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 No ha sido el mejor año de la vida para el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, por culpa de la caída de tráfico marítimo y de algunos asuntos legales que han afectado a su reputación. No rehuye las preguntas

VALENCIA (MARÍA COSTA). Rafael Aznar es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y trabaja en el Puerto desde 1975 donde entró por oposición libre de funcionario a la Junta de Obras del Puerto. Llegó con mucho tesón, paciencia y cumpliendo su máxima de "esfuerzo y meritocracia" a la presidencia de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). Su estrategia centrada en los mercados asiáticos, en el impulso a la exportación e importación y a la dotación de valor añadido a las navieras convirtieron el puerto de Valenciaó en referente del Mediterráneo en muy poco años. En julio de 2013, una denuncia anónima acusándole de irregularidades contables y de ciertos privilegios coincididió con el balance de un año, 2013, no muy halagüeño y con la de posición estratégica del puerto valenciano frente al de Algeciras.

-El puerto de Algeciras parece que va a arrebatar el liderazgo al puerto de Valencia, ¿otra mala noticia para Rafael Aznar en 2013?
-Es una noticia realista. Es cierto que los contenedores de tránsito están disminuyendo. Y muchos de ellos se están desviando a otros puertos internacionales, con menores costes, como Sines (Portugal) y Gioia Tauro (Italia,) e incluso al puerto de Algeciras, por su posición estratégica en el estrecho y porque los navieros han encontrado allí unos precios muy razonables.

-¿Es todo una cuestión de precio?
-Fundamentalmente si. Aunque por ahora es una previsión, probablemente los datos de fin de año nos informen de que Algeciras es un puerto con un 90% de contenedores en tránsito y solo un 10% de importación y exportación. En el puerto de Valencia el tráfico es más equilibrado. Un 50% de tránsito y otro 50% de importación-exportación. Estos datos nos animan a seguir siendo líderes en utilidad para el comercio exterior.

-Entonces ¿es o no una buena noticia?
-No es una buena noticia, pero no es grave. Tenemos la suficiente capacidad de gestión para que en 2014 se reparen estos desvíos. Porque podemos aproximarnos a los decisores de estos desvíos para persuadirles y convencerles de que vuelvan a su puerto natural, que es Valencia, siempre y cuando corrijamos los defectos que tenemos.

-Como por ejemplo lo caros que somos...
-No quiero poner el foco en los estibadores, sino en la eficiencia, en la actividad y en el coste. Los problemas vienen derivados de una suma de factores que afecta a los agentes sociales, empresas y trabajadores. Me consta que los empresarios quieren sí o sí arreglar esta situación. Lo que falta es el clima de diálogo y consenso para que los trabajadores vean el puerto como su gran apuesta. La APV lleva desde hace cinco años advirtiéndolo a través de nuestro Plan Estratégico. Como dicen los chinos, los tejados se arreglan cuando brilla el sol. Ese era el momento de ajustar costes y ganar en competitividad. Ahora está lloviendo y hay que arreglarlo todo rápidamente. Si somos capaces de reaccionar a tiempo recuperaremos el tráfico y entraremos de nuevo en el círculo virtuoso en el que estábamos.

-¿Y cómo van las negociaciones?
-Aliento y exijo que las negociaciones se cierren cuanto antes para poder recuperar esa competitividad. Me consta que el diálogo está abierto, pero hay que gestionar muchos detalles. Cumplimiento de horarios, disciplina, productividad, pagos, etc., hasta conseguir una fórmula atractiva para el mercado. Hay elementos de aproximación y confio en que se produzcan más. Esto es como jugar al 'gana gana'. Los trabajadores estabilizan sus trabajos, generamos empleo, ofrecemos precios competitivos que nos permitirán atraer más actividad y por tanto se generan más jornales.

-Los trabajadores portuarios de Valencia tienen el salario más elevado de todo el Mediterráneo occidental, un nivel que determina que el coste de mover cada contenedor sea el más caro de entre todos los puertos de su entorno. Pero a la vez el puerto de Valencia ha sido líder indiscutible durante años en el Mediterráneo con estos costes, ¿la pérdida de posición del puerto se puede achacar solo a esta cuestión?
-Hay que ser realistas. Los tiempos son mucho más exigentes de lo que eran antes. Hay muchos más puertos en el mercado de los que había antes. Por tanto hay que agudizar el ingenio y ser más competitivos. El café ya no es para todos. Los navieros han sabido generar alianzas, por lo que hay menos demandas y más ofertas de puertos. Los números ya no salen fácilmente. Se requieren más esfuerzos para asegurar el empleo y su continuidad.

-También han perdido la posibilidad de participar en la alianza de navieras P3 (Maerks, MSC y CMA-CMG) y en sus tráficos entre Asia y Europa, de la que sí se beneficiará Algeciras, ¿otro 'ko' para el puerto de Valencia?
-Hay que darle la dimensión que tiene. La P3 es una alianza muy interesante, creada para abaratar costes, pero pendiente de aprobación por la Unión Europea. Son tres clientes que hoy escalan en el puerto de Valencia. En el caso de que se aprobase, efectivamente habrá algunas líneas que irán directamente a Algeciras para continuar en su ruta hasta el norte de Europa. Sin embargo esa misma alianza mantiene hoy siete líneas internacionales con el puerto de Valencia. El aviso a navegantes es recordar: ¡ojo que la competencia crece! Hay que mantener el estatus logrado y hacer un plus de esfuerzo para ajustar costes. Siempre he dicho que es posible ajustar costes sin necesariamente tocar los salarios.

-Entre los retos de 2014 ¿dónde ponemos las prioridades, en la zona de actuaciones logísticas, o en el tercer hilo o ancho de vía europeo...?
-Hay muchos retos. Y todos ellos serán afrontados como siempre desde la serenidad, pero con la eficacia como norma de comportamiento. Nuestra estrategia es muy clara. Tenemos que adquirir más volumen. Entre nuestros objetivos está reforzar el mercado con Madrid y la frecuencia de las líneas ferroviarias. Y abrir el mercado de Aragón, de ahí nuestra reivindicación con el eje ferroviario Sagunto-Teruel-Zaragoza. Creemos que hemos hecho un gran esfuerzo al posicionar empresas de nuestro entorno en polos logísticos clave como son los centros ferroviarios de Madrid y Zaragoza y así mejorar nuestro posicionamiento estratégico con la generación de  alianzas público-privadas. Y en esa línea vamos a proseguir. En 2015 esperamos tener las infraestructuras ferroviarias interiores del puerto acondicionadas para ser más competitivos.

-El pasado mes de julio una denuncia anónima le lanzó graves acusaciones relacionadas con una empresa participada por la APV, unos hechos que coinciden en el tiempo con la pérdida de liderazgo del puerto, ¿hasta qué punto están relacionados?
-No creo que haya ninguna vinculación entre ambas situaciones. Para nada. Son dos situaciones completamente distintas. El tema de la denuncia estoy intentando llevarlo con la máxima serenidad posible. A la vez que estoy completamente disponible para la Justicia porque mi intención es disipar cuanto antes todas las dudas y esclarecer los hechos. Respeto los tiempos y formas de la justicia y por eso, mientras tanto, procuro adoptar una actitud serena, tranquila y absolutamente colaboradora. Mire, sabemos que hemos actuado bien, pero la denuncia ha generado mucha confusión. Estamos entregando a la justicia toda la documentación que nos ha solicitado y con celeridad. Personalmente no le deseo este escenario a nadie. Es muy duro, pero tengo la absoluta certeza que se va a resolver positivamente porque hemos actuado con rectitud. De todos modos esto se aclarará en sede judicial.

-¿En qué fase se encuentra el proceso?
-Estamos en trámite de investigación y solo he sido requerido para aportar documentación. Se han abierto una serie de diligencias de investigación tras las cuales el juez determinará si hay o no caso.

-Recientemente la oposición pidió en las Cortes Valencianas su comparecencia, pero finalmente el PP la rechazó, dado que usted ha anunciado la máxima cooperación...
-A la justicia hay que respetarla en sus tiempos y formas. Todo lo que hay que aclarar en sede judicial es allí donde debe resolverse. No soy político, ni me muevo en el ámbito de lo político por lo que en ese escenario no voy a hacer ningún comentario.

-¿Cómo es posible que desde 2004, cuando accedió a la presidencia de la APV, todos sus ejercicios profesionales se hayan auditado sin que la Intervención General de la Administracion del IGAE o el Tribunal de Cuentas detectara irregularidades y ahora hayan aparecido tantas?
-De momento no se puede hablar ni siquiera de ilegalidades, son circunstancias que están sometidas a investigación. Veamos, una cosa es detectar errores en una inspección e inmediatamente remediarlo. Eso no es una ilegalidad. Además me consta que no hemos tenido jamás una salvedad en la revisión de nuestras cuentas, que son limpias y transparentes. Esto pone de manifiesto que nuestra gestión ha sido correcta. Siempre que en una auditoria intervienen los auditores generales del Estado suelen efectuar recomendaciones, pero en nuestro caso jamás han encontrado indicios irregulares susceptibles para elevarlos a la fiscalía. Con la prudencia y tranquilidad que me caracteriza hay que esperar a que todo esto se aclare.

-Imagino que se habrá preguntado mil veces de dónde ha salido la denuncia...
-Me niego a elucubrar y a realizar cualquier tipo de especulación.

-¿Qué opina sobre la posibilidad de que cualquiera pueda realizar denuncias anónimas?
-Tengo mi propia opinión y por supuesto he reflexionado al respecto. Hay que manejar con mucha delicadeza estas denuncias porque pueden hacer un daño, a veces irreparable, sin la menor consistencia. Llegados a este punto solo cabe esperar a que la justicia determine si hay o no consistencia para mantener esta denuncia. Para mi desde luego no se sostiene. Mi escenario no es la política. Soy un profesional, que lleva toda su vida trabajando en el puerto de Valencia, y al que le han encargado llevar adelante los designios del mismo. Una tarea que intento conducir con los principios y valores que han inspirado siempre mi comportamiento profesional. He creído siempre en el esfuerzo y la meritocracia que son, pienso yo, los valores que me han hecho avanzar. No pertenezco a ningún partido político. Parto de una profesión portuaria como es ser ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y he ido enriqueciendo mi formación con estudios vinculados con la gestión de empresas. Más allá de mi formación académica y mi carácter profesional lo que he intentado siempre es influir en la sociedad para que se viera la importancia del puerto como generador de riqueza y desarrollo económico. El interés público de nuestra actuación como puerto para estar al servicio de la economía ha estado complementado con el desarrollo de apoyos de la sociedad civil, empresarial y económica para exigir que el puerto pudiera competir en pie de igualdad con los demás puertos.

-De todos modos y ante la situación de crisis en la que España lleva inmersa varios años y los continuos escándalos de corrupción que nos asolan diariamente ¿no cree que pueden confundir a la sociedad? ¿qué piensa usted de todo ello?
-Desde luego hay que distinguir claramente los escenarios. Ni mi persona, ni esta institución tienen nada que ver con los casos de corrupción. Absolutamente nada. Se nos puede decir que hemos hecho alguna cosa administrativamente más o menos impecable y en ese sentido mi equipo y yo estamos absolutamente tranquilos. Como español estoy horrorizado con los casos de corrupción que nos rodean cada día, pero ni esta casa, ni mi persona es parte de ese sistema. Nuestro sistema es claro, limpio y transparente. Y estoy convencido de que se acabará demostrando.