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VALENCIA. La jubilación el 31 de agosto de la administradora del Palau de les Arts, Concha Gómez, ha provocado que el centro de la ópera se encuentre colapsado por la ausencia de una segunda firma, necesaria para muchos de los contratos y acuerdos que firma el coliseo.

En la actualidad la intendente del coliseo, Helga Schmidt, es la responsable única de las cuentas del auditorio, una situación que provoca inquietud. "Su forma de trabajar no es precisamente austriaca porque de austriaca tiene la nacionalidad y poco más", comentan desde su entorno; "ella es más italiana, caótica".

No en vano, tanto la Sindicatura de Cuentas como la Intervención General de la Generalitat han criticado su gestión. "Es un auténtico desastre para los números", relata una ex trabajadora. "No es muy buena para las cuentas", conviene una persona de su entorno. "Vamos de colapso en colapso hasta el desastre final", bromea un trabajador del coliseo.

La función de Gómez, al igual que antes Eusebio Monzó y posteriormente Ernesto Moreno, ha consistido principalmente en controlar los gastos del coliseo. Pero la Conselleria de Cultura no ha podido dar respuesta a la marcha de Gómez porque no la puede sustituir hasta que se dé por concluido el ERE del coliseo, según explicaron desde el departamento de la avenida de Campanar, sede de la conselleria.

"HAN VUELTO LOS PROBLEMAS CONTABLES"

Los trabajadores del Palau de les Arts relatan cómo han vuelto las colas delante "del despacho de doña Helga", dicen. "Han vuelto los problemas contables", sintetizaba un trabajador. Por el momento el secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll, es el encargado de la segunda firma en determinados contratos, "para algún pago a proveedores pero no para el día a día", añaden las mismas fuentes.

La situación no es nueva. En diferentes ocasiones el Palau de les Arts se ha encontrado con impagos acumulados y protestas de proveedores. De hecho, trabajadores del coliseo recuerdan que el Ministerio de Cultura se ha negado a formar parte del Patronato hasta que tengan las cuentas claras. Pero el Palau de les Arts no facilita los contratos y no quieren que suceda como en el Liceo de Barcelona, donde un representante del Ministerio de Cultura audita las cuentas. Temen suspender.

Sin ir más lejos, el examen que pasan esas cuentas en Valencia suspende año tras años. En el último informe de la sindicatura de Cuentas se señalaba por ejemplo que se habían presentado "facturas justificativas con retrasos de hasta tres años". Y también se reclamaba más seriedad.

Textualmente, el informe apuntaba:

"El procedimiento de compras aprobado por la entidad debe aplicarse de un modo más riguroso. Debe coordinarse la formalización de los contratos con la introducción de la información en el sistema informático de compras, respetando las etapas de solicitud y autorización. Hemos revisado la fecha de formalización en 16 casos. En 6 de ellos la tramitación en el sistema se ha hecho entre dos y trece meses después, y 2 de ellos se han tramitado con una antelación superior a cinco meses".

A ello hay que unir los gastos de Schmidt, poco austeros y ejemplarizantes en una época de recortes. La intendente siempre vuela en primera y se aloja en hoteles como el Ritz de Madrid o The Berkeley de Londres.

La situación de caos es tal que todavía no se han iniciado los contactos para buscar al sustituto del actual director titular de la Orquesta de la Comunitat Valenciana. Omer Meir Wellber, dejará el Palau de les Arts al acabar la temporada. El músico israelí, que concluye este curso su contrato con el coliseo valenciano, está previsto que dirija este mes de noviembre tres conciertos pero ninguna ópera.

La mala relación de Wellber con la intendente del Palau de les Arts es pública. De hecho, en la última ópera de la temporada que dirigió, ‘El barbero de Sevilla' Meir Wellber sorprendió a todos subiéndose al escenario y yéndose con los dos cantantes protagonistas, en un gesto que irritó a Schmidt. A pesar de eso, nadie ha movido ficha para sustituirle. "Hasta mayo no harán nada", vaticinan desde el Palau de les Arts, "y para entonces ya veremos a quien se contrata".