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VALENCIA. Una de las tonterías más perturbadoras durante los últimos años tiene que ver con MediaMarkt y su popular claim: ¡Yo no soy tonto! La empresa alemana utiliza este mismo eslogan desde 1979 en su país de origen, pero con un pequeño cambio; un detalle decisivo: "Ich bin doch nicht blöd". Nada de exclamaciones y un categórico punto final.

Cuando el índice de pobreza en tu país se eleva un 8% (un 18% en la Comunitat) desde la caída de Lehman Brothers -o, por coincidencia de fechas, desde la celebración del primer Gran Premio de Fórmula 1 de Europa en Valencia- se te va torciendo el gesto cuando vas gritando cosas por ahí mientras compras electrodomésticos programados para su obsolescencia. Ay.

Por contra, cualquier gurú -suelen llevar camisa blanca y americana de paño en su foto de perfil en LinkedIn- nos dirá que los productos reflejan el estado de ánimo de la sociedad. Haciendo caso a su consejo -cómo respirar si no-, los desayunos de esta semana se han hecho bola con una contradicción de envergadura: "El grunge ha vuelto. Descúbrelo en la sección de moda de El Corte Inglés". Uf.

Asustado, acudí a la versión online de todas las cabeceras que recogen estos asuntos. La realidad fue demoledora: "Sumérgete en la nueva tendencia: vuelve el estilo 'grunge', pero más limpito". ¿Cómo que "limpito"? ¿Me lo puede repetir? Empresas de percheros minimalistas y producción deslocalizada hasta Asia, han optado por rescatar esta moda de fuerte paso nihilsita y desastrado (¡viva?). El término grunge deriva de 'grungy', que significa, directamente, sucio. Entonces, dígame con esa voz tan amable, ¿cómo lo hacemos "limpito"?. 

CÓMO SER GRUNGE (O 10 IDEAS PARA QUE TE LLAMEN RARO)

Lo de que vuelven los 90 es tan serio que en Madrid reabre la sala Maravillas. Es tan serio, que Christy Turlington ha vuelto a hacer una campaña para Calvin Klein (y qué bien). Muy serio.

Más allá del 'movimiento Seattle', de la llamada Generación X, de la influencia definitiva de los afectados por el virus del SIDA, 

Pero hablemos de moda, que es, al fin y al cabo, lo que le hacen ponerse a Alexa Chung en el Coachella cada primavera (si no sabes qué es el Coachella, pregúntale a tu amigo el hipster). Vamos a desempolvar la ropa de la oveja negra de la familia, a quien tus padres te recomendaban no acercarte, para convertirte en un tío o tía 'grunge'. Sé trendy, verás qué guarrada:

PELETE CHURRETOSO

Este término manchego tan popularizado por Muchachada Nui es anterior al nacimiento de Kurt Cobain (por cierto, grunge era Courtney Love). Hablaremos de él más tarde. Aunque son anteriores a la época, Tim Burton y Robert Smiths figuran como una clara influencia en la falta de afición por el agua que activó la grunge people. Con esta propuesta comercial, entiendo que el plan es comprarse ropa -esto siempre- para terminar por abandonar los buenos hábitos de higiene, especialmente con tu cabellera.

Grunge pro: Rosas y sunburst (degradados a partir de colores solares; como la chica de la foto superior) son motivo de admiración para la estirpe.

CHUPAS (DE CUERO)

Viva el cuero. Combinado con los shorts de talle alto que vienes llevando desde hace un par de rebajas, la probabildiad de que el cuero te quede bien es mínima. Pero anímate. Aunque no sepas ir en bici, parecerás un motero. Más cerca de Fonsi Nieto que de Marlon Brando en Salvaje, pero bien. Cremalleras y tachuelas regresan con el 'grunge', que las rescató de unos 80 que andaban saliendo de la hombrera. 

Grunge pro: chupas (de cuero) dos tallas por encima de tu medida. Bienvenido el oversize.

TODO GRANDE (ANDE O NO ANDE)

El oversize es el arte de ponerte ropa de tu padre y mantener la cabeza alta. De cara al invierno, la tendencia grunge te permitirá 'cenar fuerte' por las noches y salir de ese absentismo calórico al que te habías sometido este verano. Si lo de tu padre no lo ves, cómprate la ropa una o dos tallas más grandes. En cuanto se pase la temporada podrás ser el rey del mercadillo solidario, salvo que hayas engordado lo suficiente.

Grunge pro: qué te voy a contar de la edición de septiembre de Vogue en Francia que tú no sepas. 'La fièvre grunge' nos deja ver una tendencia muy bestia: botas militares para pies de porcelana. Súper cómodo todo.

LOS CUADROS

Como una peste bubónica, este es el panorama -de izquierda a derehca- en los catálogos de Mango, Zara y El Corte Inglés:

LANA

Nada que ver con la peste bubónica, pero si eres productor de lana te vas a llevar una alegría. En Seattle, cuna de la cultura grunge, cuando hace mucho pero mucho mucho calor en agosto, alcanzan los 28 grados. Creen morir, en plan vecino de Patraix sin aire acondicionado en el salón en pleno mes de octubre.

Seattle es un lugar frío y la franela va que vuela. Entre otros asuntos, desde la ciudad de la costa oeste estadounidense se impuso el gorrito de lana y la bufanda excesiva. Excesiva y estampada. Reza para que nieve en la Malvarrosa, porque el gorrete -tan cómodo bajo la gota fría- y el cuello cubierto se van a imponer.

Grunge pro: lana oversize (en la foto). Una imagen vale más que mil palabras (Vogue, septiembre de 2013).

COMPLEMENTOS Y MAQUILLAJE

Horror: necesitas una cara pálida. Todo el verano tostándote, tirando de aceites de coco y zanahoria para  cumplir con el canón, y ahora quieren verte más blanca que Casper. Toca sufrir y evitar los rayos solares. En el grunge, hamija, los labios de color cereza y la delicada piel blanca son un must tras los mechones sucios de tu pelo. Así de contradictorio y absurdo.

Por otro lado, el perfilado de ojos y labios está bien visto. Los complementos, metálicos o de bisutería, pero en color plata. Zapas con algo de plataforma, pero sobre todo negras. Vuelven (¿habías dejado tiempo suficiente para que se fueran?) las Converse All Star, por aquello de Kurt Cobain. Ellas, fiebre por los botines.

Grunge pro: te vas a poner muy contenta cuando te hagas un punto en las medias. Rotas son de lo más grunge.

ICONOS 'GRUNGE' A BUSCAR EN GOOGLE

Ellas: Kim Gordon (de Sonic Youth) y Wynona Ryder. Ellos: Johnny Depp y Jeff Buckley.

VERSIÓN PARA GENTE CON PRISA

10 COSAS 'QUE SÍ' PARA SER UN 'GRUNGE'

1. Que tu madre te llame 'vagabundo', sí.

2. Odiar el mundo y comer comida basura con copyright, sí.

3. Encerrarte en la habitación y poner la música alta, (aunque pases los 30) sí.

4. Perder todo el tiempo posible, sí. Causa: determinismo social.

5. Nirvana, sí. Pearl Jam, sí. Soundgarden, NO.

6. Tu momento #verpelitipoBridgetJones lo ocupará 'Reality Bites', de Ben Stiler. ¡SÍ! 

7. La franela. Rima con abuela y huele igual, pero sí.

8. Schopenhauer + no future + carpe diem: este pastelazo, sí.

9. Sí: cambiar tu avatar en Facebook por la foto de la comunión. Nunca hay humillación suficiente.

10. Vida shoegazer: hagas lo que hagas, cabizbajo. ¡Subidón!