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EL MARTES, ANIVERSARIO

IVAM: 25 años y mucha incertidumbre

CARLOS BAZARRA / EFE. 15/02/2014



VALENCIA (EFE).- El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) celebrará el próximo martes sus primeros veinticinco años de vida con una exposición retrospectiva que será inaugurada por la reina y el deseo de regresar a la senda expositiva que le situó como un referente en España y el extranjero del mejor arte contemporáneo.

La reina fue precisamente quien inauguró, aquel 18 de febrero de 1989, un ambicioso museo para las artes más modernas que nacía en el barrio más viejo de Valencia bajo la supervisión artística de Tomás Llorens -entonces director del Centro de Arte Reina Sofía- y Vicente Todolí y siendo conseller de Cultura el socialista Cipriano Císcar, hermano de la actual directora del IVAM, Consuelo Císcar.

Creado por ley en 1986 como el primer museo de titularidad autonómica de arte moderno y contemporáneo, el IVAM-Centre Julio González ocupaba un edificio de nueva planta de 17.000 metros cuadrados -ahora presume de tener 18.200- en un entorno urbanístico (el barrio del Carmen) entonces muy degradado, con nueve galerías destinadas a exposiciones permanentes y temporales, siendo la más relevante la dedicada a Julio González.

Este escultor (Barcelona, 1876-París, 1942) ha sido desde entonces el pivote sobre el que ha girado la colección permanente y la filosofía museística del IVAM, que cuatro años antes de su inauguración había adquirido ya, por 400 millones de pesetas, un valioso y completo núcleo de sus dibujos y esculturas.

Aquel histórico día, la reina visitó también la Galería del Informalismo Español de postguerra, con obras de Saura, Tàpies y Chillida; la sala dedicada al cartelista José Renau, pionero de la vanguardia artística valenciana de los años 30; y la Exposición Antológica del Equipo Crónica en la que tuvo como guía de lujo al único miembro superviviente de este grupo, el pintor Manolo Valdés.

También se interesó por la exposición permanente del pintor impresionista Ignacio Pinazo, cuya colección también había comprado el IVAM.

Este museo nacía, dirigido por Carmen Alborch -a quien luego sucedió Kosme de Barañano-, con un ambicioso presupuesto de más de 2.500 millones de pesetas y las autoridades de la época no dudaban en encumbrarlo como buque insignia de la inversión cultural de la Generalitat valenciana -gobernada entonces por Joan Lerma- bajo la bendición del Ministerio de Cultura de Jorge Semprún.

La idea era que el IVAM, una vez completado su proyecto urbanístico -que pasaba por rehabilitar edificios contiguos del casco histórico situado junto al antiguo cauce del Turia-, se situara en el tercer puesto en importancia en el contexto nacional y en el primer lugar mundial en cuanto a la colección de obras permanentes de Julio González.

Los siguientes meses acogieron ya exitosas exposiciones de Antonio Saura, Sorolla, Juan Gris, Picasso o las vanguardias europeas y el IVAM se fue convirtiendo tanto en una codiciada plaza donde exponer como, también, un actor con ganas de protagonismo internacional en el negocio del arte.

Con "el conocimiento, tutela, fomento y difusión del arte moderno y contemporáneo" como objetivo, el IVAM amplió su oferta expositiva con la Sala de la Muralla, ubicada en los sótanos del edificio que conserva restos de la antigua fortificación medieval de la ciudad, y encargó, en 2003, una futurista idea para ampliar la superficie y crear una "piel de acero" que recubriera completamente el museo.

Aquel quimérico proyecto de los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa costaba 45 millones de euros y a día de hoy, sigue aparcado.

Las salas del IVAM han acogido en estos años exposiciones de algunos de los nombres nacionales y extranjeros más laureados, populares y cotizados del arte contemporáneo. Más de diez millones de visitantes han contemplado sus obras.

Para la exposición que inaugurará el martes la reina, el IVAM se ha volcado reuniendo más de 400 piezas, algunas de ellas nunca exhibidas, que explican cronológicamente la evolución del arte del siglo XX en la colección del museo.

Esta institución ha sufrido en los últimos años los rigores de los recortes presupuestarios y, también, las polémicas sobre la política de compras de obras arte por parte de Consuelo Císcar, entre ellas la que le salpicó por la investigación judicial de blanqueo de capitales donde estaba implicado el galerista Gao Ping.

Sin ser ya aquel buque insignia de la política cultural de la Generalitat y esforzándose por exprimir su valiosa y heterogénea colección permanente, el IVAM aspira volver a situarse como referente museístico del mejor arte moderno

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