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VALENCIA. "Estamos estudiando abrir una línea financiación para que las pequeñas y medianas empresas de la Comunitat Valenciana puedan acceder al Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF)". Son palabras de Fernando Díaz Requena, secretario autonómico de Economía y Empleo, que presidió ayer la presentación en la Bolsa de Valencia de dicho mercado. Lo hizo sustituyendo a Máximo Buch, conseller de Economía, que por cuestiones de agenda no pudo acudir.

Díaz Requena participó en un acto junto con el anfitrión Ángel Torre, presidente de la Bolsa de Valencia, Francisco de Oña, presidente del AIAF, Julio Alcántara, director general del AIAF, y Gonzalo Gómez, director general del MARF. Todos ellos coincidieron en manifestar en el atractivo que tiene este mercado, precisamente en un momento donde el crédito bancario se concede a cuentagotas (y más caro).

El número dos de Economía reconoció que el objetivo de la Generalitat Valenciana en este sentido pasa por "dinamizar las pymes y para ello tenemos varias líneas abiertas más allá de la del MAB". El que fuera director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que no dudó en alabar la puesta en marcha de este nuevo mercado de renta fija, apuntó que para el próximo año "habrá 50 millones de euros para las pymes, cuyo impacto será de dos ó tres veces".

La línea de financiación que estudia el Consell será similar a la que tiene abierta para que las pymes valencianas puedan salir a cotizar al Mercado Alternativo Bursátil (MAB), que por otro lado a día de hoy solo cuenta con Suávitas. Se trata de la Línea IVF salida al MAB, cuyos beneficiarios son las pymes con sede y/o actividad principal de la Comunitat Valenciana excluyendo los sectores inmobiliarios y financieros.

La línea se articula a través de un préstamo ordinario, que financia los gastos asociados a la preparación de las empresas a su salida al MAB como son comisión de dirección, aseguramiento, colocación, gastos de publicidad y asesoría legal, costes de auditoría, costes del asesor registrado y del proveedor de liquidez -ambas figuras imprescindibles-, así como los costes de incorporación.

TRAMPOLÍN DEL MARF AL MAB

El plazo de amortización se extiende hasta un máximo de tres años, con una carencia máxima del mismo tiempo; mientras que los importes concedidos van desde los 150.000 hasta los 250.000 euros, con la posibilidad de un tipo de interés variable o fijo.

Estas son las principales características de la Línea IVF al MAB que ofrece la Generalitat Valenciana y que en principio sería muy similar a la ofertada al nuevo mercado de renta fija. Dos mercados paralelos, pero con la particularidad, tal y como reconoció ayer a preguntas de este diario Gonzalo Gómez Retuerto, director general del MARF, "que no son caminos excluyentes por lo que cualquier cotizada del MAB puede hacerlo en el MARF".

De hecho Gómez Retuerto recomendó salir a financiarse "primero al MARF para dar el salto luego al MAB porque resulta más fácil". Una especie de trampolín al que ya puede acceder cualquier pequeña y mediana empresa sin ningún mínimo (ni por tamaño de empresa ni por cuantía de la emisión), tal y como recalcaron en varias ocasiones tanto el director general de este nuevo mercado como su homólogo del AIAF Julio Alcántara.

Precisamente éste último, también a preguntas de Valencia Plaza, recordó que "los dos mercados alternativos son de carácter bien distinto -renta variable vs. renta fija-, pero comparten el hecho de ofrecer financiación a las tan necesitadas pymes españolas". A la vez que recordó las ventajas que tiene cotizar en un mercado como son la visibilidad, transparencia y reputación.

EMISIONES EN BREVE

"En breve veremos emisiones en el MARF", apuntó el director general del MARF, aunque lo importante es dotar de un mayor conocimiento a las pymes y para eso 'road shows' como el de ayer en la Bolsa de Valencia son necesarios. "Tenemos ante sí un gran trabajo de comunicación". De momento ayer se puso la primera piedra en la 'City' local y, tal y como publicó este diario precisamente este jueves, expertos reputados no dudan en reconocer que se trata de una válida alternativa de financiación más allá de la bancaria.

Una oportunidad de financiación para unas pymes en busca de alternativas de conseguir liquidez para supervivencia ante la escasa oferta del crédito bancario y, muy especialmente, para no tener que estar contínuamente dependiendo del 'grifo' de la banca cada vez más escaso y caro.