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VALENCIA. Las pitonisas, los videntes, adivinos y demás fauna astrológica ven el filón y cada año nos iluminan con sus predicciones. También los hay (los más pesimistas) que ven en las palabras de Nostradamus la hoja de ruta perfecta de todo lo que nos ocurrirá, sus profecías son para ellos una especie de Google Maps del porvenir.

Son tantas las predicciones que luego nadie las recuerda o no sabe quien las dijo, así que si no se cumplen, como suele pasar, todo queda en agua de borrajas. Y hasta el año que viene.

No quiero ahora que piensen que dudo de su espléndida memoria ni que me aprovecho de su buena fe pero, entiéndanme es muy tentador convertirse en pitonisa por unos instantes. Bien de complementos, con su turbante, sus collares, su túnica de satén y una reluciente bola de cristal en la que asomarme y sorprender al mundo con mi clarividencia. En mi caso, mi don adivinatorio se limita al mundo de la moda, claro. Atentas a mis predicciones porque esto será lo mejor (y lo peor) de la moda en 2014. Avisadas quedan.

LO MEJOR

"Del nombre que nunca fue del Rey Galo. Jamás hubo rayo tan temido. Temblando de Italia, a España y a los Ingleses. De mujer extranjera sumamente atento"

Claramente para una experta en la materia como yo, Nostradamus en esta profecía se refiere al diseñador con nombre de zar, Nicolas Ghesquière. El diseñador, tras conseguir devolver a Balenciaga al mapa de la moda internacional y convertirla en una de las firmas de mayor éxito, se estrena en marzo como director creativo de Louis Vuitton, puesto hasta ahora ocupado por Marc Jacobs. Se inicia así una nueva etapa en la mítica firma francesa en la que seguro Ghesquière nos hará temblar (de emoción) con sus propuestas siempre atractivas e innovadoras.

La cosa con Nostradamus y la moda no se queda aquí, también se atreve a vaticinar el futuro de otro importante diseñador. "El gran teatro se levantará de nuevo. Los dados lanzados y las redes tendidas. Demasiado aparte el primero quedará. Por arco postrados desde hace mucho deshechos" Cuando se trata del gran teatro no puede estar refiriéndose a otro que no sea John Galliano. El próximo febrero hará dos años del bochornoso incidente en un café de Paris donde Galliano, en un delirio etilíco, mezcló comentarios antisemitas, xenófobos y su intolerancia ante los bolsos feos. El resultado, un cóctel molotov que explosionó la carrera de Galliano en forma de despido alejándolo de la firma Dior y del fashion system en general. ¿Tendremos razón Nostradamus y yo y será el 2014 el año del retorno de John Galliano? Ojalá no nos equivoquemos y, de nuevo, John Galliano levante el telón del gran teatro que son sus desfiles.

Si le pregunto a mi bola de cristal sobre cuál será el color de 2014, ésta pierde su transparencia inmediatamente tomando un tono púrpura intenso. Como el de una orquídea radiante. El nombre imposible no es mío, es de The Pantone Color Institute que cada año, tras un minucioso estudio de la industria cinematográfica, artística y del entretenimiento, propone el que según ellos será el color del año y le adjudica un número muy largo y un nombre tan críptico como cursi. El color del año será el "Radiant Orquid", este color púrpura amenaza con teñir ropa, complementos y maquillaje. En cambio, para aquellas que prefieran ser menos radiantes y pasar más desapercibidas, la mejor elección será la paleta de tonos pastel que continuará siendo tendencia. Azul celeste, rosa bebé, verde pálido... combinados entre ellos o contrastando con colores más fuertes para evitar la sobredosis de dulzura.

Para descubrir que estampados triunfarán durante este año, permítanme que consulte las cartas del Tarot, el tema es complicado. Miuccia Prada (ella sí tiene auténticos superpoderes) nos dió ya una pista con el último desfile de Prada. Una tendencia que promete convertirse en una de las más imitadas por las cadenas de moda low cost y en un hit de ventas. Estampados en colores brillantes inspirados en el arte pop, el street art y las vanguardias artísticas. Inspiración sport en su versión más lujosa convirtiendo a las zapatillas de deporte en las compañeras perfectas de pailletes, mini- faldas y delicados vestidos. La carta de 'la Fortuna' las avala.

Y en esta corriente artística que inundará la moda en los próximos meses, también tienen cabida los estampados más gráficos en blanco y negro como dibujados con tiralínea sobre prendas de cortes minimalistas.

Del futuro, aunque de uno más cercano, llegan también los nuevos tejidos como neopreno, nylon transparente y precisos cortes a láser.

Sigo cortando la baraja. 'La Estrella', 'el Sol'. Cartas de elementos con luz propia que representan la pedrería y abalorios que se bordarán sobre vestidos rematando cuellos o aportando volumen sobre los estampados y creando un efecto 3D.

Y LO PEOR

Desgraciadamente, no todas las cartas que aparecen sobre la mesa son buenas. El futuro de la moda también nos tiene preparadas algunas sorpresas desagradables. Son aquellas tendencias que, a pesar del empeño de algunos diseñadores, no llevaremos. Serán lo peor de 2014 pero nosostras, resistiremos. Como siempre.

Los pantalones rectos de cintura alta y camal ancho. Por si esto no fuera suficiente, a ser posible, blancos. Una tendencia que a pocas favorecerá y más vale que el resto se de cuenta a tiempo.

Otra cuestión de proporciones peligrosas son las faldas en forma de A que acaban en ese territorio tan delicado que se encuentra entre tobillo y pantorrilla. Pero no haremos caso, miraremos hacia otro lado cuando nos crucemos con una de ellas reclamando nuestra atención desde las perchas. Somos fuertes, no caeremos en la trampa. En la que sí que caeremos aunque sea solo durante unos segundos o unos minutos de entusiasmo de probador es en la de los brillos cegadores del lamé, sí esa tela de apariencia metálica volverá y esperemos que no sea para quedarse. Es un hecho inevitable, las mujeres somos como urracas y todo lo que brilla atrae momentáneamente nuestra atención. El reto será recuperar la cordura antes de pasar la tarjeta.

Y hasta aquí mis predicciones sobre la moda de 2014. Con un poco de suerte el año que viene no recordarán ninguna de ellas o, por lo menos, quien fue la iluminada que se atrevió a predecir el futuro. Por último, les dejo un ritual con el que asegurarse el éxito (estilísticamente hablando) durante el 2014. Tranquilas, no tienen que encender velas de colores, quemar papeles con la primera luna llena, ni dejar a la fresca recipientes con claras de huevo. Es más sencillo. Solamente tendrán que recordar estas predicciones cada vez que traspasen la puerta de una tienda decididas a hacer la compra del año.