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la principal responsable de que su obra perdurase. En papeles de todo tipo (hasta higiénico), traspasó este legado a los responsables políticos de Elche y la Diputación de Alicante a cambio de no mucho: que se hicieran cargo económicamente de los estudios de sus nietos. Eran otros tiempos.

Desde entonces, la Biblioteca Municipal de Elche albergó durante décadas el legado de Miguel Hernández. En concreto, más de 5.600 manuscritos que incluyen obra y pensamientos del poeta, pero en el que destacan correspondencias con Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca o Pablo Neruda entre otros. Además, en los últimos años salieron a la luz 300 cartas escritas por Vicente Aleixandre a Josefina que también saldrán a la luz en Jaén.

José Luis Ferris, biógrafo del poeta, reconoce que el legado fue visitado durante décadas "por tan solo cinco personas. Era necesario ser investigador para acceder a la obra que se guardaba en un fondo y que yo las instituciones alicantinas no contemplaron exponerlo". Hay que reconocer que el material es especialmente frágil, motivo por el cual además se inició una digitalización que según su responsable, Francisco Escudero, estará próximamente disponible.

"Lo echamos de menos cuando no lo tenemos. Y así es porque se nos ha escapado de las manos, aunque no creo que sea por una cuestión económica", asegura Ferris. El investigador y escritor reconoce que con las autoridades alicantinas nunca se llegó a negociar la compra del legado ("siempre se habló de alquiler, pese a que la intención era comprarlo"), sin embargo la Diputación de Jaén si ha adquirido finalmente este legado.

Aun así, Ferris defiende a la nuera del poeta que ha negociado esta venta: "Lucía Izquierdo estuvo a mi lado durante mi trabajo de investigación. Venía todas las semanas y se interesaba por el trabajo que realizaba sobre la obra.  Conociéndola en este sentido, no creo que la decisión se haya reducido a una cuestión económica".

EL FUTURO DEL LEGADO

Las autoridades jienenses aseguraron el pasado martes, día en el que se rubricó el acuerdo por el cual el legado de Miguel Hernández pasaba a manos de la Diputación de Jaén, que esperan que estos documentos se conviertan en un polo de atracción turística. Para ello, Miguel Hernández pasará a ser uno de los protagonistas del Museo de Quesada, en el que destaca la exposición de Rafael Zabaleta.

Jaén, un lugar que Hernández conoció durante unos pocos meses participando en el frente de la Guerra Civil española y en el que Josefina nació casi por accidente -su padre era Guardia Civil-, será quien saque a la luz esta obra finalmente, haciéndola accesible a los ciudadanos.

"No deja de darme pena que por malentendidos la obra salga de Alicante. Aun así, la obra de Hernández perdura entre nosotros. Sobre todo a través de su obra, como la edición de Espasa de 1992", dice Ferris. En esta obra se compila "en torno al 95% de la correspondencia", además de todo el conjunto lírico. Una correspondencia que por cierto incluye todas las cartas a Josefina, en la distancia, aunque no sus respuestas ya que la biógrafa María de Gracia Ifach ("una de las primeras y más importantes", según Ferris) le aconsejó destruirlas.