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VALENCIA. Es habitual que, dentro del mainstream, las portadas reflejen exactamente qué 'producto' se esconde dentro de un LP en la era de Spotify. Lady Gaga, que hace unos pocos años estaba actuando en los locales pseudounderground de media Europa (incluida Madrid) ha conseguido labrarse una meteórica fama a base de buenas canciones con tan solo dos discos: The Fame (2008) y Born This Way (2011).

En ambos casos, la calidad melódica de las composiciones y la buena suerte a la hora de rodearse de los productores más eficientes del momento llevaron a Gaga a emerger como una diva y referente para la provocación. Buena parte del éxito se debe a una legión de 'monstruitos' (misfits y nerds en sajonia) que encontraron en la nueva estrella del pop un bálsamo social. El mensaje: "no importa cómo seas; lo que importa es que creas en ti".

Claro está que, si a uno le empieza a no importar cómo es o lo que hace y entiende que si la cosa -aparentemente/socialmente- no funciona... ¿qué pensará los gagafans y ella misma de su último disco? Seguramente, que es la gente la que no lo ha entendido y que, por supuesto, adelante con la caballería. 

Aunque no es ninguna novedad en el mercado ya que han pasado algunas semanas desde su lanzamiento, es reseñable el descalabro de la artista. El desasstre comercial se mide en cifras: los principales medios nacionales en Estados Unidos aseguraron que en Interscope se planteaban despedir a entre 50 y 100 personas por las ventas del disco de Gaga. Así de frágil es la industria, que en el caso de esta compañía esperaba acercarse al millón de copias vendidas en una semana por Born This Way. Sin embargo, ARTPOP, que es como se llama el tercer disco de la excéntrica artista, sólo consiguió vender una cuarta parte.

Más allá de que su single Applause sólo alcanzase el número cuatro en las listas estadounidenses, el disco escuchado es una auténtica caricatura de Gaga. La artista se plagia a sí misma con un resultado intereior en el que, sabiendo el tipo de metáforas que utiliza en sus letras, llegado el año 2013, se hace cuesta arriba. En 'Uranus' su rima con una parte posterior de la anatomía puede suponer -paradójicamente- la cima de la vacuadiad gagiana.

'Venus', 'Sexxx Dreams' o 'Aura' muestran estertores de una fórmula caducada aparentemente, pero son ejemplos de canciones de un nivel inferior (partes descoyuntadas, monótonas, letras sin el gancho naive, sin avances en la producción).  Eso sí, casi como si pudiera ser inevitable 'Do What U Want o 'Dope' son buenos momentos para un disco una vez más largo, pero que dada la falta detalento se hace especialmente insufrible.

LADY GAGA - 'ARTPOP'

Sello: Interscope Records, 2013

Valoración: 3,5/10

Escucharlo: Spotify o YouTube