VALENCIA. Ya han pasado casi cinco años desde que se publicó el reglamento que ponía patas arriba a la famosa directiva europea de Mercados e Instrumentos Financieros (MiFID), lo que por fin regulaba el asesoramiento financiero independiente.
En España, el sector se está desarrollando de una manera lenta ya que tiene que hacerlo contracorriente y ha de luchar contra el monopolio que, respecto del asesoramiento financiero, han tenido en este país tradicionalmente los bancos.
Aun así, ya hay más de un centenar de Empresas de Asesoramiento Financiero Independiente (EAFIs) debidamente registradas en España asesorando a más de 3.700 clientes. Hablamos de un sector que cuenta con un volumen bajo asesoramiento de casi 2.500 millones de euros. Y esto no ha hecho más que empezar porque en Francia existen más de 4.700 empresas de este tipo, en Alemania más de 6.000 y en Reino Unido más de 10.000.
El monopolio de los bancos respecto del asesoramiento financiero nos ha llevado a una situación dramática en muchos casos.
COLOCACIÓN MASIVA
Se ha hecho una colocación masiva de productos tóxicos a clientes minoristas y esto ha provocado un drama social de magnitudes gigantes.
Preferentes, estructurados, 'garantizados no garantizados', swaps... Mucha gente se ha arruinado y ha visto desaparecer de la noche a la mañana los ahorros de toda una vida.
Pero, ¿qué es el asesoramiento financiero independiente? A nuestro juicio es aquel cuyos intereses coinciden al 100% con los intereses de la persona asesorada. Es decir, aquel asesoramiento en el que el profesional no tiene ningún interés en vender un producto ni recibe retrocesión de ningún tipo por la venta de éste, solamente asesora.
DOBLE OBJETIVO
Un asesor financiero independiente tiene por objetivo única y exclusivamente que el cliente consiga sus objetivos de rentabilidad con el menor riesgo y pagando las comisiones mínimas.
El objetivo de la ley MiFID en su momento era doble: por un lado, la protección del inversor y, por otro, dotar de un marco regulatorio claro a todo un sector que hasta la fecha estaba en el limbo jurídico.
La complejidad de los productos financieros y el difícil devenir de los mercados obligan cada vez más al inversor a tener una cultura financiera grande.
INTERÉS INVERSOR
Es cada vez más necesario contar con apoyo de profesionales cuyo interés sea el del inversor.
Algunas entidades bancarias han entendido que la profesionalización del asesoramiento es sin duda una oportunidad, por lo que han puesto en marcha departamentos para facilitar la tarea de las EAFIs como Inversis, UBS, Deutsche Bank y otros.
Sin embargo, otras entidades continúan utilizando malas artes para evitar a toda costa que el cliente les visite con su asesor independiente.
PRODUCTO PROPIO
Recientemente he visto -atónito- como una entidad condicionaba la renovación de una póliza de la empresa de un cliente a romper el contrato de asesoramiento que tenía con una EAFI. ¿Con qué objetivo? Poder colocarle producto propio como así ha sido...
Ciertamente el asesoramiento independiente tiene un coste. Es un coste que queda diluido en el resultado y añade un plus de seguridad a la hora de invertir que en la mayoría de los casos es absolutamente impagable.
MONOPOLIO CULPABLE
A todos nos conviene que el sector se desarrolle. A todos menos -parece- a algunos bancos.
El monopolio del asesoramiento financiero ha sido el culpable de muchos de los abusos (si no de la mayoría) cometidos sobre el pequeño inversor, y aquí, por permitirlo, sí que tienen que decir mucho nuestros políticos.
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José María de Hevia es socio consultor de EFE & ENE
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