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VALENCIA. Hace 18 años que no se representa en Valencia. Diez que se interpretó en Alicante. Más de 36 de su estreno. 'El veneno del teatro' es una obra de repertorio que se interpreta por todo el mundo pero que a su ciudad de origen llega con cuentagotas. Obra del dramaturgo valenciano Rodolf Sirera, está pieza ganadora del Max vuelve a la ciudad que le vio nacer, pero sólo durante una semana, "una semanita", como ironiza el propio dramaturgo. Y porque forma parte de una gira. Y porque la produce Concha Busto.

El trato recibido por Rodolf Sirera en su ciudad natal es cuanto menos errático. Pese a ser uno de los dramaturgos valencianos más exitosos, con dos galardones Max a cuestas, sus obras rara vez suben a los escenarios de la ciudad. La última que se representó en Valencia fue 'Raccord' y de eso fue hace ocho años. Con un agravante, el montaje que llega ahora a las tablas del Rialto lo hace tras recorrer medio mundo y representarse en Argentina, Uruguay, media España...

Convertido en un pequeño clásico contemporáneo, 'El veneno del teatro' es una pieza singular, diferente, que Sirera creó en 1977 inicialmente para televisión. La producción ha tenido muchas versiones, la más conocida la de los años ochenta que protagonizaron José María Rodero y Manuel Galiana y que dirigió Emilio Hernández, una versión a la que Sirera le guarda cariño porque fue la que popularizó el texto.

Con todo, el dramaturgo valenciano prefiere una que se realizó en Francia y esta que ha dirigido Mario Gas y que intepretan Miguel Angel Solá y Daniel Freire. "Me sorprende que se siga representando esta obra aún hoy", comenta Sirera. "Uno no elige las obras más significativas de su repertorio, es la recepción del público y de la crítica la que lo hace, y ésta sigue siendo buena", añade.

La obra, que estará en cartel hasta el 17 de noviembre, escrita originalmente en valenciano, llega en su versión en castellano. Ambientada en París, a finales del siglo XVIII, cuando Gabriel de Beaumont, un famoso actor, es invitado por el 'Marqués', un aristócrata famoso por sus aficiones extravagantes, a visitarlo a su palacio. Allí recibirá el encargo de interpretar una obra teatral sobre la muerte de Sócrates escrita por el propio marqués, pero pronto comprobará que todo es una trampa para ser sometido a un cruel experimento sobre realidad y representación en relación al tema de la muerte.

Aunque se perciban ciertas similitudes con la pieza 'La huella' de Anthony Shaffer, que dio pie a la famosa película de Joseph Leo Mankiewicz protagonizada por Michael Caine y Laurence Olivier, Sirera se apresta a señalar que su intención era muy diferente y que estas coincidencias son más producto de la casualidad, de las exigencias de producción que reclamaban un espacio cerrado y dos actores. "Yo quería hablar de la paradoja del comediante de Diderot", dice Sirera, una idea planteada por el pensador francés del XVIII según la cual un actor no debe sentir nada, sino que son los espectadores los que deben sentir.

Gas, con Solá y Freire, han construido un montaje especial que, según el autor del texto, "es muy fiel a la obra". "Es un montaje muy adecuado, me he sentido muy a gusto con él. He visto algunas de las producciones que han hecho y con esta me siento muy cómodo porque entra dentro del espíritu del texto", asegura Sirera.

Autor interesado por la televisión, Sirera ha sido el responsable de algunas de las series más conocidas de los últimos años. Especialmente famosa es la última producción de la que fue guionista, 'Amar en tiempos revueltos', realizada para TVE, si bien antes escribió 'Herència de sang' para RTVV o 'Nissaga de poder' para TV3.

'El veneno del teatro', que estará en cartel hasta el domingo, se presenta este martes en el teatro Rialto de Valencia, a las 21.00 horas. Serán sólo siete funciones. La última, el domingo a las 19.00 horas. Si se cumple la media de los últimos años, tardará una década en volver a verse en Valencia una obra de Sirera. Así que la ocasión es única.