación con otra, cobrando muy mal y echándole más horas que un reloj. No me dolía porque me gustaba, pero un día, en mitad un macropuente del calendario laboral, descubrí qué era tener cinco días seguidos para mí... Mi novia, que trabajaba en prisiones, trabajaba tres días y libraba cinco, como yo ahora, así que decidí opositar y seguir estudiando una vez dentro. Ahora estoy doctorado con especialidad en contaminación de aguas subterráneas a partir de mi ingeniería como agrónomo".

EL PERFIL UNIVERSITARIO DE LOS FUNCIONARIOS DE PRISIÓN

"Es bastante habitual que mis compañeros tengan estudios universitarios o los estén cursando, aunque con el Plan Bolonia y la asistencia se ha puesto difícil...[risas]. Otros se dedican a criar a sus hijos, que es un trabajo a tiempo completo, y algunos aprovechan para desarrollar aficiones como la fotografía, escalar el Himalaya, etcétera. Si bien nuestro salario no es muy abultado, que no lo es, buena parte de la condición salarial es el tiempo libre que da para mucho".

LA PRIMERA VEZ

"La primera vez que entré en Picassent fue como prensa para cubrir el Circuit Rock que organizaba la Diputación de Valencia. Era colaborador de una revista, cuando estaba estudiando. Pasó la cámara de Canal 9 y estábamos allí todos los medios en primera fila.... al día siguiente estaba dando explicaciones en la facultad [risas]. Con respecto a las actividades culturales, cumplen un papel importante. Sirven para que el interno tenga contacto con la sociedad: proyecciones de cine, teatro, conciertos... la verdad es que son menos y es a causa de la crisis, claro".

EN QUÉ MANOS ESTÁ LA CULTURA

"En gran medida, en las asociaciones y ONG exteriores, en su colaboración. Entre otras, Proyecto Hombre, Cruz Roja, Payasos Sin Fronteras y micr-ongs. Son un complemento a nuestro trabajo y la oferta, aunque es la que ellos proponen en cualquier caso, pueden resultar estimulante para los presos".

LA PRIMERA VEZ DEL INTERNO

"El primer ‘lugar' para el interno es el módulo de acceso. Allí le esperan el psicólogo, el educador y el médico que certifican a qué grupo va a pertenecer y en qué estado de salud se encuentra, para que después no haya confusiones. En este espacio puede pasar al menos una semana y de allí pasa a formar parte del pabellón correspondiente a su perfil, una vez evaluado".

LOS ESTADOS DE RECONOCIMIENTO

"El interno pasa por varias fases desde su llegada con respecto a su situación: primero ‘no lo hice', luego ‘lo hice pero no fue culpa mía', después ‘lo hice pero se lo merecía',  y por último, en el mejor de los casos, reconoce la autoría y asume su responsabilidad. El subconsciente nos intenta justificar cualquier cosa que hagamos. Yo he dejado de fumar, que es un tema menor, y sé de lo que hablo...[risas]. A veces los internos se cuentan a sí mismos la misma historia tantas veces que acaban por convencerse de ella".

MITO: CRITERIOS DE ‘SELECCIÓN'

"No se separa por la religión ni por el idioma, se separa por el perfil delictivo y las posibilidades de reinserción. Una vez separados según estos criterios, si que se agrupan algunos de ellos, casi por una cuestión práctica; de entendimiento".

MITO: SUPERPOBLACIÓN Y CELDAS

"Superoblación hay, no es un secreto. Según el reglamento debería haber un interno por celda, pero hay más de uno en un 85% de los espacios, aunque me temo que esos espacios son distintos a los que la gente ha asimilado por lo que ha visto en el cine o en las series. En la Cárcel Modelo de Valencia si que había duchas compartidas, pero ahora todas las celdas tienen su propia ducha. Es una cuestión de higiene. Y economía. Una ducha compartida es un plato de infecciones y poner un plato de ducha en una celda es algo que cuesta muy poco".

MITO: LA HOMOSEXUALIDAD

"Falso. Por supuesto que hay presos homosexuales, como los hay en todos los ámbitos de la vida. Pero la mayoría de presos tiene mujer o pareja en el exterior y derecho a una comunicación íntima al mes (el famoso vis-a-vis), así que no se ven abocados a desfogarse entre ellos como si estuvieran en un barco pirata. Eso sí, lo que hagan dos internos en la intimidad de su celda queda para ellos. En todo caso, suelen ser muy discretos con este tema. La gran mayoría de internos es gente de mentalidad muy machista y no lo ven con ojos muy tolerantes. Mi opinión es que tiene más de leyenda urbana que de realidad". 

LA INVEROSIMILITUD DE ‘CELDA 211'

"Me han preguntado muchas veces por la verosimilitud de ‘Celda 211'. Creo que es una película que tiene algún punto realista si pensamos que está basada en una situación de hace casi 30 años, pero aparecen teléfonos móviles, así que.... Por citar algunas cuestiones, que llegue un funcionario vestido de paisano y entre porque al día siguiente empieza a trabajar allí... no hay por donde cogerlo. Pero, sobre todo, hay una escena sin sentido en la que los funcionarios salen fuera de la prisión armados y se lían a mamporrazos como si fueran antidisturbios en una carga. Cuando cruzamos la puerta de la prisión nosotros no tenemos ninguna autoridad. A veces los compañeros comentamos que si rodasen una película fiel a lo que es la vida en una prisión, como Picassent, sería tremendamente aburrida".

‘ORANGE IS THE NEW BLACK', LA SERIE

"Hay algunas escenas que me parecen bastante realistas. Hay situaciones chuscas, cotidianas, a veces absurdas, ¡pero es que somos trabajadores cualesquiera! Es realista que los presos trabajen en la cocina y que el aburrimiento esté valorado. Intento no ver cine ni televisión sobre penitenciarías... dan mucha risa".

EL MUNDO EXTERNO, REFLEJADO

"La conexión con el mundo exterior es muy importante para los internos. El hecho de poder disfrutar de permisos ha cambiado el espacio para la reinserción. Además, no existe una desconexión del mundo que en otro tiempo podía hacer inútil socialmente al interno, por así decirlo, que salía del centro años más tarde".

LA CÁRCEL, AUTOSUFICIENTE

"Teóricamente, somos en gran medida autosuficientes. Los internos arreglan una bombilla o un váter atascado, lo que sea. Las cámaras de vigilancia, claro está que no. Con la alimentación igual, nos autogestionamos en gran medida. Más allá de lo que les llega a los presos del exterior, se genera toda la actividad con recursos internos, aunque obviamente tampoco tenemos una fruta con la que dar de comer productos frescos a todos".

MITO: LA CRISIS AUMENTA EL NÚMERO DE PRESOS

"La cárcel es un invento moderno, del siglo XVIII. Para el Estado es caro tener a una persona, porque aunque ni mucho menos sea un hotel de 5 estrellas, hay muchos empleados públicos a su alrededor. Siempre que haya una medida alternativa para que haya menos población en prisión, la llevará a cabo. Se potencia la expulsión de internos a sus países de origen a través de convenios, por ejemplo, o políticas alternativas de reinserción, pero en cualquier caso el número de presos está bajando, aunque no sabría decir en qué porcentaje exactamente".

MITO: DELINQUIR PARA INGRESAR EN PRISIÓN VOLUNTARIAMENTE

"No conozco a nadie que lo haya hecho. O mejor dicho, conseguido. Recuerdo el caso de unos inmigrantes vietnamitas que trabajaban en negro en un restaurante chino. Como no tenían dinero, le pegaron a un policía. Cuando descubrieron el propósito los soltaron. No iban a llegar más lejos que eso. Deben seguir por Valencia o por España porque la administración en un caso así no los va a meter en un centro penitenciario".

MITOS: LOS PRESOS DE ETA

"Son un subgrupo muy particular. Tienen un primer grado, pero no lo es estricto como el de un psicópata. Evitan todo contacto con la institución. Para ellos no existen los cursos de reinserción porque se consideran presos políticos. Luego pueden jugar al parchís con otros internos, pero con el funcionario y con la institución la relación es muy distante".

TELE SÍ, INTERNET NO

"Televisión o proyecciones de cine, puntualmente sí hay, porque también se intenta que el preso cuando salga al pasar 5, 10 o 20 años pueda adaptarse al mundo. Internet no hay, ni fijo ni móvil. La mayoría no tiene medios, pero hay una parte por la que sería bastante peligroso permitir que hubiera comunicaciones con el exterior ya que daría pie, entre otras cosas, a elaborar de una forma más sencilla un plan de fuga. Aun así, la época de los motines está bastante superada".

LOS 80, LA ÉPOCA DE LOS MOTINES

"La época de los motines fue la de los años 80. Que hubiera una galería con 500 o 600 personas de diferentes perfiles delictivos no ayuda a controlarlo. Tampoco existe el problema de la heroína, que en algunos casos convertía a muchos internos en personas con problemas esquizofrénicos y similares, difíciles de mantener en esas comunidades mucho menos controladas que las de ahora. En cualquier caso, hay dos aspectos diferenciales que han cambiado esto: la vida en la prisión tiene conexión con la vida en el exterior, con trabajo, horarios y unas condiciones de comida y básicas que ahora son muy distintas. En todo esto hay que destacar la llegada de la figura del juez de vigilancia, que vela como un tercero ante las reclamaciones de los presos. Antes tenían sus derechos, pero no una persona que los defendiera dentro del centro penitenciario".

LA RELAJACIÓN SOBRE LA FUGA

"Hay mucha responsabilidad con respecto a los otros compañeros. Tu relajación no está solo ligada a tu propia seguridad, sino a dejar que pueda sucederle algo a otro. Si lo hay, se llama la atención con tranquilidad porque no puede haber relajación al respecto, aunque no existan ese tipo de fugas".

CÓMO SE FUGA UN INTERNO

"Escalando el muro ya no. Creo que hace 15 años pasó por última vez, de forma aislada. Ahora, lo normal para alguien que quiera hacerlo, es esperar un permiso penitenciario y no volver. Esa es la forma más común de fuga en España".

PRESOS ATÍPICOS, ¿TRATAMIENTO ATÍPICO?

"Lo normal estar condenado por tráfico de drogas o robo con violencia. ¿Atípicos?, los hay: testaferros, delitos financieros, piratería, pedofilia... Sea cual sea el punto de partida, se intenta que todos hagan a los cursos de capacitación, aunque no están obligados a ello. Si van mejorando en esta formación van siendo ‘premiados', por así decirlo: pueden tener un trabajo como fontanero, por ejemplo, o salir a ver una película al patio".

¿TRADUCTORES?

"A nivel diario, la buena intención de los funcionarios con los presos funciona. A veces toca buscar a otro interno del mismo país que hable inglés, pero no puedes pedir un traductor para cualquier cosa. La Administración facilita cursos a través de sindicatos, pero no es algo obligatorio para el puesto de trabajo. Se tienen en cuenta de cara a un ascenso importante, eso sí".

LOS OBJETIVOS DEL ESTADO

"Son tres: castigar al delincuente, prevenir el delito y reinsertar al delincuente. Sobre todo, en la actualidad, los dos últimos son los principales; por igual. La prevención es en gran medida hacer entender a la sociedad que hay un castigo para las agresiones a los derechos de otros. Y con respecto a la reinserción, desde mi experiencia, creo que es posible, pero es muy difícil. En los casos del delincuente común la propuesta a veces es: pasa de levantarte cuando te de la gana y tener dinero más o menos fácil a levantarte a las 7 de la mañana, cumplir unos horarios estrictos 7 días a la semana y cobra una minucia en el mejor de los casos. Y depende de tu entorno social, cuando regresas, aunque hayas progresado en este sentido va a ser muy difícil seguir el nuevo modelo".

BATALLITAS DE LOS FUNCIONARIOS VETERANOS

"Todos cuentan que entraron pensando que sería un tiempo y llevan 35 años allí. El régimen de vida antes era más duro, así que tienen batallitas que contar, pero ahora se alegran de que el ambiente esté más tranquilo. El estilo de prisión que ellos han vivido es más parecido al que se puede ver en películas como ‘El vaquilla', en la que el perfil del delincuente habitual estaba ocupado por personas devastadas por la heroína y algunas otras drogas".

EL PAPEL DE LOS MEDIOS

"La cárcel es la gran desconocida y de ahí que me atreviera con la charla de IgniteVLC. La sociedad no conoce el funcionamiento ni el ambiente, y puede ser en gran medida porque no le interesa. Los medios tienen un papel contraproducente a menudo, porque la noticia es lo negativo y eso en el sentido del centro penitenciario no nos hace mucho bien. La noticia, por ejemplo, es que un hombre ha matado a su mujer, por desgracia, en mitad de un permiso. Y ahí acaba toda la información sobre un centro penitenciario".

Y SI VES AL PRESO POR LA CALLE...

"Te saludas, normalmente. Si le ves vestido de civil, te alegra ver que hay cierta normalidad y es una satisfacción, creo. El trabajo que te ha tocado hacer, aunque sea una parte pequeña del engranaje, parece que ha podido ayudar en algo a esa reinserción".

EL FUTURO DE LOS CENTROS PENITENCIARIOS

"El futuro del sistema de prisiones es abrir nuevos centros, seguro. Por otro lado, la inclusión de seguridad privada en las cárceles es un rumor constante, que se ha probado en algunas ocasiones. Es una posibilidad, sobre todo para las funciones que no incluyen contacto con el interno: vigilancia exterior, que ahora mismo es un papel que desempeña la Guardia Civil, y videovigilancia, que si es un rol que ejercen los funcionarios. Sin duda, hacer esto con medios privados es mucho más barato para el Estado, porque esos trabajadores subcontratados seguro que no van a tener las mismas condiciones laborales que tenemos nosotros. El resultado, la profesionalidad o la seguridad, es algo que no sabría valorar".

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