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VALENCIA. Este fin de semana vuelve The Walking Dead con el doble reto de seguir siendo la ficción para adultos más vista (sólo en EEUU, 12 millones de personas vieron el último capítulo) y mantener a salvo a sus protagonistas. Pero el fenómeno zombie es algo más que una moda, es toda una subcultura en la que, a veces, es difícil distinguir la ficción de la realidad. Basándonos en las fuentes más autorizadas, Valenciaplaza plantea una guía con diez claves para salir vivo de un invasión de muertos vivientes.

1. ¿A qué  nos enfrentamos?: Un zombie es, ante todo, un enfermo. Según Bradley Voytek y Timothy Vestynen, neurocientíficos de la Universidad de Berkeley, padecen un "trastorno hipoactivo de déficit de conciencia" o CDHC por sus siglas en inglés. Las características de esta dolencia son "la pérdida de conducta racional, voluntaria y consciente y su sustitución por una agresión ilusoria / impulsiva, una atención dirigida por estímulos, la incapacidad de coordinar las conductas motoras y lingüísticas y un apetito insaciable por carne humana".

2.- Primeros pasos: Cuando empiece la invasión, los primeros momentos son cruciales.  Hay que empezar a matar desde el minuto 1. Como demostraron los alumnos de la Universidad de Ottawa (Canadá) en su estudio "¡Cuando atacan los zombies!: Modelo matemático del estallido de una infección zombie" la única posibilidad de vencer a los muertos vivientes es matarlos a un ritmo mayor del que se reproducen. Si en una semana no se ha parado la invasión, date por mordido. Incluso en caso de que exista un antídoto, el escenario más optimista es el de una coexistencia en la que los no-infectados estarán en minoría.

3.- Conoce a tu enemigo: Según el investigador del Zombie Research Society Paul Pimsleur comprender la CDHC es importante ya nos puede ayudar a sobrevivir. Por ejemplo, tienen problemas de movilidad así que salir corriendo siempre es una opción. Además los daños cerebrales les provoca amnesia (así que si te escondes irán a por otro) o que sean muy fáciles de engañar (lanzar un piedra contra un cristal puede hacer que cambien de objetivo). Además, padecen ataxia (descoordinación de los movimientos): imita su forma de andar y no te detectarán.    

4.- ¿Qué arma elegir?: Un ataque zombie no es un videojuego en el que se ganan puntos por matar bichos, el objetivo es seguir vivo. En The Walking Dead hay de todo: pistolas, rifles, katanas, martillos, machetes... Según el fundador de la Zombie Research Society, Matt Mogk, las armas de fuego son efectivas, pero el ruido atraerá a más y hay que recargarlas (si tienes munición); la katana es difícil de manejar y un corte te puede infectar y mandarte al otro bando; el martillo obliga a acercarse demasiado... Su consejo: un machete o un bate de béisbol. Pero lo mejor es estar bien surtido y utilizar cada una según aconseje el momento.

5.- ¿Dónde ir?: Hay lugares que todos los expertos coinciden en señalar como seguros pero hay un problema: son pocos, de difícil acceso y con escasa capacidad. La Zombie Society Research considera que desde que empieza el brote hasta que se hace incontrolable podría pasar hasta un mes. Huye a una zona poco poblada. Los bosques son un buen lugar ya que se puede conseguir escondite, alimentos y permite desplazarse a otro lugar cuando las cosas se ponen mal. Recuerda llevar sólo lo que queda en una mochila.  Los peores sitios, según Max Brooks (Guerra Mundial Z, Zombie - Guía de Supervivencia), son los centros comerciales, supermercados, iglesias y hospitales. Son los primeros que se llenarán (así que los muertes vivientes acudirán como moscas a la miel) y no están preparados para un ataque zombie

6.- Antes de salir corriendo: El peor error es esperar a que empiece el estallido para hacer algo. Según el CDC (Centro de Control de Enfermedades de EEUU) es importante tener listo desde ya un kit de supervivencia preparado para salir corriendo y sobrevivir los primeros días. Tiene que incluir alimentos no perecederos, los documentos más importantes (pasaportes, DNI, permiso de conducir...), agua (tres o cuatro litros por persona y día), algunos objetos útiles (navaja suiza, radio, pilas, linterna...),  un botiquín, algo de ropa y el saco de dormir. Además, necesitas un plan: dónde encontrar ayuda (comisarías, bases militares, bomberos...), un punto de reunión para reencontrarte con los tuyos y una ruta de evacuación. Aquí hay una guía útil con más consejos.

7.- Sólo no puedes...: Con amigos sí. Ya lo decía La Bola de Cristal y el consejo sigue tan vigente como en los 80. Existen varias asociaciones (principalmente americanas) que ya se están organizando para el Día Z. Tienen gente lista para dar la alerta y están preparados para cualquier cosa. Recuerda, es más fácil defenderse si no estás solo. Puedes apuntarte al Zombie Survival Group o, en España, apuntarte al Survival Zombie 2014. Tampoco está de más revisar Zombieland, incluye 32 consejos prácticos contados por expertos o apuntarte a un curso especializado.

8.- La cuestión legal: Si no están vivos y tampoco están muertos ¿tienen derechos? Entidades como la Zombie Rights Campaign (Campaña pro-derechos de los zombies) o la PETZ (Ciudadanos por un Tratamiento Ético a los Zombies, que cuenta a Michael Jackson entre su miembros), dicen que sí. Creen que, simplemente, son víctima del desconocimiento de su situación y el rechazo que causa su enfermedad. También, hay cuestiones importantes, como si se debe tratar igual a un infectado que a una víctima del vudú o un resucitado. Recuerda: eres un superviviente, no una abogado. Mata, y si tienen algún problema, que denuncien.

9.- ¿Es para tanto? Por supuesto, siempre es mejor prevenir que curar, pero hay que tener en cuenta que los zombies no las tienen todas de su lado. Según la revista Cracked.com los muertos vivientes tampoco lo tendrán fácil. Por ejemplo, se tendrán que enfrentar a todo tipo de depredadores (desde perros a gusanos que se los irán comiendo), el clima les afecta (el calor aumenta la putrefacción y el frío les paraliza), morder es una forma poco eficaz de transmitir una enfermedad, acumulan daños (no puede curarse ni una herida pequeña), y existen muchas barreras naturales (como las montañas o las islas) que los humanos pueden aprovechar.

10.- ¿Estás preparado? No esperes al Día Z para saber si estás listo. Pon a prueba tus conocimientos en este sencillo test o en este otro. Si no pasas, revisa nuestros consejos.