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VALENCIA. "Mi padre es ingeniero de caminos y por su trabajo cambiábamos continuamente de residencia. Cuando era pequeña, cada año vivíamos en una ciudad distinta. De repente, en una casa en la playa y rodeada de caballos. Más tarde, al sur, con las vacas rodeando la cabaña, en mitad de un bosque sobre el que no dejaba de llover. También he vivido en los Andes. En todos estos sitios he tenido una relación mágica con la naturaleza y sé que allí era realmente feliz", dice Soledad Velez (Concepción, Chile, 1988).

Desde este punto de partida resulta sencillo comprender el origen del nombre de sus últimas grabaciones: Black Light in the forest (2010), Wild fishing (2012) y Run with wolves (2013), su último disco que este lunes 28 de octubre salió a la venta auspiciado por el sello valenciano Absolute Beginners.

Residente en Valencia desde 2008, Soledad Velez estuvo a pocas horas de iniciar su camino a través de la música en otra ciudad: "tenía todo listo para ir a vivir a Buenos Aires, pero un amigo de Valencia me convenció para viajar hasta aquí. Apenas había escuchado a grupos españoles, pero la idea de venir a Europa me fascinaba por el trato a los artistas y la cultura".

Ahora, la situación es distinta. Tanto que desde España se ha puesto especial interés en algunos artistas independientes llegados de su propio país durante los dos últimos años. Javiera Mena, Gepe, Dënver o Perrosky son algunos ejemplos de esta ola: "Mi país ha dado un vuelco, sobre todo en lo que se refiere a inversión en cultura. Además, existen unas magníficas relaciones entre artistas y circuitos con países como México", asegura la autora que durante el año pasado ya estuvo girando tanto por Chile como por el país azteca, además de haber actuado en varias ciudades de España, Portugal y Reino Unido y atravesado festivales tales como el FIB, el Primavera Sound o el Día de la Música.

De vuelta a la impresión que provocó la música en su infancia, Soledad Velez recuerda que, una vez superado su amor por Elvis Presley ("lloré mucho al saber que ya estaba muerto"), entró en un estado de "obsesión" por el blues y el jazz. "Mi voz preferida era la de Billie Holiday. No era la que más hacía ni la que parecía querer destacar, pero me fascinaba su interpretación", algo que casa con su propia creación, en la que la intencionalidad, la forma en la que cuenta sus letras es el sabor protagonista de todas sus composiciones.

Desde que empezara a sonar por las salas de Valencia hace algunos años, se ha reconocido su cercanía con PJ Harvey a la hora de dominar, precisamente, el espacio sonoro con su voz tremulosa y solemne. Aun así cabe reconocer que su estilo rock, con una base de folk americano y una serie de diversos gestos musicales más propios de su lugar de origen, se han abierto definitivamente con Run with wolves a las influencias musicales de artistas más próximos a su tiempo.

LOBO CAMINA CONMIGO

Aunque confiesa que no le gusta hablar de la razón verdadera que hay detrás de cada una de sus canciones, Soledad Velez reconoce que hay algunas inquietudes ‘tangibles' en el disco: "a veces escribo sobre problemas que me rodean, para comprenderlos, interiorizarlos y poder pasar página. Por ejemplo, sobre el alcoholismo que es el tema evidente en On fire (primer corte del disco)".  Algo que tampoco ha dejado escapar en esta ocasión es la reivindicación de la identidad latinoamericana. Como en el caso de South Mountain, en la que repite el verso "I am from South America". "He utilizado un charango, típico del folk de mi tierra, y sí, tenía muchas ganas de gritar con rabia, ¡soy sudamericana!".

Las influencias y su vinculación con la naturaleza ("y tengo la gran suerte de tener un novio montañista") son evidentes, pero el título del álbum también tiene su explicación: "desde pequeña, cuando estoy muy nerviosa, visualizo cosas imposibles a mi alrededor. Es difícil de explicar, pero son cosas que, sencillamente, no pueden ser y que nacen como un error en mi cabeza. Últimamente, cuando salía a correr, veía lobos por todas partes. Y, suena raro, pero siempre he estado acostumbrada a aceptar estas pequeñas alucinaciones para no tener crisis de ansiedad. Y los lobos han llegado hasta aquí".

PLANES Y TRABAJO

Soledad Velez ha colocado las canciones de su último disco en el orden de la ambición: "En Wild fishing fui dejando lo mejor para al final, como reservando sorpresas, pero en este álbum he querido hacer justo lo contrario". Precisamente, con las dos primeras (On fire y Miky Way) se sentiría "fuerte" frente a un teatro abarrotado en su querido Chile. Por contra, se acomodaría en cualquier terraza de Valencia entre amigos para tocar Good Morning Darling con la que cierra el disco.

Un nuevo disco que supone también elevar el listón a nivel instrumental. Por ello, más que nunca, pasa a contar con una banda en directo "siempre que las condiciones lo permiten". Para esta trama de pistas que ha engrandecido sus canciones en Run with wolves se  ha rodeado de buenos músicos. Uno de ellos destaca por ser también su principal escudero en directo: "siempre he tocado con alguien, pero nunca he encontrado tanta afinidad con nadie como con Jesús de Santos. Sabe perfectamente dónde quiero ir con cada canción". Él mismo a las guitarras, Dani García a la batería y percusiones, Xema Fuertes y Cayo Bellveser en el banjo, contrabajo, harmonio y piano, firman Run with wolves que se puede escuchar aquí y comprar aquí.