MADRID (EP). La nieve puede provocar daños en la vista de las personas que practican deportes de invierno, ya que ésta refleja más del 80 por ciento de la luz que recibe, incluida la radiación ultravioleta, por lo que el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas ha advertido de que una falta de prevención puede repercutir en importantes problemas visuales.
Así lo ha asegurado el presidente de dicho consejo, Juan Carlos Martínez, quien ha dicho que "las consecuencias de esta radiación ultravioleta es que acelera la aparición de ciertos tipos de cataratas y de la degeneración macular asociada a la edad, dos de los problemas de salud ocular más frecuentes durante la madurez".
De hecho, tan sólo una hora de exposición al reflejo de la luz procedente de la nieve es suficiente para que se produzca una quemadura ocular, como la fotoqueratitis, según ha señalado el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas.
Por ello, y según ha recomendado este consejo, es necesario el uso de gafas protectoras porque el reflejo del sol en la nieve es más brillante e intenso; porque a gran altitud, la atmósfera es más delgada y filtra menos radiación ultravioleta; porque el viento hace que los ojos se resequen; porque las partículas en suspensión se pueden proyectar contra la córnea; y porque si estamos esquiando la velocidad y el viento nos impide ver con normalidad.
EFECTOS DEL AIRE SECO
En cuanto a la sequedad que se puede producir en los ojos, hay jornadas en las que el aire puede llegar a ser muy seco pese a que la gente piense que el invierno es una estación húmeda por el frío y la nieve. Ese ambiente puede irritar los ojos pero también pueden hacerlo las calefacciones, ya que tienden a disminuir la humedad del aire, según ha indicado este consejo.
"El problema ocular más común en el invierno es la sequedad, que se traduce en una sensación de quemazón o picor o de que un cuerpo extraño ha entrado en el ojo", ha afirmado Martínez.
En referencia a las personas que usan lentillas, Martínez ha advertido de que éstas pueden llegar a ser "como esponjas". "Cuando empiezan a secarse, pueden perder su forma y adherirse al globo ocular, lo que causa incomodidad y visión borrosa. Por eso es tan importante mantener una correcta lubricación de los ojos", ha asegurado.
Por ello, y para prevenir cualquier problema en la vista, sobre todo los de la sequedad y los procedentes de los perjuicios de los rayos ultravioleta, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas han establecido una serie de recomendaciones.
Estas son ingerir más líquidos; parpadear con más frecuencia; utilizar gafas para salir a la calle, ya que protegen los ojos del efecto secante del viento; usar humidificadores en casa y en el lugar de trabajo; y consultar acerca del uso de lágrimas artificiales al óptico-optometrista
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