-Desde los últimos meses somos optimistas con la renta variable. Pensamos que es el activo que más potencial ofrece en el medio plazo, dado los múltiplos a los que cotiza tanto por PER histórico, rentabilidad por dividendo y valor en libros. Dentro de la renta fija, los bonos corporativos ya han obtenido revalorizaciones excepcionalmente buenas y el recorrido ya es limitado; el 'high yield' -bonos de alto rendimiento- también ha reducido enormemente sus spreads o diferenciales; mientras la deuda soberana está excesivamente cara. Por tanto, deberíamos asistir en los próximos meses a un trasvase de flujos de estos activos a las bolsas, a medida que los inversores vayan recobrando la confianza en la renta variable.
-¿Se muestran optimistas con la nueva temporada de resultados de las cotizadas españolas?
-En general sí, pero teniendo en cuenta que los crecimientos trimestrales de los beneficios por acción (BPAs) van a ir estrechándose, dado que ya asistimos a grandes crecimientos en 2009 y también en el primer semestre del presente ejercicio. Por sectores matizaríamos tres aspectos: en el bancario, unas mayores provisiones aprobadas por el Banco de España y menores márgenes de intermediación pueden afectar negativamente a la banca mediana; encuanto a las utilities o empresas relacionadas con la prestación de servicios públicos, tenemos dudas en cuanto a la regulación del déficit de tarifa; y, por último, en cuanto a las telecomunicaciones (Telefónica), vemos un buen entorno y visibilidad del sector. En todo caso, el mercado ya descuenta todos estos factores, así como una mejora de los resultados.
-¿Por qué no terminan de animarse los pequeños inversores para entrar en bolsa a la vista de los flojos volúmenes que se negocian?
Básicamente por dos factores. Por un lado, los depósitos a extra tipos están siendo una clara alternativa para los inversores particulares. Los bancos siguen necesitando recursos de balance y continúan ofreciendo imposiciones muy por encima del interbancario. Por otro lado, el nivel de aversión al riesgo del inversor sigue siendo muy alto. Después de caídas de máximo a mínimo de los mercados del 50-60%, los inversores necesitan de medía dos o tres años para recobrar la confianza en las bolsas. Deberíamos asistir en la última parte de este año y, sobre todo, en la primera de 2011, tal y como decíamos anteriormente, a una mayor entrada de dinero en la renta variable.
-¿A qué achaca a la fortaleza actual por la que atraviesa el euro?
-Dentro de esta 'guerra de divisas', dónde todas las economías quieren ver debilitadas sus monedas para aumentar sus exportaciones, el euro es el que está siendo más perjudicado. A nuestro juicio, lo que realmente está en juego es la balanza comercial USA-China, es decir, si el gobierno chino al final cederá a las presiones americanas para apreciar su moneda en torno a un 10%, el resto de monedas se ajustarán a esta nueva situación. Otro dato a tener en cuenta es el anuncio del segundo 'Quantitative Easing' -'relajamiento cuantitativo' o medidas excepcionales de política monetaria-, por el que Estados Unidos seguirá con su programa de estímulos. Por tanto, aumentando su oferta monetaria y debilitando su moneda.
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