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VALENCIA. Ubik es una novela de ciencia ficción escrita por Philip K. Dick a golpe de telépatas y precogs; uno de los novelones del género, aunque es corto de páginas. Durante buena parte del libro el protagonista trata de desembarazarse de espionajes, regresiones y otros pitotes, y todo el tiempo se desliza una pregunta: ¿qué es Ubik?.

Pues bien, al libro de Dick le ha surgido competencia desde hace casi 5 años porque cuando metes Ubik en Google ya no salen sólo hipervínculos directos a la novela, sino que se ha colado una potente referencia: el Ubik valenciano, mucho más sencillo porque a la pregunta "¿qué es Ubik?" se obtiene una respuesta de dos palabras: es una librería cafetería en Literato Azorín, en plena Quinta Avenida de Ruzafa.

No es la mejor cafetería, ni la mejor librería, pero debe ser por la calidez del sitio o por su ubicación, por lo que sí ha acabado siendo el café más icono de una época, ésta, y de una gente, la que va, entre la cual se balancea un regusto a nueva movida.

UN ATENEO MODERNO

La escenografía del lugar está llena de básicos del moderneo. Cascada de libros en las paredes (a este paso van a ilegalizar las cafeterías sin libros), muebles viejos de tercera mano, palés retorcidos en sillones, y en general un tacto a casa de la abuela hecha fiesta. Pero no es un interiorismo embustero; es sólo que sus propietarios tenían cuatro perras cuando fueron a abrir. Y de ahí surge el prodigio: hay personalidad, meterse en el Ubik supone volver a meterse en casa. Más o menos.

El edificio que alberga el invento es de los comunistas. Tal que así. Los arrendados pagan alquiler a Unificación Comunista, un partiducho medio ignoto que tiene su sede en el local contiguo. En los 80 todo esto se llamaba Ateneo, tenía cafetería, libros y brotaban debates. La historia de los locales a veces está condenada a repetirse, y Ubik se ha puesto a hacer de espontáneo ateneo, de centro social de la Valencia que más bulle.

LOS TRES PADRES ITALIANOS

Resuelta la cuestión sobre qué es Ubik, vamos a por otra: ¿quién es Ubik? Los padres son tres italianos (un día habrá qué analizar qué les pasa a los italianos que, ya les vale, identifican y aprovechan tan bien las posibilidades de Valencia...).

Lorenzo Donvito, de Florencia, y Riccardo Antenucci, de Sicilia, trabajaban en Roma. Donvito en la cámara de diputados como jefe de prensa, Antenucci como responsable de una empresa de trabajo temporal. Decididos a cambiar su vida a lo grande, se arrancaron las corbatas del tirón y trataron de levantar su Ubik en Roma. "Muchos problemas burocráticos...". Así que llegaron a Valencia, donde no habían estado nunca, como quien viaja a la jungla. Como no tenían donde dormir, acabaron hospedándose en la casa de otro italiano (Piermaria Zavarese), al que liaron para que fuera el tercer hombre de la trinidad. "No teníamos ni puta idea ni de poner cafés", confiesa Lorenzo una mañana lluviosa de agosto.

Como germen y tentativa, tomaron por horas una pequeña librería (se llamaba Ubik) de la calle Baja para organizar una fiesta con tapas y libros de regalo. El librero les miró a la cara seriamente: "esto nunca va a funcionar". Convocaron a cien personas. Les animó para exclamar que o lo hacemos ahora o no lo haremos nunca. Lo hicieron. Vieron la casa de Ruzafa, la armaron, la llenaron de libros y barra, la abrieron. Y la cosa funcionó. "Esto se llenó de gente el día de la inauguración y todavía no han salido", dicen los italianos, tan panchos.