VALENCIA. El otro día, no sé cómo ni por qué, volví a terminar la noche en mi karaoke favorito: Oliver's. El antro estaba más lleno que de costumbre. Supongo que por la gente que huye de casa ya harta de tanta familia por las Navidades. Bueno, a lo que vamos. Estaba yo allí tan tranquilo con un par de amiguetes, entre gritos y gallos del personal, cuando de repente salió un tipo curioso, todo tatuado, y cantó sorprendentemente bien una canción de Elvis (disculpen pero los gins de garrafón no me permiten recordar qué tema fue).
Miré con quién estaba y conseguí reconocer en su mesa al director de cine Sigfrid Monleón, su chica, la siempre elegante Isabelle Stoffel y la prestigiosa galerista Olga Adelantado. La noche prometía..
Isabelle subió al baño y bajó con los labios pintados cuidadosamente de rojo. Se estaba preparando. Le llegó su turno. Cual fue mi sorpresa cuando comenzó la música. La suiza había elegido la copla Romance de Valentía. Menudo atrevimiento. Empezó a cantar y, sinceramente, mejor que no se dedique a la canción. A lo más puro estilo Cameron Díaz en La boda de mi mejor amigo, el público se empezó a animar y sobre todo a animarla a ella, que se vino arriba.
La entonación un desastre, pero con la pasión y las ganas que le puso, consiguió levantar al público selecto del garito, que le regaló una gran ovación al terminar. Sigfrid la miraba desde la mesa muerto de la risa no dando crédito de lo que estaba viendo. Mis amigos y yo, tampoco.
UNA NOCHE EN LA CABALGATA
Poniéndonos serios de nuevo, como todos los años, la tarde del día 5 tuvo lugar la Cabalgata de Reyes. Bajé de casa y me acerqué a la calle de La Paz, ejerciendo de buen tío y acompañando a mi hermana y a mis sobrinos. Por el camino me encontré a unos conocidos que iban a verla desde la joyería de Trini Gracia y José Maldonado. Me comentaron que estarían por allí también Paula Aliaga con sus hijas, Silvia Escolá, Juan Roig con su mujer y sus hijas y no sé cuántos nombres más de la sociedad valenciana, que ya no recuerdo. Vi desfilar en una carroza la mar de elegante tematizada circensemente a Esperanza Vila y a Beatriz Pechuán.
Para mi querida amiga Carmina, que me ha mandado un correo muy cariñoso, aclaro: Esperanza Vila es la hija del constructor Salvador Vila, y Beatriz es empresaria dueña de los cines del centro de Valencia. La carroza fue la más chic de toda la cabalgata. Estaban los Lluch casi al completo: me faltó Cuchita a la que le puse falta, Coqui Valles, Javier Pérez de Lucía, Ghandi Merhi, Inmaculada Lladró, Amparo López y todos los niños que debían ser todos hijos de todos ellos, supongo.
Volviendo a mi amiga Carmina, me contaba en su correo que ella y sus amigas en Nochevieja pasaron por el Ateneo. Parece que la fiesta allí también fue bastante animada, según pudieron ver desde la cristalera. Su mirada indiscreta advirtió que desde la cristalera se podía ver la ropa interior roja (yo no puedo decir 'bragas', o sea, entiéndeme Carmina) de alguna "niña pija". Y que conste que a mí las niñas pijas y de bien me encantan... La cita es de Carmina...
Y para los que nuevos en esta plaza, os recuerdo mi dirección para que me contéis lo que se cuece: [email protected]... Y que sepáis que ya tengo la primera invitación a comer de un caballero. Ya os contaré....
¡¡vaya nivelón!!
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