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VALENCIA. De exmiembro de las fuerzas aéreas del ejército americano a joven musulmana que busca su lugar en el mundo. Esa es la trayectoria de Ms. Marvel, un personaje secundario de la editorial Marvel (Spiderman, Iron Man, Los Cuatro Fantásticos...) y que el próximo seis de febrero inaugura su colección propia. Y lo hace sin pasar por la etapa previa de personaje invitado para probar la reacción de los lectores, lo que demuestra el interés de la Casa de las Ideas por el proyecto.

De telón de fondo, el intento de la editoriales de cómics más importantes de EEUU (DC también  está en la carrera) por abrirse a los nuevos tiempos y, de paso, conseguir un poco de publicidad gratis.

Kamala Khan, hija de paquistaníes afincados en EEUU, es una joven de 16 años de familia muy conservadora. Su padre quiere que estudie medicina, su madre teme que se quede embarazada si un chico le toca, y el integrista de su hermano le vigila día y noche para que no se desvíe de la tradición familiar.

Un día Khan hereda los poderes de su ídolo Carol Danvers (la Ms. Marvel original) y tendrá que aprender a lidiar con cómo usar sus nuevas habilidades (cambiar de forma y aumentar de tamaño) mientras se enfrenta al opresivo ambiente en el que se ha criado y en el que las mujeres no se caracterizan por su independencia.

TODO QUEDA EN CASA

Para asegurar que la iniciativa no cae en el habitual festival de tópicos, la editora de la serie será la joven Sana Amanat (musulmana) y el guión estará en manos de G. Willow Wilson que abrazó el Islam en su época de universitaria. Ambas han coincidido en que el día a día del personaje reflejará sus propias experiencias vitales.

Khan no es la primera superhéroe musulmana de Marvel, pero nunca hasta ahora la editorial se había atrevido a darle tanto protagonismo. Es, simplemente, la primera en tener colección propia. Y, además, llueve sobre mojado.

LOS ANTECEDENTES

De hecho, la competencia se adelantó hace dos años al convertir en 2012 a Simon Baz, estadounidense de origen libanés, en miembro de los Green Lantern Corps. Antes de calzarse el esquijama, fue víctima de ola de islamofobia que sacudió EEUU tras el 11-S. Marvel también tiene algunos musulmanes de ambos sexos en nómina, (Farisa, Arabian Knight, Black Tiger, Joshia X, Dust...), un puñado de secundarios que ni pincha ni corta cuando no han desaparecido del todo.

De momento, la iniciativa ha sido un éxito. La noticia ha sido destacada en los principales medios internacionales, pero cabe ser bastante escéptico sobre el futuro del personaje. Salvo que los guiones estén a la altura, que sea musulmana o del Betis, no parece motivo suficiente para ir al kiosko. Y más en un contexto en el que la mayoría de personajes son blancos, hombres, heteros y de algunos confesión cristiana (igual que los lectores).

LOS 'SUPERMUSULMANES'

De todos formas, los musulmanes no han tenido que esperar a Ms. Marvel para tener un superhéroe adaptado a sus creencias. La editorial kuwaití Teshkeel Comics lanzó en 2006 la serie "Los 99", una especie de agencia en la que cada uno de los miembros está asociado a uno de los 99 atributos de Alá. El equipo creativo está integrado por veteranos de Marvel y DC (Fabian Nicieza, Stuart Moore, Ron Wagner...).

Otro caso son los dibujos animados de Burka Avenger, el alter ego de Jiya, profesora de día y heroína de noche, que utiliza la polémica prenda para ocultar su identidad mientras defiende a golpe de kárate su escuela de los villanos (unos tipos con pinta de taliban). Está lejanamente inspirada en la historia de Malala Yosarfzai, la niña paquistaní víctima de un atentado por querer ir a la escuela.

EL PRIMER SÚPERHEROE

En realidad, la trayectoria de el "primer superhéroe que..." suele ser muy similar. Anuncio a bombo y platillo, pasan de protagonistas a secundarios en un plis plas y finalmente desaparecen. Así ocurrió desde que El Halcón se convirtió en 1969 en el primer afroamericano con un papel destacado en el universo Marvel. Miles Morales (el Spiderman latino nacido en 2011) sólo ha cosechado un moderado éxito.

Lo de apostar por la religión es una estrategia novedosa. En los últimos tiempos, la carrera por modernizar a los enmascarados se basaba en la identidad de género. Así nacieron la nueva Batgirl (lesbiana) o su amiga Alysia Yeoh (transexual), el Linterna Verde Alan Scott (homosexual) o Northstar, que protagonizó una sonada boda con su novio Kyle Jinadu.

La religión es un tema que no suele aparecer abiertamente en los cómics de superhéroes, aunque es un tema que gusta mucho a la parroquia friki. Así, siguiendo la pista a la vida cotidiana de los enmascarados (como su bodas o bautizos...) se sabe que Superman (Clark Kent) es metodista, Batman (Bruce Wayne) episcopaliano, Spiderman (Peter Parker) protestante, La Cosa (Ben Grim) judío y Madman (Frank Einstein) mormón. Thor, como es un dios, cree en si mismo.

CUESTIÓN DE AUDIENCIA

Otros tienen un perfil menos religioso. Mr Fantástico (Redd Richards) es creyente, pero no pertenece a ninguna confesión, Green Arrow (Oliver Queen) es agnóstico y Wolverine (James Howlett / Logan) fue educado como protestante, ha practicado el budismo, y atravesó una fase atea. Quizás en el futuro lleguen enmascarados abiertamente ateos, pastafaris, cienciólogos o luciferinos para contentar a todo el mundo.

Pese a todo, sobre el papel, los aspectos religiosos suelen tener poca relevancia, aunque en el cine la cosa es distinta. No es ningún secreto que Disney presionó para que Thor sea un extraterrestre en la gran pantalla (y no un dios nórdico) o que Warner Brothers impuso un Superman que presenta ciertos paralelismos con Jesús para atraer al público del llamado ‘cinturón bíblico'. Incluso creó material en la web para que los pastores pudieran utilizar la película en sus sermones o clases.

Se supone que las dudas morales de Tony Stark en Iron Man 3 estaban pensadas para atraer a esta misma audiencia, pero la película es tan mala que es imposible saberlo.