MADRID (EP). Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha conseguido en un modelo animal bloquear la respuesta inmunitaria mediante antiinflamatorios, lo que redujo la progresión del carcinoma de células escamosas (SCC), uno de los cánceres de piel más agresivos.
El trabajo, que protagoniza la última portada de 'Genes and Development', ha sido liderado por Erwin Wagner, director del Programa de Biología Celular del Cáncer BBVA-CNIO y jefe del Grupo de Genes, Desarrollo y Enfermedad.
La investigación ha desvelado un mecanismo nunca observado antes por el que el oncogén c-Fos es también capaz de inducir cáncer: un incremento en su actividad en la piel estimula el sistema inmunitario, lo que induce la aparición del SCC.
C-Fos ha estado tradicionalmente vinculado a actividades celulares relacionadas con cáncer, como la división, la diferenciación -conversión de un tipo celular en otro- o la supervivencia. Cualquier alteración en estas actividades puede desencadenar el desarrollo de tumores, lo que ha convertido a c-Fos en una importante diana para la comprensión y el tratamiento de la enfermedad.
Otro hallazgo ha sido observar, en ratones, la disminución en la progresión de SCC mediante el uso de antiinflamatorios, que bloquean la respuesta inmunitaria inducida por c-Fos.
Estos resultados abren la posibilidad de utilizar antiinflamatorios como medida de tratamiento en los pacientes con esta patología. "Si encontramos moléculas que en humanos sean capaces de bloquear esta respuesta inmunitaria, podríamos pensar en una nueva terapia específica para la enfermedad", apunta Wagner.
La investigación, que ha contado con financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, el European Research Council, la Fundación BBVA y La Fundación La Caixa, podría beneficiar al 75 por ciento de estos tumores, que son aquellos presentan un aumento en la actividad de c-Fos, así como un aumento en la actividad inflamatoria.
EL PROCESO INFLAMATORIO EN EL CÁNCER
Desde el CNIO recuerdan que la concepción clásica de la respuesta inmune inflamatoria defiende que los mecanismos de defensa protegen al organismo frente a las neoplasias. Esta visión ha dejado paso en los últimos años a nuevas evidencias que sugieren que la inflamación crónica favorece la proliferación y supervivencia de las células tumorales, aumentando así la susceptibilidad al cáncer.
"Sabemos que hay cánceres, como el de páncreas, hígado o colon, en los que el componente inflamatorio juega un papel muy importante en la aparición de la enfermedad", declara Juan Guinea-Viniegra, investigador del laboratorio de Wagner que ha participado en el estudio.
Además, enfermedades inflamatorias crónicas en piel, como el lupus o úlceras crónicas, predisponen a la aparición de tumores, aunque hasta ahora no se conocían los mecanismos responsables de este fenómeno.
"Hemos descubierto que los ratones que tienen una mayor actividad de c-Fos en piel estimulan la infiltración y la acumulación crónica de células del sistema inmunitario, las CD4+T, favoreciendo así lesiones en la epidermis y procesos carcinogénicos", señala Eva Briso, primera autora del artículo.
Briso destaca también que cuando trataron los ratones con sustancias antiinflamatorias, que bloqueaban específicamente la actividad inmunitaria mediada por CD4+T, los tumores reducían su tamaño.
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