VALENCIA. La semana pasada Carmen Amoraga (Picanya, 1969) colgó un post en Facebook en el que resumía lo que había sido el año para ella en tres puntos. "Mi padre estuvo varias veces a punto de morir. Mi marido [Carlos López Olano, editor de Informativos de fin de semana en RTVV] y la mayoría de mis amigos se quedaron sin trabajo. Los y las españolas vimos cómo con el pretexto de la crisis nos han recortado derechos que pensábamos que eran intocables".
Acto seguido, ella misma se replicaba. "Mi padre no se ha muerto y sigue feliz y esperanzado. Mi marido me demuestra a diario que es un hombre capaz de tener sueños y de perseguirlos y espero de mis amigos la misma filosofía. Los y las españolas no nos quedaremos de brazos cruzados". Así que anunciaba para el año entrante: "2014: Tengo grandes planes para ti. No pienso renunciar a mis grandes planes para ti. Pienso seguir pensando, pase lo que pase, que la vida es bella".
Y el año no ha podido empezar mejor. Amoraga ganó este lunes noche en Barcelona la setenta edición el premio Nadal con su nueva novela, La vida era eso. La valenciana se presentó con el seudónimo Gino Paoli y el título Senza fine. Se impuso en la final a Nuestro viejo faro, de Manuel Nieto Sil (seudónimo); En el país del pez de las nieves, de Alfredo Quintana Zamora; Nowhere Man, de Isaac Páez; y No puedo seguir, seguiré, de María José Codes.
LA PROFECÍA DE LORENZO SILVA
Finalista del Nadal con Algo tan parecido al amor en 2007 y del Planeta con El tiempo mientras tanto en 2010, Amoraga vio como con el premio que recibía este lunes por la noche se cumplía la profecía que le lanzó hace siete años Lorenzo Silva, quien le dijo después de quedar finalista: "Algún día tú ganarás el Nadal".
Silva formaba parte, precisamente, del jurado en el que también se encontraban Germán Gullón, Andrés Trapiello, Ángela Vallvey y Emili Rosales. La gala tuvo lugar en el Hotel Palace de Barcelona. Al galardón organizado por Ediciones Destino han concurrido un total de 231 manuscritos. Amoraga, que partía a media tarde de ayer en tren hacia Barcelona, recibía de manos de Ana María Matute un premio que le une a autores como los también valencianos Vicente Soto, Juan José Millás, Pedro Maestre, Juan Ramón Zaragoza, José Luis de Tomás García, el alicantino (y murciano de adopción) Salvador García Aguilar, el castellonense Manuel Vicent, así como a nombres propios de la Literatura española como Miguel Delibes o Carmen Laforet. Sucede en el palmarés a Sergio Vila-Sanjuán, quien obtuvo el premio el año pasado por Estaba en el aire.
La novela con la que Amoraga se ha alzado con el galardón decano de las letras españolas, dotado con 18.000 euros, se publicará bajo el título La vida era eso (inicialmente iba a titularse Dame la mano) y narra la historia de una mujer que enviuda repentinamente, situación de la que sale adelante inmersa en las redes sociales.
Está inspirada en la historia real de una amiga de la escritora, "una de mis amigas más queridas" según aseguró en una entrevista a Valenciaplaza.com, "que se quedó viuda de la noche a la mañana, prácticamente, con dos hijas y sin nadie aquí". "Trata sobre cómo sobrevivimos nos toque lo que nos toque vivir y sobre la necesidad de comunicarnos con el mundo", aseguraba entonces.
Este lunes Amoraga destacaba que gracias a las redes sociales "nos abrimos al mundo de una manera distinta" y señalaba igualmente que estas "han cambiado nuestra forma de comunicarnos", si bien admitía que "la escritura tiene sus perversiones" y que con los mensajes en internet a veces nos perdemos "los matices" de los gestos. Un lenguaje que ha intentado trasladar a la novela, empleando recursos propios de las redes sociales.
Ironías de la vida, Amoraga bromeaba pasada la medianoche con el hecho de que no había tenido cobertura y no había podido actualizar su Facebook ni su Twitter. El que sí lo pudo hacer fue su marido, quien colgó las fotos de la valenciana justo en el momento en el que subía a por el premio.
PREMI JOSEP PLA
Por su parte el andorrano nacido en la Seu d'Urgell (Lleida) Albert Villaró se proclamó la noche de este lunes ganador del 46 Premi Josep Pla de literatura catalana con el manuscrito Els ambaixadors. El autor, que se presentó al premio con el pseudónimo Bartomeu Porredon, usa un juego literario que plantea qué hubiera pasado si los hechos de octubre de 1934, cuando el presidente de la Generalitat Lluís Companys proclamó el Estado Catalán dentro de la Segunda República, hubieran sido diferentes.
Pese a las similitudes con el actual conflicto entre España y Cataluña, el autor quiso desvincularse de este paralelismo y aseguró en declaraciones a los medios, poco después de ganar el premio, que no había sido esa su intención.
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