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VALENCIA. Joaquín Sorolla tendrá su museo en la ciudad de Valencia. Tras años de promesas e ideas desde las instituciones, los dos agentes capitales para que esta pinacoteca se cree definitivamente han dado un paso conjunto al frente, tal y como publicó ayer Las Provincias. Así pues, el reformado palacete de la plaza de Tetuán, sede de la Fundación Bancaja, se convertirá en el Museo Sorolla de Valencia.

Aunque las conversaciones para esta consecución se iniciaron antes de verano, todavía no se ha materializado un acuerdo conjunto entre Generalitat y Fundación Bancaja para constituir este museo. Aunque no hay un calendario de plazos, fuentes de la Fundación han asegurado a ValenciaPlaza.com que se espera que el acuerdo pueda alcanzarse en cuestión de meses dada la predisposición de las partes.

UN ENCLAVE IDÍLICO

La realidad sobre la ciudad y Sorolla durante los últimos años ha llevado a una dispersión de ideas en busca de una solución global a este vacío. Igual que las grandes ciudades acogen un centro capaz de aunar buena parte de la obra de alguno de sus pintores de referencia, Valencia no tenía a estas alturas un museo en torno al autor pictórico más internacional. Una realidad difícil de digerir mientras el Museo Sorolla de Madrid ha aumentado un 20% su asistencia durante el último año.

La obra del autor ha pasado durante los últimos 25 años por IVAM, San Pio V y Fundación Bancaja entre otros espacios expositivos de la ciudad. Sin embargo, en algunos momentos de este periodo las instituciones han valorado la creación de un contenedor único y diferenciado para albergar el Museo Sorolla de Valencia, recogiendo la obra dispersa del autor. Estas propuestas nunca se llegaron a concretar.

Finalmente, las condiciones del Centro Cultural Bancaja y el trabajo desde la fundación valenciana han aparecido como la opción idílica en un momento alejado de la construcción de grandes contenedores culturales. Ayuntamiento y Diputación, que poseen una parte interesante de la obra de Sorolla, se muestran encantados con la localización del museo, próximo a la parada oficiosa de autobuses procedentes de los cruceros, en la calle Navarro Reverter junto a la Plaza de América, a la que se puede acceder fácilmente a pie y que cuenta con un párking público y una estación de Valenbisi en la misma puerta.

De esta forma, la Fundación Bancaja también alcanzaría la consecución de un trabajo desarrollado durante los últimos años sobre el pintor valenciano entre cuyas virtudes -más allá de las artísticas- está la de contar con una vasta (2.200 piezas) y dispersa obra. El edificio que, si no hay imprevistos, acabará por acoger el Museo Sorolla de Valencia, se inauguró en 2007 precisamente con motivo de la llegada de los murales del artista propiedad de la Hispanic Society of America de Nueva York. Un acuerdo alcanzado y dirigido durante meses por la Fundación Bancaja.

Los paneles regionales de Sorolla conocidos como las "Visiones de España" fueron visitados por más de 450.000 personas en la ciudad de Valencia y superó los dos millones de espectadores en la itinerancia de la muestra por diferentes ciudades de España. A su éxito le siguió la antología en el Museo del Prado, también patrocinada por la Fundación, convirtiendo al artista en el creador nacional con una exposición más visitada durante la última década.

LA OPORTUNIDAD DE LA CRISIS

Las necesidades de concretar y mejorar la oferta turística también se encuentran tras el proyecto. Tanto el Ayuntamiento de Valencia como Diputación de Valencia cuentan con obra del autor, como ya se ha indicado. Entre otras referencias, varias docenas de pinturas se pueden encontrar en el San Pío V que durante algún tiempo se contempló como posible ubicación para el proyecto. Sin embargo, el edificio del Centro Cultural Bancaja reúne las posibilidades técnicas y la situación de polo turístico para contentar a todas las partes.

Cabe destacar que la crisis ha evitado que se especulara más sobre la idea de crear una pinacoteca monográfica sobre Sorolla. El contexto de limitaciones económicas ha aclarado las ideas de los diferentes interesados en crear un lugar de referencia sobre el autor para los valencianos y para la ciudad y, finalmente, Sorolla puede contar con su pinacoteca sin necesidad de obras faraónicas ni inversiones estratosféricas. Las fuentes del proyecto esperan aunar no sólo la obra que pertenece a instituciones, sino integrar a los coleccionistas privados para generar un espacio de visita imprescindible acerca del artista.

Fuentes de la Fundación Bancaja, además, han asegurado a este periódico digital que su ánimo con la creación del Museo Sorolla es "ambicioso". Con centenares de referencias a nivel mundial entre ciudades y autores (Picasso en Barcelona, Van Gogh en Amsterdam, Dalí en Figueres, por ejemplo), las partes quieren mostrar un contenedor pictórico activo y actual, alejado de un espacio poco dinámico. La exposición permanente no será, en cualquier caso, el único objetivo del futuro museo, sino que también estará presente la posibilidad de ejercer como paraguas de inquietudes en torno a Sorolla, su tiempo, la ciudad y la realidad artística influida por éste.