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VALENCIA. El paro bajó por primera vez en España en un mes de agosto desde el año 2000, según informó ayer el Ministerio de Empleo y Seguridad Social; mientras que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicaba también este martes la mejora de la confianza del consumidor hasta máximos no alcanzados en los últimos doce meses.

Dos datos que van por la senda de la mejora económica de un país que entró oficialmente en recesión en el último trimestre de 2008, cuando encadenó dos trimestres consecutivos en negativo y muy pocos pensaban lo que se venía encima.

Más de cinco años después llegan los primeros síntomas de verdadera recuperación de la mano de datos de calado como la imparable marcha de las exportaciones, la reducción del déficit, indicadores de confianza al alza, la buena marcha de los mercados financieros y la mejora de la prima de riesgo, entre otros.

Ahí está el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) publicado por el CIS, que repuntó en agosto 5,3 puntos respecto a julio para situarse en los 68,6 puntos.

EXPECTATIVAS

Un nivel que no tocaba desde hacía un año. Además, dicho índice, que recoge mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, encadenó tres meses al alza.

Claro que para dato histórico el de las exportaciones, dado que en el primer semestre se dispararon un 8% y, lo más importante, cerrar dicho periodo con el primer superávit corriente por primera vez en 23 años. Como la drástica caída del déficit en un 8,2% en el primer semestre dentro del actual proceso de consolidación fiscal y, además, descontando las partidas dedicadas al pago de intereses de deuda la reducción hubiera sido del 17%.

VOTO DE CONFIANZA

Datos macroeconómicos de primer nivel en cualquiera economía que se precie que ahondan en las buenas perspectivas para salir de la actual recesión, además reforzadas por la vuelta de la confianza de los extranjeros que no sólo están comprando productos españoles sino que están invirtiendo en los activos financieros nacionales.

"Se está viendo mucho apetito comprador por parte de inversores foráneos tanto en bolsa como en deuda e incluso en las subastas del Tesoro Público", apuntan desde una mesa de intermediación bursátil.

UNA PRIMA A LA BAJA

"Una situación que ha derivado en la espectacular relajación de la prima de riesgo, que hace poco más de un año llegó a marcar máximos históricos en los 649 puntos básicos", añaden.

Ayer se situaba sobre los 250 puntos básicos, con la rentabilidad del bono español a diez años en el 4,5% frente al 7,62% de su máximo histórico del verano pasado. "La estampida de los fantasmas sobre un rescate ha provocado tan drástica caída, lo que ha provocado que el dinero vuelva a la bolsa española", apuntan las mismas fuentes consultadas por este diario.

LA BANCA TIRA DE LA BOLSA

Y no les falta razón porque de ello da fe la mejora durante julio y agosto del Ibex 35 en un 6,8%, pese a la caída del índice selectivo del 4,5% en la última semana del mes pasado provocada por los temores a una intervención armada en Siria. Además, y como dato también a tener muy en cuenta, el sector bancario ha protagonizado una más que sustancial mejora en los meses estivales por excelencia, que se ha reflejado en una ganancia conjunta de 16.725 millones de euros.

Todo ello acompañado de la estampida de los bajistas de turno, dado que las posiciones cortas se han reducido notablemente.

ESTAMPIDA BAJISTA

Muy especialmente en el Popular (-57,8%) y Sabadell (-25,7%), los dos valores del sector bancario más expuestos a los habituales de las posiciones cortas.

"El tirón alcista del sector bancario, que cuenta con un elevado peso en el Ibex 35, es un síntoma claro de que los tan cacareados 'brotes verdes' son una realidad actualmente porque conviene recordar que históricamente la bolsa ha anticipado los movimientos de la economía".

Un hecho que no está pasando desapercibido entre los inversores extranjeros -más allá de la fuerte caída de la prima de riesgo-, dado que la fuga de capitales se ha reducido a la mínima expresión. Así, a lo largo del pasado mes de junio -último dato de la balanza de pagos publicado por el Banco de España- se retiraron de España 541,3 millones de euros, lo que significa 104 veces menos que en el mismo periodo del pasado año cuando la fuga de capitales alcanzó los 56.631,5 millones de euros.

UN TESORO ENRACHADO

Otro síntoma evidente de la mejora de la percepción económica española viene dado por las subastas periódicas del Tesoro Público, que sigue colocando cantidades ingentes de papel a tipos cada vez más bajos y a 31 de julio pasado el coste medio por emisión era del 2,68% frente al 3,01% del pasado año.

De hecho, mañana volverá a los mercados a intentar captar hasta 4.000 millones de euros en bonos y obligaciones.

PENDIENTES DEL RATING

Todo ello después de que despidiera agosto captando el 76,5% de la emisión prevista para todo el año. O lo que es lo mismo. 92.782 millones de euros frente a los 121.300 millones que se marcó a primeros de año.

De este modo el Gobierno puede respirar más tranquilo en la recta final del año a la hora de darle a la 'máquina de papel' y, además, con la esperanza de que las temidas agencias de rating más pronto que tarde varíen su perspectiva negativa sobre la economía española.

Así lo expresó públicamente hace unas semanas el propio secretario general del Tesoro, Íñigo Fernández de Mesa, lo que sin duda redundaría todavía más en la marcha de los mercados financieros. Y con ello en la propia economía.