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VALENCIA. Los depósitos de los hogares españoles alcanzaron al cierre de 2013 su nivel más alto de toda la serie histórica del Banco de España que se remonta a 1989. Nada más y nada menos que 743.127 millones de euros, un 20% desde que arrancó la crisis actual a finales de 2007 y prácticamente un 50% por encima de los 395.664 millones de euros de hace una década, según los datos recabados por este diario de la web del organismo regulador gobernado por Luis María Linde.

El conservadurismo ahorrador de las familias españolas ha alcanzado cotas inimaginables en los últimos tiempos hasta el punto de que los depósitos representan ya prácticamente la mitad del total del ahorro, tal y como se reflejaba en el último barómetro de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Tal porcentaje equivalía a 877.952 millones de euros frente a 1,80 billones del volumen total.

Tampoco nunca antes se había alcanzado una cifra similar, que deja bien a las claras que las familias buscan asegurar sus inversiones y más todavía en estos tiempos de crisis.

FONDOS Y SICAVS

Ni la desaparición de los llamados 'superdepósitos' bajo las directrices 'sugeridas' por el Banco de España, ni los bajos tipos de interés que ofrece la banca han mermado los volúmenes.

De ahí que depósitos, fondos y sociedades de inversión -como las sicav- se hayan visto favorecidos elevando considerablemente sus patrimonios.

Una circunstancia que también se ha reflejado sobre los fondos de inversión extranjeros, puesto que ayer mismo Inverco informó que el patrimonio de estas IIC se disparó un 22,6% a lo largo del pasado ejercicio hasta los 62.000 millones de euros. Síntoma evidente de que la confianza sobre España va a más ante la incipiente mejora constatada -y alabada- por los grandes organismos económicos mundiales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Banco Central Europeo (BCE).

AUMENTA LA RENTA FAMILIAR

Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de Valencia, investigador del IVIE y colaborador del CUNEF, también va en esa línea de mejora económica para justificar este hito histórico. "Después de nueve trimestres consecutivos de caída del PIB, volvió a crecer en el tercer y cuarto del pasado año aunque a tasas muy pequeñas. Por tanto, pasar de caer a aumentar la renta permite ahorrar más y una parte va a los depósitos bancarios".

Asimismo, este reputado economista recuerda que "en diciembre de 2013 no hubo supresión de la paga extra de los funcionarios a diferencia de lo que ocurrió en 2012, lo que también permite aumentar la renta disponble y, por tanto, el consumo y el ahorro".

TASA DE AHORRO

La recuperación de la tasa de ahorro de los hogares durante el pasado año se materializó precisamente en depósitos bancarios, lo que a juicio de Maudos "puede explicar también el aumento de los depósitos de los hogares" después de sufrir el efecto de las 'recomendaciones' del Banco de España a las entidades para no extratipar los depósitos.

"Ello procovocó que mucha gente moviera su dinero a inversiones alternativas como los fondos de inversión, pero hoy por hoy los ahorradores son conscientes del nivel de bajos tipos de interés existentes por lo que ya no retiran depósitos en demasía", añade.

PRINCIPAL AHORRO DE LOS ESPAÑOLES

Y no le falta razón porque los depósitos se han convertido en el principal ahorro de los españoles, según lo advertía la pasada semana la última encuesta publicada por EFPA España y realizada entre planificadores financieros donde el 86,5% de los ahorradores mantenía su firme apuesta por los depósitos. La seguridad que ofrecen explica la predilección que muestran los ahorradores españoles por este producto, incluso en un entorno de merma de la rentabilidad advertía la Asociación Europea de Asesores Financieros.

En este sentido, los ahorradores españoles priman la seguridad por encima del resto de características a la hora de elegir un vehículo de inversión determinado.

RENTABILIDAD Y LIQUIDEZ

El nivel de riesgo del producto se sitúa por delante de la rentabilidad, la liquidez y la comprensión del producto, mientras que las cuestiones relacionadas con la fiscalidad quedan relegadas a un último plano.

Sin embargo, el 86,5% se sitúa por debajo del 90% que arrojaba la anterior encuesta realizada en junio de 2012, precisamente meses antes de que el Banco de España limitara la rentabilidad de los superdepósitos, con el objetivo de acabar con la llamada 'guerra del pasivo' entre las entidades.

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