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Ser un buen padre,
cuestión de testículos

VALENCIAPLAZA.COM. 11/09/2013

MADRID (EP). El tamaño de los testículos se correlaciona con la participación del hombre en el cuidado de sus hijos, así lo que los tienen más pequeños son más propensos a estar involucrados en el cuidado de sus bebés, según un estudio realizado por antropólogos de la Universidad de Emory, en Atlanta (Estados Unidos).

La investigación, publicada en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', muestra que los volúmenes testiculares más pequeños se correlacionan con una actividad cerebral más protectora de los padres.

Mientras que muchos factores económicos, sociales y culturales influyen probablemente en el nivel de cuidado de un padre, los investigadores querían investigar posibles vínculos biológicos. Se sabía que los niveles más bajos de testosterona en los hombres se han correlacionado con una mayor participación paterna y que los más altos de la hormona predicen la posibilidad de divorcio, así como la poligamia.

Los testículos, además de la producción de testosterona en los hombres, también producen esperma. "El volumen de los testículos se correlaciona más con el número de espermatozoides y la calidad que con los niveles de testosterona", matizó Jennifer Mascaró, quien dirigió el estudio con una beca postdoctoral en el laboratorio del antropólogo James Emory Rilling.

PROCESO DE INVESTIGACIÓN

El estudio incluyó a 70 padres biológicos con un hijo de entre 1 y 2 años y que vivían con el niño y su madre biológica. Las madres y los padres fueron entrevistados por separado acerca de la participación del padre en el cuidado de los niños, incluyendo tareas tales como cambiar pañales, alimentar y bañar a un niño, quedarse en casa para cuidarlo cuando está enfermo o llevarlo a las visitas al médico.

Se midieron los niveles de testosterona de los hombres y se les sometió a una imagen de resonancia magnética funcional (fMRI) para medir la actividad cerebral a medida que vieron las fotos de su niño con expresiones felices, tristes y neutrales, y fotos similares de un niño desconocido y un adulto desconocido. Entonces, se utilizó RM estructural para medir el volumen testicular.

Los resultados mostraron que tanto los niveles de testosterona como el tamaño de los testículos se correlaciona inversamente con la cantidad de cuidado paternal directo reportado por los padres. Y el volumen de los testículos también se vincula con la actividad en el área tegmental ventral (VTA), una parte del cerebro asociada con la recompensa y la motivación.

"En los hombres con testículos más pequeños se les activó esta región del cerebro en mayor medida al mirar fotos de su propio hijo", dice Mascaró. Mientras que los niveles de testosterona pueden estar más relacionados con la precópula y la competencia intrasexual, el volumen testicular puede reflejar la inversión de apareamiento postcópula, teorizan los investigadores.

EL PESO DE LA ELECCIÓN PERSONAL 

Aunque estadísticamente significativa, la correlación entre el tamaño de los testículos y de cuidado no era perfecta. "El hecho de haber encontrado este variación sugiere la elección personal", dice Rilling.

"También podría ser que cuando los hombres se involucran más como cuidadores, sus testículos se encogen. Las influencias ambientales pueden cambiar la biología. Sabemos, por ejemplo, que los niveles de testosterona bajan cuando los hombres se convierten en padres involucrados", añade Rilling.

Otra pregunta importante es si el ambiente infantil puede afectar al tamaño de los testículos. "Algunas investigaciones han demostrado que los niños que experimentan estrés infantil cambian sus estrategias de vida --subraya Rilling--. O tal vez los huérfanos de padre reaccionan a la ausencia de su padre mediante la adopción de una estrategia de enfatizar los esfuerzos de apareamiento a costa del esfuerzo de los padres".

El estudio se centró sólo en la atención paterna directa y no en formas indirectas de atención, tales como la protección de los niños y ganarse la vida para sus necesidades.

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