MADRID (EFE/VP). Guille Milkyway, el músico detrás del proyecto La Casa Azul, no ve entre los cantantes románticos de hoy el "riesgo" inherente a la música de Nino Bravo, una pasión preadolescente que descubrió a la par que a The Beatles y que acaba de revitalizar con un disco que "expande" y trae al siglo XXI el sonido del valenciano.
"Me fascinaban sus arreglos, la épica... Además era fascinante a nivel vocal, porque, cuando cantaba grave, te susurraba y sonaba a cantante pop, pero luego tenía una potencia inigualada, a pesar de lo cual, seguía sonando natural, como terciopelo", ha destacado hoy a Efe el productor catalán, que compara a su ídolo con Tom Jones.
"Nino Bravo en libertad by La Casa Azul" (Universal Music), que se publica esta semana, es el resultado del "peligroso" encargo de abordar temas icónicos del cancionero español como "Te quiero, te quiero" o "Cartas amarillas", intentando "aportar" algo nuevo, como en "América, América", que remoza a ritmo de reggae.
No se trata de hacer experimentos ni "cambios radicales", ha precisado Milkyway, sino un disco "clásico y atemporal, grabado ahora" y desde una perspectiva coherente, con la que el cantante -fallecido en un accidente de tráfico en 1973 - se hubiese sentido "cómodo".
No busquen temas emblemáticos como "Un beso y una flor", "Libre" o "Noelia". "No vi posibilidad de hacer con ellas algo que cambiara sustancialmente lo que ya estaba hecho", explica el productor, que ha equilibrado el número de "hits" con "joyas ocultas" como "En libertad", una "cara B" que ha titulado el disco.
Una de las tareas más complicadas fue aislar los ingredientes para empezar a recombinarlos, ya que prácticamente en ningún caso partía de la pista de voz aislada. Con paciencia y técnicas muy sofisticadas, lograron separar elementos y erradicar otros. Terminado este proceso, comenzó la parte artística, la de "absoluto gozo".
"'Vete' ejemplifica mucho lo que he intentado en este disco, expandir el sonido", explica Milkyway, que ha doblado muchos de los instrumentos en este corte, dándole la dimensión épica y gigante que no pudieron garantizar los sistemas de grabación de la época original.
En su opinión, "a día de hoy aún cuesta mucho hacer de Nino Bravo un juicio estrictamente artístico sin asociarlo con su época y la situación política, como sucede con cualquier cosa que saliera antes del cambio de régimen".
Milkyway, un "heterodoxo sin prejuicios" que ve al valenciano como un artista "muy moderno", considera que "el riesgo de sus canciones" no se encuentra "en el panorama de la canción romántica actual".
"Persisten las grandes voces y compositores, pero cada vez se ha hecho todo más ligero", afirma el músico.
Es difícil saber qué habría sido de él si no hubiese fallecido de forma precipitada. "Probablemente no estaría haciendo pop, sino algo más cercano al lírico", considera el músico, que en todo el proceso ha hablado directamente con los familiares del cantante.
Tras el parón que ha supuesto este trabajo, Milkyway -que produjo también el último álbum de Fangoria, "Cuatricomía"- retomará la grabación de su nuevo disco como La Casa Azul, que será algo "más ligero" que el previo "La polinesia meridional", galardonado con el premio al mejor álbum de pop de los Premios de la Música Independiente 2012.
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