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Yaron Traub inicia los ensayos de 'La Valquiria' que interpretará con Waltraud Meier y la Orquesta de Valencia en febrero en el Palau de la Música 

VALENCIA. Este lunes está previsto que el director israelí Yaron Traub (1964) inicie los ensayos con la Orquesta de Valencia de La Valquiria de Richard Wagner (1813-1883). Discípulo de Daniel Barenboim (1942), Traub es un amante de Wagner y no tiene problemas en interpretar al compositor alemán, pese a la polémica que existe en su país, donde se creó hace dos años una Asociación Wagner que intenta levantar el veto implícito que existe contra el músico alemán.

En Israel resulta complicado interpretar a Wagner por las connotaciones que tiene el compositor, antisemita y autor de cabecera de Adolf Hitler (1889-1945). Traub es uno de los muchos músicos judíos que intentan romper las barreras que lo han hecho prohíbido en su país, si bien es partidario de un acercamiento progresivo.

El próximo 14 de febrero dirigirá en la sala Iturbi del Palau de la Música el primer acto de La Valquiria con la mezzosoprano Waltraud Meier (1956), el barítono Tobias Kehrer y el tenor Thomas Mohr como voces de una de las grandes citas de la temporada de invierno. Además interpretarán la obertura de Tannhäuser y el 'Preludio y Muerte de Amor' de Tristán e Isolda.

Con el éxito aún reciente de su actuación en Madrid, donde Traub ha dirigido este jueves y viernes pasados a la Orquesta de RTVE y la soprano Ruth Ziesak, con los que interpretó el Stabat Mater de Poulenc, Traub afronta los ensayos de una obra monumental. Para él no supone ningún debate moral dirigir a Wagner de nuevo en Valencia, ya lo ha hecho en varias ocasiones en el Palau de la Música, y ofrece cinco motivos por los cuales lo hace.

1. ES UN FENÓMENO SINGULAR EN LA HISTORIA DE LA MÚSICA 

El primero de ellos, es la calidad del alemán como compositor y su influencia sobre la música posterior. "Wagner es un fenómeno singular en la historia de la música. Aunque nació musicalmente y culturalmente de un mundo ya conocido y aceptado, como era el lenguaje musical de Berlioz (1803-1869) y Liszt (1811-1886), su obra terminó siendo nada menos que la cosa más definitiva para Todo (así, en mayúsculas) lo que se ha escrito después, tanto operístico como sinfónico".

En este sentido, Traub recuerda que la influencia del alemán se extendió a autores diametralmente opuestos. "Incluso compositores que no podían soportar su estilo, como Tchaikovsky (1840-1893) confesaron que la música de Wagner es tan seductora que sale sin querer en su propia música", dice Traub.

2. EL DEBATE ES EN ISRAEL 

Traub recuerda que el debate si tocar o no a Wagner se refiere a hacerlo en auditorios israelíes por el daño emocional que sufren los supervivientes del Holocausto. "Yo personalmente como judío e israelí decidí hace años no entrar en el debate tan delicado de si tocar Wagner en Israel o no", explica.

"Estoy convencido de que la música tiene que nutrir a la gente, ofrecer soporte y enriquecer la vida. Por eso mientras haya personas que se sienten ofendidos por la implicación histórica que tiene su música, o mejor decir el uso que hicieron los nazis de su música, pues lo respeto y no veo necesario ofrecer Wagner en Israel", añade.

3. APRENDIÓ A AMAR A WAGNER CON ALGUNOS DE LOS MEJORES 

Traub conoce bien la obra de Wagner porque tuvo grandes maestros. Según relata su educación musical profesional le ha dado la oportunidad de pasar "varios años en el templo de la ópera de Wagner, [el festival de] Bayreuth, trabajando como asistente de grandes directores wagnerianos como [Daniel] Barenboim y [James] Levine (1943)".

"Estos años también me presentaron la oportunidad de trabajar muy cerca con algunos de los cantantes wagnerianos más destacados y ya legendarios como Waltraud Meier, John Thomlinson, Robert Holl. Por otro lado también experimenté de primera mano el trabajo histórico de directores de escena como el recién fallecido Patrice Chereux o Heiner Müller". Todas ellos han hecho que aprecie la singularidad creativa de Wagner. 

4. EL VALOR DE LAS OBRAS QUE SE INTERPRETAN 

Traub incide en destacar la belleza del programa wagneriano que han preparado en el Palau de la Música. "La selección de obras de Wagner que presentamos el próximo 14 de febrero incluye tres de las obras más emblemáticas de distintas épocas de la creación compositiva de Wagner. La obertura de Tannhäuser representa la maestría de Wagner tanto en la belleza melódica y armónica como la virtuosidad en el trato de la gran orquesta", indica.

"Ya se ha escrito mucho sobre la novedosa composición de Tristán e isolda que para mi es la obra más importante de Wagner", prosigue, "y que históricamente revolucionó el mundo de la composición y abrió camino para todas las generaciones de compositores [que vinieron] después. El cromatismo sin fin, desde el principio del preludio hasta el final de la ópera con la muerte del amor es un río sin parar que nos arrastra".

Por último, "La Valquiria y en concreto su primer acto es uno de los trozos más compactos e impactantes de Wagner. Destacaría desde la descripción de la tormenta en el principio hasta el dueto de amor entre los hermanos Sigmund y Sieglinde, que recuerda mucho también al dueto de amor en el segundo acto de Tristán e isolda".

5. LA PRESENCIA DE MEIER EN VALENCIA 

Finalmente, Traub realza el valor de la visita de la soprano Waltraud Meier. "Poder contar con la cantante wagneriana más destacada de nuestrros tiempos, la más identificada con los importantes papeles de soprano como Isolda y Sieglinde, ha sido un motivo principal de programar el primer acto de La Valquiria".

"Waltraud Meier es capaz de ofrecer con la música de Wagner no sólo una intensidad y belleza musical, sino también una visión dramática excepcional en su entendimiento de la psicología de Wagner, la motivación de sus caracteres y la singular yuxtaposición entre el drama y la música. Hay muy pocos cantantes que lleguen a este nivel de coherencia y asimilación de la composición de Wagner como Waltraud Meier y precisamente por eso estoy seguro de que será una experiencia profunda tanto para todos los melómanos de la música de Wagner, como para mí y los músicos de la Orquesta de Valencia."