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'EL CABECICUBO'

¿Por qué las familias de clase media tienen hijos satánicos? Los documentales de metal extremo

ÁLVARO GONZÁLEZ. 05/10/2013 En Youtube hay varios documentales íntegros sobre un fenómeno musical que derivó en terrorismo y aterrorizó a la pacífica sociedad noruega.

VALENCIA. Fue un grupo valenciano, Gigatrón, quien describió con maestría al seguidor del llamado metal extremo. Su canción ‘Poseso' decía:

"El otro día hice un rito infernal, mi calimocho explotó. Mientras limpiaba mi chupa de cuero. el parche de Venom me habló (...) Poseso; pérfido y gañán. Poseso; satánico malandrín. Ahora como carne cruda, soy en la Disco el peor; muevo mis crines de diablo. Duermo en un contenedor".

Se refería a una serie de estilos musicales derivados del heavy metal que saltaron a la palestra a principios de los noventa y que todos tenían como denominador común el ruido que metían. No había manera de que un padre se hiciera el guay con sus hijos diciéndole que también le gustaba el género. Eso era impenetrable. Tenía tal velocidad, unos volúmenes y unas voces guturales que eso era aberrante. Y ahí radicaba su belleza.

Todo habría quedado en artículos de revistas especializadas, pero el asunto traspasó las portadas de discos con gente decapitada y orgías zoofílicas. En Noruega se llegó a formar un conato de grupo terrorista, el Inner Circle, que se tomó tan a pecho el satanismo que empezó a quemar iglesias -Unas 52, según la Wikipedia- asesinar homosexuales y a matarse entre ellos.

Estos sucesos forman parte de la vertiente más folclórica del rock and roll y cualquier amante de la cultura popular debería darle un repaso si no lo ha hecho ya. Son un ejemplo inmejorable de hasta dónde se puede llegar cuando se le quiere dar demasiada trascendencia a las subculturas juveniles. Lo que pasa es que en las cadenas de televisión estatales sería raro encontrarse con documentales que expliquen el fenómeno. Y si se hiciera, en una Noche Temática de La2, por ejemplo, seguramente pecaría de superficialidad.

Por eso en esta entrega del ‘Cabecicubo' comentaremos las piezas íntegras que hay en Youtube que, por otro lado, es uno de los canales de televisión más vistos del país, si no el que más.

‘ONCE UPON A TIME IN NORWAY' (aquí) Y ‘PURE FUCKIN MAYHEM ‘(aquí)

MayhemEstos dos documentales cuentan la historia de Mayhem, el grupo de black metal noruego más legendario. Merecido galardón, aparte de por la calidad de su música y por ser pioneros en la concepción de este sonido, porque uno de sus miembros se suicidó y al otro lo asesinaron.

El que se suicidó se llamaba Dead. Según cuentan los reportajes eran un adolescente depresivo que había tenido una experiencia cercana a la muerte. Dicen sus compañeros de grupo que debió quedar fascinado por el túnel y las lucecitas  porque nunca dejó de hablar del tema, de ahí su mote y las letras de sus canciones que elogiaban el ineludible momento de estirar  la pata.

Sus amigos no escatiman en adjetivos para describir su magnética personalidad. Guardaba sus ropas enterradas en mitad del monte para que se pudrieran y ponérselas en ese estado cuando daba un concierto. Debajo de su cama, acumulaba animales muertos para darle ambiente a la habitación. Y también solía ir por ahí con un cuervo muerto en una bolsa de plástico para, antes de saltar a escena, abrirla y hacer unos vahos. Hasta sus propios colegas esbozan sonrisas cuando lo recuerdan en las entrevistas de estos documentales, rodados dos décadas después.

Sin embargo, la cosa pasa a mayores el día que Dead se suicidó. Se cortó las venas y se voló la cabeza con una escopeta. El primero que se lo encontró de esta guisa fue su compañero de grupo Euronymous, que lo primero que hizo fue sacar unas fotos del cadáver. Las instantáneas fueron luego la portada de un directo del grupo. Lo pueden encontrar en eBay, aunque la joya de coleccionista del grupo es el EP ‘Deathcrush'. Una primera edición cuesta 1.600 dólares.

El tipo que sacó las fotos era el cerebro del grupo. Estaba obsesionado con Satanás y estas historias, pero también con el comunismo, lo que le llevó a intentar vender sus discos en Albania, antes de que cayera el régimen, y la China Popular. De hecho, Mayhem tocó en la RDA en 1990, con el muro recién tirado, por las manías de este hombre, aunque por lo que se hizo famoso fue porque Varg Vikernes, el líder de otro grupo llamado Burzum, le asesinó asestándole una puñalada en el cráneo.

Este chico fue condenado a veinte años de cárcel y se convirtió en un mito. En los 90 circulaban VHS por toda Europa con la grabación de su juicio. Y paralelamente a este suceso, no pararon de arder iglesias en Noruega, de modo que la sociedad escandinava e preguntó qué carajo estaba pasando.

‘DET SVARTE ALVOR'

En 1994, la cadena de televisión noruega NRK rodó este documental sobre estos movimientos juveniles que eran de todo menos esperados y digeribles por la sociedad acomodada de un país próspero.

El reportaje no puede empezar mejor. Copia el modelo de ‘Fiebre del sábado noche' y un músico de uno de estos grupos, Immortal, aparece maqueándose en su habitación frente al espejo, antes de bajar las escaleras del chalé con una antorcha encendida e irse a un concierto. 

El periodista es cruel. Después de dejar que los protagonistas expliquen sus creencias y motivaciones, le pregunta a uno de ellos "¿Y tienes muchos amigos?". A lo que responde: "No, amigos de verdad, no".

Pero las ideas que exponen los chavales, que entre otras acciones terroristas habían quemado una iglesia del siglo XII, tienen su aquél. Rechazaban el satanismo, comentan que ellos son "odinistas" y se quejaban por la conversión al cristianismo de los vikingos no sé cuántos siglos atrás. Una empanada mental nacionalista para ponerle un marco.

No obstante, más gracioso todavía es la forma que tuvieron de combatirlo los agentes sociales del país. Aparece una entrevista a un sacerdote que utiliza la trece catorce. Sí. efectivamente, la popular ley de Godwin, les compara con Hitler y trata de que se prohíban sus conciertos. Haciendo presión, en una sala que aparece en el documental, lo llega a conseguir.

BLACK METAL SATANICA 

Y ya para viciosos sin remedio es este cuarto documental que trata el fenómeno hasta nuestros días. La locución se inicia con el dilema del millón de coronas: "debajo del estado del bienestar, yace un monstruo...". Luego comienza una serie de entrevistas y encuentros con individuos a cada cual más narcisista que con la ridícula cadencia aristocrática propia de los discursos de las rock stars, profundizan en esas teorías de los pobres vikingos cristianizados y su identidad perdida. Son del corte: "No nos engañan, Escandinavia no es cristiana".

Antena 3 hace muchos años dio otro documental mítico, The Decline of western civilization II (El declive de la sociedad occidental) sobre las estrellas del heavy metal y algo todavía mucho peor, los que aspiraban a serlo. Esta escena, subtitulada al español en Youtube por la gracia de los internautas, se quedó grabada en las retinas de los noctámbulos que se lo tragaron.

Chris Holmes, guitarrista de WASP, se emborrachaba como un piojo sobre un flotador en la piscina de su mansión... al lado de su madre. Pues las cosas han cambiado poco según las muestra este ‘Black metal satánica'. Al final, el líder de un grupo, criticado "injustamente" por repartir cuchillas de afeitar a los fans en sus conciertos para que se hagan daño a sí mismos, muestra sus brazos en los que no cabe ni una sola cicatriz más. Por las autolesiones hacia la alegría, viene a decir, sin atisbo de vergüenza.

ALGO MÁS QUE DOCUMENTALES

En fin, trabajos todos ellos muy entretenidos de ver. Pese a todo, la música que hacían estas buenas gentes fue totalmente novedosa a finales del siglo pasado y en éste no faltan músicos mainstream que van incorporando algunos de sus hallazgos de forma estudiada y con cuentagotas comercial. Si alguien está interesado en investigarla, en España tenemos a Salvador Rubio, un estudiante que convirtió un trabajo de la universidad en una enciclopedia sobre todos estos grupos ‘Metal Extremo, 30 años de oscuridad'. En Youtube también hay varias de sus conferencias íntegras. Al final, fueron muchos más los que sólo querían divertirse metiendo este ruido atronador, no menos satánico que los cacharros de aire comprimido que utilizan los empleados municipales para menar las hojas de los árboles caídas en otoño. No en vano, fue La2 quien en su día hizo una pieza con la cara bonita de esta historia, la estadounidense, que paradójicamente no se tomaba tan a pecho sus elucubraciones diabólicas. Ahí lo dicen claro. Se trataba de soltar así la agresividad para, literalmente, no matar a nadie. No al revés.

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3 comentarios

Alexandre escribió
11/10/2013 10:53

A mi también me ha interesado el fenómeno del black metal desde una perspectiva antopológica: el deseo de extrañamiento de estos chavales que viven en la sociedad más próspera del mundo tiene algo de conmovedor y difícil de resistir. Hay otra pieza digna de mención "Until the light takes us", en la que Varg Vikernes se explaya a gusto desde la cárcel sobre sus andanzas. Es un documental de tono y composición un poco extraño, imperfecto pero cautivador, que trata de reseguir la cotidianeidad de algunos de los protagonistas de aquella escena años después de su apogeo. Algunas, sin estar en la trena, son para verlas. Un buen epílogo, por cierto, es el eco bizarro que apareció en la prensa de este verano: Vikernes, que había salido no hace mucho de la cárcel pese a su desaforada actividad de propagandista antisemita y supremacista escandinavo, fue detenido en Francia por tener presuntamente planeado liar una breivikada en Aquitania. Luego todo quedó en agua de borrajas y dejaron los cargos en una vulgar incitación al odio racial.

Jimbo escribió
09/10/2013 10:28

No me mezcléis BLACK METAL y DEATH METAL, por dios bendito..... ;)

A. Vidal escribió
08/10/2013 07:46

Este artículo me ha transportado de nuevo a mi tierna adolescencia. Recuerdo que, si bien tuve un nivel satisfactorio (cuantitativa y cualitativamente) de amistades, en general la gente te tomaba en serio cuando narrabas felizmente las peripecias del Inner Circle y les daba cosita... Estamos hablando de un tiempo en que los chistes sobre nazis, niñas bosnias y leucémicos eran géneros de humor bastante underground. Sólo puntualizar que Vikernes, además de ser (él solito) Burzum, por entonces también era bajista de Mayhem. Lógicamente, el resto de la banda no se tomó muy bien que se cargase a Euronymous, por mucho que se justificase en el hecho de que este era muy poco nazi y, por tanto, no fuese el perfil que el Inner Circle buscaba.

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