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VALENCIA. El actor, productor, guionista y director Terry Gilliam ha cargado contra el cine actual y concretamente contra la figura de Steven Spielberg. El miembro de los resucitados Monty Python acusa al director de Lincoln y E.T. de filmar un cine simplista y complaciente.

"Estoy muy celoso de ti, de tu éxito, de tu talento y tus habilidades, eres brillante. Sólo pienso que tus ideas son un poco simples, eso es todo. Creo que eres el mejor narrador que hay, pero tus historias no son los suficientemente honestas ni están desarrolladas del todo", afirmó Gilliam durante una entrevista en el programa de televisión Garantat 100% en la que el presentador se hacía pasar por Spielberg.

Y para ilustrar estas acusaciones, Gilliam sacó el armamento pesado: tomó como ejemplo La lista de Schindler (cinta ganadora de siete Oscar) y citó a un mito del cine como Stanley Kubrick. "Tal y como dijo Kubrick -y no es una cita mía sobre la película- el problema de La lista de Schindler es que Steven [Spielberg] hizo una película sobre el éxito, pero el Holocausto solo se puede tratar desde el fracaso", afirmó el director que dice que la frase de Kubrick "es perfecta" para resumir la película.

Según avanzaba la entrevista, el discurso de Gilliam pasó de los rejonazos a Spielberg a un diagnóstico general del estado actual del cine. Una valoración bastante crítica en la que llama a todos a elevar el nivel. "El cine y los medios de comunicación son una herramienta muy poderosa y si no estamos educando a la gente, haciéndoles pensar, haciendo que se vean en el mundo con una nueva mirada... ¿qué estamos haciendo?", se pregunta el director que apuesta por un cine más estimulante y arriesgado que el que ahora mismo se hace en Hollywood.

UN PÚBLICO "TONTO", EL SUEÑO DE HOLLYWOOD

"Creo que Hollywood ha logrado todo lo que siempre han soñado. El público ahora parece ser muy tonto, me refiero a que están viendo la misma película una y otra vez. Pagan dinero para ver la misma película. Ahora, se podría argumentar, eso es porque les hace sentir cómodos", señala Gilliam que afirma que ir al cine se ha convertido en una experiencia cercana "a escuchar una canción pop".

"Ya conoces los ritmos, ya sabes cuando el primer tiempo va a venir, cuando va a acelerar... Y mientras la vida se vuelve más compleja, con todos estos problemas económicos, la gente se aferra a lo que hace que se sientan cómodos, por eso van una y otra vez a ver la misma película", apunta.