MADRID. Si bien el avión es el medio de transporte más seguro, muchas personas tienen pánico a volar y procuran evitarlo a toda costa. Otras sufren malestares (en algunos casos puede considerarse una fobia), con dificultades para respirar, sudoración excesiva, mareos y palpitaciones. Cuando el miedo a volar interfiere con la calidad de vida, especialmente para quienes no pueden prescindir de los viajes en avión, es recomendable buscar ayuda para combatir la ansiedad.
Con la convicción de que la mayoría de los miedos se puede manejar, o al menos atenuar, Rumbo -la agencia de viajes online líder en ventas según IATA- ha elaborado una "Guía Práctica para Perder el Miedo a Volar", que incluye trucos y consejos útiles para empezar a disfrutar de los viajes.
1. A más información, más seguridad
El miedo a volar responde muchas veces a pensamientos irracionales, donde se exagera el riesgo. Basta con analizar las estadísticas de accidentes aéreos para comprender que el avión es el medio de transporte más seguro para viajar, con menos accidentes y menos víctimas mortales. Éste podría ser un primer paso para desmitificar el miedo, controlar la ansiedad y aumentar la sensación de seguridad, ya que una gran parte del miedo se debe a la desinformación.
2. Entrénate imaginando situaciones
La ansiedad anticipatoria es habitual en esta clase de miedos. Conforme vaya aproximándose la fecha de vuelo es habitual que los niveles de ansiedad comiencen a elevarse. Para combatirlo, trata de entrenar tu imaginación. Visuallza, y repite con frecuencia, realizando toda la acción de manera exitosa, desde que sales de casa hasta que el avión despegue. Imagínate afrontando la situación con seguridad. Si te vienen pensamientos negativos durante este tiempo, trata de pararlos y provoca otra clase de pensamientos que te sean menos ansiógenos.
3. Llega a tiempo al aeropuerto
Los retrasos, los atascos y el temor a perder el avión generan estrés, incluso antes de llegar al aeropuerto. Evitar las prisas ayuda a controlar la situación. Por lo tanto, es recomendable salir de casa con suficiente antelación, llegar con calma al aeropuerto y tener tiempo para relajarse antes de subir al avión.
4. Busca distracciones
La música genera emociones positivas, evita lo negativo y contribuyen a reducir la ansiedad. Trata de llevar una buena selección de música relajante para escuchar durante el vuelo, especialmente en el despegue y el aterrizaje, los momentos que normalmente provocan más estrés. También es interesante tener a mano un buen libro o llevar nuestras películas o series favoritas, ahora que los nuevos dispositivos electrónicos permiten almacenar nuestras series favoritas completas para verlas donde queramos. Otra forma de ‘evadirse' es entablar conversación con el vecino de asiento. Por último, siempre se puede dormir. Verás qué pronto y fácilmente llega a su destino.
5. Verbaliza instrucciones positivas
Si te cuesta distraerte, trata de decirte frases relajantes o de seguridad. Puedes utilizar la información de la que dispones sobre la seguridad de este medio de transporte. Repítatelas hasta que notes que la ansiedad va disminuyendo.
6. Procura no sentarte en los asientos de ventanilla
La persona con miedo a volar va a emitir conductas de vigilancia, como mirar por la ventana para comprobar si el motor funciona o si las alas ‘están en su sitio'. Cuanto más vigilemos algo que no podemos controlar, más aumentará nuestro nivel de ansiedad. Sustituye esta vigilancia por distracción (charlar, hacer crucigramas, mirar al resto de los viajeros...)
7. Huye de los pensamientos negativos
Es cierto que los accidentes aéreos ocurren, pero son mínimos considerando los miles de vuelos que cada día surcan el cielo en todo el mundo. Aléjate de pensamientos negativos sobre posibles accidentes, pues no contribuyen en nada para estar tranquilo. Trata de concentrar tu atención en ideas positivas para sentirte bien y recuerda que volar es una experiencia increíble, rápida y muy práctica. La meditación es una opción recomendable para aprender a relajarse y controlar las emociones. Y recuerda que también puedes pedir ayuda a la tripulación para combatir la ansiedad durante el vuelo.
8. Si hay turbulencias, respira hondo
Los aviones pueden temblar al atravesar zonas de inestabilidad. Por eso siempre es recomendable mantener el cinturón de seguridad abrochado durante el vuelo. Si las turbulencias te producen inquietud, procura sentarte entre las alas del avión, es el lugar más estable. Además, hay que recordar que los pilotos están preparados para todo tipo de emergencias. Mantener siempre la calma es la actitud más sensata.
9. Evita los excesos
Comer y beber en exceso puede ser perjudicial. Una copa de vino ayuda a relajarse, pero el exceso de alcohol puede generar pensamientos negativos y difíciles de controlar, llegando a resultar perjudicial cuando se trata de vuelos de larga duración.
10. Siéntete cómodo
Si coger un avión ya es una fuente de estrés, tómate tiempo para simplificar al máximo todo lo que está a su alcance. Elije ropa ligera y cómoda, que te permita moverte libremente y no obstaculice la circulación sanguínea, y aprovecha la oportunidad de levantarte de vez en cuando, hidratarte correctamente y mover los brazos y las piernas, especialmente en los vuelos largos.
Abróchate el cinturón... y ¡disfruta del vuelo!
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