Prácticamente la totalidad de las discotecas que bullían durante la ruta o han desaparecido o son espacios deshabitados. El caso de 'El Templo', la sala que encumbró a Chimo Bayo, es el de una infravivienda
VALENCIA. Fue destroyer, fue frenética y tuvo todo tipo de consecuencias. Muchas de ellas se recogen en la exposición 'Ídolos del Pop' que se abrió al público este jueves en el Museo Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM. Disckjokeys como Chimo Bayo o Kike Jaén -por citar dos de los más populares- inseminaron una cultura musical en la que la música grabada, la noche y la desconexión sobre la realidad a través de maratonianas sesiones de baile y drogas marcaron profundamente a toda una generación.
A la ruta se llegaba por la AP-7 y la A-3, desembocando el enlace entre Pinedo y Cullera por la carretera de El Saler. Una de las paradas obligatorias se encontraba cerca de la población de Cullera, bajo un gran obelisco de metal que iluminado de noche e imponente de día marcaba la entrada al 'Templo'. En esta discoteca se vivieron los cuatro años que -aseguran- fueron los más intensos y convulsos de la llamada 'ruta'.
Erigido como un ídolo local, Chimo Bayo emitía un mensaje en 1991:
"Buenas noches y bienvenidos al TEMPLO amigos. Va a comenzar una cosa que jamás se ha visto en el siglo XX, un Templo hecho para el hombre y especialmente dedicado a todos los que bailan... Destrucción total en el mundo mientras aquí solamente nos preocupamos de bailar y pasarlo bien".
Así lo recoge la revista de papel y online Vice en su edición española. El reportaje aborda la cruda realidad de 'El Templo', donde el disckjokey vivió sus años de esplendor a los platos. Con el encargo del responsable editorial de la revista, Paul Geddis, la publicación envió a dos de sus fotógrafos habituales (David Simón y Blanca Galindo) para inmortalizar el estado de una de las llamadas catedrales de la ruta.
"El reportaje aborda dos temas que hemos abordado en otras informaciones desde Vice: la infravivienda y la ruta del bakalao. Por las noticias [durante el año 2013, 3 personas han fallecido dentro del espacio] sabíamos que íbamos a encontrarnos con una dura realidad y, por otro lado y tras cubrir muchas informaciones, consideramos que la ruta del bakalao es el movimiento musical autóctono más destacado de Valencia. Con distancia temporal, es el equivalente al movimiento punk para el Reino Unido", asegura Geddis que atiende junto a los fotógrafos la entrevista para ValenciaPlaza.com.
Vladislav, un lituano de 61 años, ha convertido 'El Templo' en su casa. Con él se encontraron Simón y Galindo al llegar al espacio: "nos contró encontrar el lugar, pese al obelisco. Está totalmente abandonado. Cuando llegamos esperamos pacientemente a que alguien saliera porque, aunque esté deshabitado, nunca entramos en un espacio a la fuerza. Entonces salió Vladislav que estuvo hablando amistosamente con nosotros. Nos contó su historia [bajó a recoger naranjas hace años a la zona. Tiene el pasaporte el regla, pero no el NIE que le permitiría trabajar] y nos enseñó un hogar más o menos limpio y ordenado; su espacio dentro de la discoteca", señala Simón.
"El lugar está lleno de cajas y más cajas de vino, ropa por todas partes y al menos cuatro hombres y una pareja de origen eslavo. Sus formas eran bastante violentas y el momento fue hostil. Hay salas clausuradas por la policía, pero el espacio está abierto y lleno de suciedad entre la que viven estas personas. Vladislav nos invitó a un vino y a fumar y nos hizo sentir bien en su rincón, un espacio en el que sólo manda él", apunta Galindo. Quizá por este sentido de la conservación y por el tiempo que el lituano lleva dentro, cuando llegó la Policía con el dueño tras las muertes de los lituanos que vivían en 'El Templo', éste dejó que Vladislav se quedara.
La causa de dos de los fallecidos este 2013 fue la pancreatitis, mientras que a otro le atropelló en las inmediaciones de la discoteca llamada antaño París-Texas, antes de ser rebautizada como 'El Templo'.
Vladislav, al que diferentes testimonios le han acercado a lo largo del tiempo qué fue la ruta, tuvo ciertas dificultades a la hora de comunicarse con Simón y Galindo: "no vive mal, pero no tiene agua caliente. En la ciudad tenía que pagar un alquiler y para ello tenía que robar. Desde la discoteca se busca la vida y vive en una especie de limbo. Un limbo en el que se aprecian 'signos de habitabilidad'".
Junto a las vías del tren, además de los montones de ropa y las montañas de cartón, destacan el hedor presente según los fotoógrafos de Vice, pero sobre todo el silencio de la zona, especialmente bulliciosa hace ahora 20 años.
Todas las fotos son obra de David Simón y Blanca Galindo, reproducidas en ValenciaPlaza.com por cortesía de Vice.
GRACIAS VALENCIA por hacer de mi juventud un verdadero SUEÑO. Tanto es así, que he decidido montar una emisora DANCE dedicada esclusivamente a EL MEJOR MOVIMIENTO DEL MUNDO. MUCHAS GRACIAS, VALENCIA.
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