VALENCIA. En tiempos con tantas preocupaciones, liberar la mente y soñar en un paraíso donde perderse puede servirnos de catarsis tras azarosos años de vaivenes terrenales. Para unos sería una exótica playa de arena blanca y agua cristalina, para otros una solitaria cabaña de montaña rodeada de exuberante naturaleza y, para los adictos a la adrenalina, rincones de infarto desde donde practicar deportes imposibles en condiciones extremas.
Para Óscar Noguera es soltar las amarras y precipitarse con decisión unos muchos metros de profundidad bajo el agua para instalarse en un lugar de delicioso ritmo pausado y desde donde todavía la capacidad de sorpresa, la buena, existe. Elevado al estatus de rareza por ello, Noguera es una de esas especies extrañas que tienen la oportunidad casi todos los días del año de evadirse de los avatares de la superficie en su particular y acuático edén, el mar.
Buzo profesional, se mudaría si pudiera "a una casita en el fondo del océano como Bob Esponja". Y es que, el mar, al igual que para esa viviente y porosa esponja submarina de intacta sonrisa, es su vida. Y como una pasión lleva a otra, hace menos de un año se montó un centro de buceo ubicado en Denia dedicado a todo tipo de actividades subacuáticas.
"Siete mares nació de la ilusión de tres amigos que tenían ganas de bucear y no nos lo podíamos permitir. Queríamos convertir nuestra pasión en nuestro modo de vida y con la idea de enseñar el mar al mayor número de personas, para que así se puedan concienciar del tesoro que tienen y ayuden a mantenerlo. Considero que es un regalo que le doy a la sociedad."
Un regalo generoso por el que ya se han puesto a remojo más de 1000 alumnos. Aún así, Noguera insiste en la poderosa razón de compartir su hobbie bajo el mar. "A la hora de facturar no somos ni de lejos El Corte Inglés pero ese no es quid de la cuestión. No hago esto por dinero, lo hago porque me encanta y quiero ponerlo al alcance de todos los públicos. Al final, en la vida, si no eres feliz con lo que haces, ¿qué importa el dinero que tengas?", suelta como una bofetada de realidad lógica a la que a él le ha resultado sencillo detectar.
Todo comenzó en las Fuerzas Armadas donde aprendió la técnica de buceo y realizó media docena de misiones internacionales surcando como pez en el agua por casi todas las misteriosas e impresionantes profundidades acuáticas del mundo obteniendo todos los niveles de buceo. "En el último periodo de mi vida he pertenecido también a la Unidad Militar de emergencias donde he mejorado mi formación como buceador y he tocado la rama del buceo de rescate. Un equipo, por cierto, que hace una labor, muchas veces desconocida, pero que gracias a ellos se salvan vidas en el mar todas las semanas", añade.
Dotado de unas condiciones y voluntad óptimas para esta actividad, aunque Noguera es un fiel defensor de la belleza del fondo marino mediterráneo, Siete Mares ha organizado el ICE DIVER, la mayor concentración de buceo bajo hielo de España para el próximo 8 y 9 de febrero en Panticosa para el que ya hay alrededor de 100 buceadores inscritos.
Una actividad pionera en su sector con la que Noguera vuelve a sacar a flote su indescriptible entusiasmo por ese mar que tanto ama y que le catapulta incluso a las orillas más exóticas y las aventuras marinas más complejas: "Los máximos peligros a los que nos podemos enfrentar son los relacionados con la temperatura. La congelación es siempre el máximo riesgo cuando estás bajo hielo. Si el traje sufre algún percance es importante salir cuando antes al exterior, pero contamos con un equipo muy bueno y aunque siempre exista un mínimo riesgo, todo está muy controlado."
COMPROMETIDO CON LA CONSERVACIÓN DE LOS FONDOS MARINOS
Sobre los fondos marinos Noguera opina que "a pesar de no estar muy explotados, si mal conservados aunque en la actualidad ha mejorado mucho la conciencia medioambiental". En este sentido, Siete Mares es una de las empresas que más está luchando por la conservación de los fondos. El año pasado organizó una actividad de limpieza en la Malvarrosa y este año tienen previstas varias más.
"La limpieza de fondos marinos de la Malvarrosa tuvo muchísimo éxito de participación. Logramos que participaran 450 buceadores y clubes de Valencia demostrando que el submarinismo es un deporte que, además de estar concienciado con el medio ambiente, es para todos los públicos y sobre todo, que está ahí siempre aunque sea minoritario. Por eso no deben de marginarnos y ponernos las mismas facilidades para practicarlo".
Noguera también repasa, a colación de su implicación en los deportes acuáticos, la situación de la pesca submarina: "es una de las prácticas más exigentes, duras y ecológicas del mundo". Considera que "la falta de especies en nuestras aguas no es debido precisamente a este tipo de pesca".
Así, a la sombra de su traje de neopreno, botella de aire y aletas, Noguera proyecta la imagen de hombre solidario, apasionado por los retos, sin ese mar de dudas habitual en el resto de mortales a la hora de tomar decisiones, sin esa mentalidad idealista que sólo se queda en la superficie.
Noguera guarda dentro de sí otro mar, profundo, relajado, sin rumor de olas siquiera, aventurero, ávido por compartir y sin caídas que duelan pues al descender en picado, al contrario que muchos piensan, también se encuentra un estado natural de felicidad. Será que tiene más de tritón que de humano.
Interesante y curioso como siempre!!!! Gracias Carla
Muy interesante la historia y el artículo. Lo de bucear bajo el hielo me parece una idea muy divertida.
Me ha encantado!! Óscar Noguera parece un tipo interesante y realmente organiza eventos muy originales!! Además seguro que tiene un gran equipo detrás! Felicidades por el artículo Carla!!
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