VALENCIA. Hoy expira el plazo que la banca acreedora le concedió a Amper para renegociar su deuda, lo que en la jerga financiera se conoce como 'stand still'. O lo que es lo mismo: un pacto acordado durante la refinanciación entre deudor y acreedores en la que el deudor se obliga a no presentar concurso de acreedores, mientras quellos se obligan a no emprender acciones legales -o requerir pagos al deudor- hasta la finalización del proceso de negociación y reestructuración de la deuda.
El fantasma del preconcurso de acreedores se acerca cada vez más sobre Amper (AMP) ante la posibilidad de que fracasen las negociaciones con el pool bancario aunque tratándose de una empresa cuyo máximo accionista es Enrique Bañuelos todo puede pasar.
Sin embargo, el mercado ya le dio un serio aviso a AMP el pasado viernes, castigando a la acción con un durísimo castigo en bolsa del 14,40% desplomándose hasta los 1,07 euros. Además con dos detalles a tener muy en cuenta: por un lado, cerró en mínimos del día y, por otro, negoció 1,13 millones de títulos frente a una media diaria anual de poco más de 215.000 títulos, según datos de Infobolsa.
La deuda de la tecnológica asciende a unos 120 millones de euros, cuyo acuerdo 'stand still' se alcanzó el 30 de septiembre con las 22 entidades financieras que componen el sindicato bancario.
VENTA CON MINUSVALÍAS
Para cumplir con dichas condiciones, la cotizada vendió a finales de octubre la empresa Epicom por 4,6 millones de euros a la sociedad cotizada Duro Felguera. Esta desinversión supuso a la empresa una minusvalía contable de 7,5 millones de euros.
El grupo indicó en su momento que su intención es proponer a los bancos distintas alternativas para la reestructuración de la deuda y reconoció que la continuidad de las operaciones estaba condicionada a la resolución "satisfactoria" del proceso de refinanciación y a la obtención de fuentes de financiación adicionales que permitan la ejecución del Plan Estratégico 2013-2016 y garantice la "viabilidad de la compañía en el corto, medio y largo plazo".
EXISTENCIA DE PÉRDIDAS
"El no poder ejecutar el Plan de Negocio podría tener un impacto relevante en la valoración de los importes recuperables de los fondos de comercio y de los activos por impuesto diferido registrados en el activo del balance de situación que determinaría la existencia de pérdidas por deterioro de los mismos", advirtió entonces la empresa.
En paralelo, la compañía anunció en noviembre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
ERE TRAS ERE
El mismo expediente que incluye suspensiones temporales de empleo (ERTE) y extinción de contratos (ERE), para un total de 105 trabajadores, que en estos momentos se está negociando con los sindicatos.
De los 105 contratos de trabajo incluidos en el nuevo ERE, 40 son empleados no incluidos en el expediente de 2013, mientras que 65 son contratos que ya habían estado incluidos en el expediente anterior, que afectó a 159 personas, pero que todavía no se han ejecutado.
Este proceso, que la compañía espera llevar a cabo en los primeros seis meses de 2014, afectará a empleados de las divisiones Amper S.A, compuesta actualmente por 60 trabajadores, de Amper Sistemas, con una plantilla de 241 personas, y Landata Comunicaciones de Empresa, con 24 trabajadores.
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