VALENCIA. Cuando despertó el calendario todavía estaba allí. 30 días de septiembre habían amanecido con el tufo idóneo para empezar una nueva vida, pero al final... nah. Y eso que lo había visto claro bajo el zumbido de aquella resaca, en agosto: voluntad de hierro con el 'táper' de la oficina, derrama autoconcedida para el personal teacher y tarde de compras en Decathlon. ¡Vamos!
Primero es un McMenú grande capaz de ayudar a encajar el primer lunes de septiembre. Al síndrome postvacacional le sientan muy bien los excesos. Antonia 3 emite su pieza en torno al tema en los informativos. El sujeto es capaz de confundir 2013 con 1999, porque nunca hay contexto. Es el mes de la marmota. Dos tareas de urgencia acaban por anular la primera cita con Tom y del learning nunca más se sabe. La tarde de compras en Dechatlon llega y el único inconveniente al respecto es que la licra, aunque no transpire, no es capaz de sudar por uno mismo si no se le hace un hueco en mitad del Google Calendar.
Septiembre vuela, pasa rápido. Tiene el peso de la existencia, del ahora o nunca. Es la pereza máxima del ser vivo mediterráneo. Y, precisamente por eso, octubre es mucho más ágil. El mes tapado; nadie espera nada de el. En octubre no hay pieza de Antonia 3 ni síndrome postvacacional corregido a base de nuggets. En octubre se está a tiempo de todo, aunque los lugares comunes y las recurrencias lo den por perdido.
Cualquier hijo de presidente de escalera tiene derecho a un último tren antes de confirmar esa sensación de haber perdido otro año. Por eso, más allá del inglés -oye, deberías hacerlo- planteamos cinco retos. Con un ánimo especialmente positivo, esta es una guía más para (re)coger las riendas de tu vida. Toca elegir bien, con sosiego y actitud. Just do it:
CORRE, GORDITO, CORRE
Está claro que lo del gym no va contigo. Lo sé, es el olor a toalla 'revenía'. Lo sé, es la falta de perfiles con tu misma curva a la altura de la inseguridad. ¿Se supone que vas a empatizar con esa gente gimiendo entre venas con forma de pitón amazónica? Más allá de sugerirte que lo intentes un par de veces más con el spinning, te habrás dado cuenta de que ya no hay ejecutivo de éxito que no hable en sus entrevistas de cómo el running le ha cambiado la vida.
El asunto se deja ver con facilidad en LinkedIn y está muy valorado. Los hay también senderistas -desconfía-, pero una 10k ya no hay varón que la perdone. Con el B1, dos licenciaturas, un máster y un MBA, la cosa empieza a contar como 'requisito imprescindible'.
Salvo milagro biológico, no debería darte tiempo a ello, pero si vuelas recuerda que el 17 de noviembre es la Maratón de Valencia y si no has perdido la forma, apretando mucho, el primer reto es completar ese día una 10k (10.000 metros) más que digna. Puedes dejarte convencer por Murakami o, si eres un pedazo de hipster, deja que lo haga este semidiós de la composición pop: la historia del runner Ben Gibbard (Death Cab for Cutie, The Postal Service).
REGENERA TUS HÁBITOS
¿Listo para la vida vegetal? Tu piel está a punto de agradecerlo. No más telebasura. No más comida basura. Pero, sobre todo, no más horas basura. Existen entre 10 y 20 millones de apps para tu smartphone con las que crear listas y más listas de tareas por cumplir. Algunas inverosímiles, tipo '100 abdominales' o 'lecturas Kierkegaard'. Ya que no eres precisamente un crack en la caza de los objetivos cotidianos, utiliza 'Wunderlist' en Android o 'Clear' en iOS. Sencillas, bonitas y al grano. Para ti, 'hamijo' analógico, se siguen fabricando post-its. Celébralo a diario.
En cualquier caso, hay hábitos bastante sanos a la hora de recuperar la cordura en lo cotidiano. En lo que se refiere al tareario, acostarse sabiendo cuáles serán los objetivos a cumplir el día siguiente es bastante efectivo y un reto más que asumible. Ah, y luego está lo de madrugar. Quizá esto sea demasiado.
QUEMADURAS PORQUE SÍ (DIARIOS DE COCINA)
No tienes un clavel, pero al final siempre acabas comiendo algo, ¿verdad?. Con la excusa, mierda. Mierda en la oficina, mierda de última hora tras una tenso estancia en Infojobs. Es lo que tiene la mierda en estos tiempos, que se contextualiza rápidamente. Pues si hay algo realmente barato y realizante es el mundo de la cocina. Es tan barato como puedas imaginarte. Tanto que puedes empezar por engullirte un reality. No servirá de mucho, pero en ciertos casos de hombre corriente y de placeres sencillos es capaz de motivar (y mucho). En pocos días acabas rompiendo docenas de huevos y caramelizando cebolla. Qué cosas.
Antes de empezar es bueno que sepas que, básicamente, no vas a parar de quemarte. Di adiós a la sensibilidad en las yemas de tus dedos. Sonríe. Octubre puede ser con este reto el mes de los tatuajes caseros. Tu horno sabe de qué hablamos y con sus bandejas cerca de tus brazos acabarás por crear una tendencia única. ¡Sé creativo! Lo de la fundición del anillo único de Tolkien va a parecer una broma en tu cocina, ya verás.
Por si el cúmulo de inconvenientes fuesen pocos, prepárate porque en nochevieja tu familia va a querer juzgar los resultados, que ellos también han visto ese reality. El reto para principiantes no tiene por qué ser muy complicado: unos mejillones tigre rellenos de bechamel sabrás hacer.
COMUNICA EL 'RARER' QUE HAY EN TI
Te debates entre confirmar a tus amigos que eres un outsider o callar cuando tu pareja se pregunta cómo es que sabes más detalles sobre las 'familias' de Juego de Tronos que sobre la suya. Eres un 'rarer' y eso está bien. Pero si te sientes más descolocao que un valenciano menor de 25 años en un afterwork (revisen los datos del paro), aprende a convertir tu inquietud en camino. Exterioriza antes de que tu imaginario se convierta en un trastero de diógenes en tu cabeza. Ábrete un blog, escupe por Twitter, y da rienda suelta a ese grumo de ideas deseando ser licuadas. ¿No intentarás agradar a todos, verdad?
Con lo del blog y tu personal branding no tardarás mucho en saber si eso que tú consideras un don tiene más de charca que de río. En menos de un año deberías empezar a monetizar, que es algo que le preocupa mucho a la gente que quiere conseguir con un ordenador delante los objetivos de un padre de familia con afición a la bebida y los 600 hace generación y media. El reto: sobre todo, si no funciona, retirarse a tiempo.
BOLA EXTRA: ENAMÓRATE
Olvídate del enésimo estudio de la Universidad de Connecticut. Enamorarse ocupa tiempo, despierta tu lado más creativo y, si no eres muy zompo (u zompa), libera endorfinas a corto, medio y largo plazo. Prohíbete el horóscopo. Nada de Sandro Rey este mes (quién dijo que iba a ser fácil).
Si sale mal puedes volver a lo del blog, con cara de nerd 'resquemao'. El origen de Facebook, según David Fincher, no fue mucho más que eso. El reto en estos asuntos suele ser tan difícil como pasarlo bien.
Hasta aquí, las propuestas, los retos. Debería ser complejo convencer a nadie para alcanzar siquiera alguno de ellos, pero sin embargo muchos de los que nos rodean ya lo han conseguido. ¿La razón? A todos les une, de inicio, ser gratuitos. Hay que saber dónde se vive.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.