MADRID (EP). En las familias numerosas los hijos más pequeños no siempre pueden captar toda la atención de los padres que necesitarían, pero una buena relación con sus hermanos mayores podría compensar este déficit, según un grupo de científicos de la Universidad de Toronto (Canadá), que ha visto que estos son clave para su desarrollo del lenguaje.
Estudios previos ya habían demostrado que los niños de las familias numerosas suelen puntuar peor cuando se mide su nivel de vocabulario y su coeficiente intelectual, en comparación con los que proceden de familias más pequeñas.
"Siempre se ha visto que, cuanto más grande sea la familia los niños presentan más estas carencias, lo que está asociado a una falta de recursos, según ha reconocido la autora principal del estudio, Jennifer Jenkins, que pertenece a la Cátedra Atkinson de Educación y Desarrollo Infantil Precoz y ha publicado los resultados de su trabajo en la revista 'Pediatrics'.
Por ejemplo, ha apuntado, cuando una pareja tiene un segundo hijo hace que la atención que dedican los padres al primero deba dividirse en dos. Sin embargo, añaden, los hermanos mayores pueden ayudar a sus padres en esta tarea, como vieron tras analizar 385 familias con niños pequeños en las que había un hermano al menos cuatro años mayor.
MEJOR EN FAMILIAS MÁS PEQUEÑAS
Las madres y los hermanos mayores tenían que calificar su relación con el hijo pequeño y, entre otras cuestiones, ver hasta qué punto solían ayudarles y premiarles cuando hacían algo bien. Paralelamente, también se analizó el vocabulario del hijo pequeño, mostrándole imágenes de objetos cuyo nombre debían decir en voz alta.
Los investigadores encontraron que, como ya se esperaba, los niños con muchos hermanos tenían una menor puntuación en la prueba de vocabulario, en comparación con los que tenían familias más pequeñas.
Pero los niños de familias numerosas cuyos hermanos mayores daban mayores puntuaciones a su relación fraternal también obtuvieron mejores resultados en la prueba, en comparación con quienes estaban más distanciados de su hermano.
La asociación entre la llamada sensibilidad cognitiva de un hermano mayor y la puntuación de su hermano menor se mantuvo firme incluso cuando los investigadores también disgregaron los datos por parámetros como género o diferencia de edad.
Jenkins asegura que el próximo paso será desarrollar un programa que anime a los hermanos mayores a llevarse mejor con sus hermanos y hermanas más pequeños e implicarse en su educación, para ver si así mejoran sus capacidades cognitivas. "Hay que fortalecer estas relaciones", ha concluido.
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