LIDIA MASERES. 14/10/2010 O por lo menos durante una temporada. El viaje propagandístico organizado ayer por el ministro de Fomento con invitados de lujo como el presidente Camps o la alcaldesa Rita Barberá acalló durante unas horas la agresividad polítia entre Gobierno y Generalitat

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VALENCIA (VP). Los encontronazos que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y su equipo mantiene con el titular de Fomento, José Blanco, se desvanecieron ayer durante unas horas. Ambos, acompañados por decenas de personalidades, compartieron tren durante algo más de 30 minutos y calificaron de "éxito colectivo", la llegada del AVE a Valencia.

Las buenas palabras del primero y las promesas de inversión en la Comunitat del segundo chocaron con el plantón del alcalde de Castellón, Alberto Fabra, al primer viaje de pruebas con pasajeros desde el túnel de Hoya de Roda (Cuenca) a la nueva estación Joaquim Sorolla de Valencia. Además de varias fotos con sonrisas postizas y herméticas entre los miembros del Gobierno central, autonómico y local, el día de ayer dejó en el aire muchos compromisos para los valencianos.

Atrás quedaron las declaraciones del conseller de Infraestructuras, Mario Flores, que ha repetido en varias ocasiones que no hay AVE que valga si el tren no llega a las tres provincias valencianas a la vez. Y las del alcalde de Castellón, quien ayer se negó a hacerse la foto oficial con Blanco hasta que la alta velocidad no tenga una fecha fija para su llegada a la provincia. Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y un gran número de miembros del Consell, olvidaron temporalmente las críticas al Gobierno de Zapatero para celebrar, todos juntos, la nueva infraestructura.

Tras coincidir con el "éxito colectivo" de Blanco, el jefe del Consell aseguró a su llegada a la estación provisional de Valencia que los 5 millones de valencianos "ven hoy [por ayer] cumplida una reivindicación histórica que, por fin, se ha hecho realidad". "A partir de ahora, la historia de España se escribe de forma completamente diferente porque las infraestructuras cambian la fisionomía de los territorios y dan opciones de riqueza e inversiones", acertó a afirmar el presidente. Asimismo, aprovechó el acto para reclamar el AVE para Castellón y Alicante y una fuerte inversión para el Corredor Mediterráneo.

El ministro de Fomento también aprovechó, como el resto de los presentes, para marcarse un tanto. Tras las peticiones de Camps, Blanco se comprometió con la Comunitat a invertir más de 1.600 millones de euros, hasta 2012, en el impulso del Corredor Mediterráneo por considerarlo "vital", y otros 558 para acercar la alta velocidad a Alicante. Sobre las adjudicaciones para el AVE de Castellón dejó en el aire una fecha, el año 2014.

"EL ÚLTIMO VAGÓN"

Entre tantos buenos gestos y palabras, la guinda la puso el vicesecretario de Comunicación del PP y diputado valenciano, Esteban González Pons. El popular no hizo mención al AVE ni lo reclamó para las otras dos provincias valencianas, no. González Pons aprovechó el encuentro para criticar que Blanco le colocara en el último vagón.

"Blanco ha organizado el protocolo de modo que el secretario regional del PSOE valenciano va en el primer vagón y el vicesecretario general nacional del PP en el último, afirmó en un comentario colgado en su página personal antes de que terminara el trayecto de prueba. "Da igual" porque ese último vagón "va lleno de buena gente del PP con los que se ha hecho una foto", dijo. Él, en cambio, no salió en la instantánea oficial.