El incremento se explica por la mayor necesidad de financiación del país en un momento de crisis, objetivo que se ha conseguido a través de la emisión de obligaciones y de letras a 18 meses, instrumento que el Tesoro dejó de usar en enero de 2007 con la intención de reducir el tamaño del mercado.
Sin embargo, las dificultades de la economía española para financiarse llevaron al Ejecutivo a recuperar este tipo de letras en la estrategia del Tesoro para el 2010, al objeto de captar nuevos inversores. Así, entre enero y julio de este año el organismo ha colocado 11.991 millones de euros en letras a 18 meses en un total de seis subastas.
En las primeras emisiones de bonos y letras del año, el Tesoro fue poco a poco subiendo el tipo de interés antes las dudas que suscitaba la economía española y el peligro de contagio de la crisis griega.
Sin embargo, tras las tensiones vividas entre mayo y julio, las puesta en marcha de las últimas medidas del Gobierno y la publicación de los test de estrés de la banca, la confianza empezó a mejorar y los tipos comenzaron a descender.
De hecho, en agosto se celebró una nueva subasta de letras a 18 meses en la que el Tesoro consiguió una gran demanda y superó sus expectativas de emisión al colocar 1.172,27 millones a tipos considerablemente más bajos.
Sin embargo, las dudas sobre la economía irlandesa y las amenazas de rebajas de 'rating' por parte de las agencias de calificación volvieron a salpicar a la economía española en el mes de septiembre, lo que se notó en la emisión de letras a 18 meses del día 24, cuando el Tesoro colocó 1.757,10 millones a tipos más elevados.
Aún así, el incremento de la deuda en circulación entre y julio también se debe al mayor éxito en la colocación de obligaciones a diez, quince y treinta años. En concreto, la deuda viva en obligaciones a diez años alcanzó los 165.553 millones hasta julio, un 2,6% más que en todo el 2009. Además, el saldo de las obligaciones a quince años se situó en 69.304 millones (18,2% más) y el de las obligaciones a treinta a años en 65.053 millones (8,18% más).
En letras a tres meses, la deuda viva del Estado ascendió a 3.324 millones entre enero y julio, casi la mitad de los 6.132 millones que se contabilizaron al cierre de 2009. Algo similar ocurre con las letras a seis meses, que sumaron 12.351 millones en ese mismo periodo frente a los 20.803 millones del año pasado. En letras a doce meses, la deuda en circulación se situó en 57.698 millones, cantidad similar a los 58.577 millones del año 2009.
En bonos a tres años, la deuda en circulación en los siete primeros meses de 2010 alcanzó los 51.623 millones de euros, superior a los 41.354 millones contabilizados en todo el 2009. En bonos a cinco años, la cifra se situó en 54.630 millones, por debajo de los 55.248 millones del año pasado.
Además, la deuda en circulación contaba con 1.110 millones en eurobonos hasta julio, con 4.082 millones del Banco de España en concepto de préstamos previos a la Unión Económica y Monetaria, 1.449 millones como deuda asumida y 130 millones en otros conceptos.
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