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UN TORRENTÍ EN LA FILARMÓNICA DE BERLÍN

Emilio Almenar: "Estar en la Filarmónica de Berlín es algo así como fichar por el Barça"

EUGENIO VIÑAS. 29/08/2013 El trombonista valenciano ha sido becado por esta institución alemana con la que tocará al menos una vez al mes durante los próximos dos años y de la que es candidato a convertirse en músico titular
Foto: Carlota Ibáñez de Aldecoa

                                                                  (Fotos: Carlota Ibáñez de Aldecoa)
VALENCIA. Tiene 26 años y, como tantos otros valencianos, formó parte de una banda. Hizo mucha calle con un trombón al hombro, instrumento que eligió siendo un niño mientras veía con su madre un pasacalles de moros y cristianos en su pueblo, Torrent. Precisamente, ha sido su madre uno de sus mayores apoyos en la que ya es su profesión, influyendo en su disciplina y en su afición por la música, y seguramente también es quién más ha disfrutado con él su último ascenso profesional.

"Cuando vi por primera vez un trombón recuerdo que me sorprendió. Me parecía que sonaba muy fuerte y tenía vara...", dice Emilio Almenar Rodrigo, becado con este instrumento por la Filarmónica de Berlín con la que tocará al menos una vez al mes durante los dos próximos años. Él fue el elegido entre 40 trombonistas de todo el mundo y atiende a ValenciaPlaza.com desde la capital alemana, días antes de iniciar esta nueva etapa en su carrera.

-Has estado tres años en Berlín cursando un máster en orquesta. ¿En qué ha consistido exactamente?
-Es un máster básicamente práctico. Tienes clases con un maestro que es solista y te enseña a tocar en orquesta, porque la técnica para tocar en orquesta es bastante diferente. Son muchas horas de perfeccionamiento de técnica, audiciones y clases específicas, de acompañante al piano o música de cámara, por ejemplo.

-Acaba la formación y llega la prueba con la Filarmónica de Berlín. ¿Cómo viviste ese momento?
- Fue el 14 de abril de este año. Éramos 40 personas para una sola plaza. En la primera ronda me sentí como en casa, tranquilo. Pero en la segunda, a la que sólo accedimos cuatro para tocar solos de trombón para orquesta, sufrí bastante porque me vi con opciones de ganarla... tardaron 20 minutos en decidir que yo era el elegido.

-Como trombonista y con tu especialización en orquesta, ¿imagina un escalón superior que la Filarmónica de Berlín?
-He pensado mucho en ello durante los dos últimos años. Ser miembro titular de esta orquesta sería lo máximo. Es como fichar por el Barça de estos últimos años. Es una de las mejores del mundo y, la verdad, es que es difícil, pero lo voy a intentar. Lo afronto con mucha ilusión porque va a ser la primera vez que toque con una gran orquesta, así que quiero aprender mucho y seguir estudiando para poder conseguir la plaza fija. Ese es mi objetivo.

Me siento muy orgulloso de haberme formado en una banda de música-Y, sin embargo, ha pasado por muchos estadios antes por los que también han pasado cientos de miles de valencianos: la formación musical vinculada a las bandas. ¿Qué balance porcentual hay en la élite de su profesión entre talento y trabajo?
-60 por ciento de talento y 40 de trabajo. Y es así porque hay gente con un talento tal que, prácticamente, no estudia. Lo que sé es que me siento muy orgulloso de haberme formado en una banda de música. Es la esencia de la música, de donde soy, y una experiencia de la que se aprende mucho. Por ejemplo, se agudizan las aptitudes porque la mayor parte de las veces tocas sin partitura.

-El escenario que tiene por delante es el previo a formar parte de esa gran orquesta. Hay cierta leyenda en torno a las condiciones laborales de la misma. ¿Qué sabe de esto?
-Sí, son brutales. Un solista trabaja dos semanas al mes y cobra en torno a 5.000 euros libres de impuestos. Eso sin contar derechos de televisión, ventas de discos y las giras que se hacen durante el año. Y cuanto más tiempo años lleves aquí trabajando, más ingresas. Está claro que en la época de Karajan se ganaba todavía más, pero son unas condiciones increíbles.

-Diez años en el CPMT (Conservatori Professional de Música de Torrent), cuatro años en San Sebastián (Musikene - Centro Superior de Música del País Vasco) y tres en Berlín. ¿Qué ha tenido que sacrificar para llegar ‘hasta aquí'?
-Me hubiera gustado estar más cerca de mi familia, claro. Tampoco le he dedicado el tiempo necesario a mis amigos, porque he tenido que estudiar muy duro durante estos años.

-¿Cómo fue su experiencia de la CPMT?
-Fue inmejorable porque he tenido mucha suerte con el profesorado. Son gente muy competente, algo de lo que me he dado cuenta cuando he salido fuera. Es un conservatorio modelo en España. Tiene una revista propia, proyectos de integración para personas con discapacidad y, sobre todo, en otros centros incluso superiores no se trabaja tanto como en el CPMT. Yo he estado diez años de mi vida allí y he aprendido mucho.

-Parece que en su caso fue un profesor quien pudo determinar una carrera profesional. ¿Es posible?
-La verdad es que sí. Mi profesor fue Rafael Polanco, siempre ha creído en mí y a la vez me ha animado a conocer a otros profesores. Es algo que no lo suelen hacer. Manolo Tomás (ahora director de CulturArts) también hizo mucho por el centro, sobre todo desde su faceta de director. Creo que haberse convertido en una referencia a nivel nacional es cosa suya en buena medida.

-¿Se ve como profesor?
-Sí, sería algo genial. Me haría incluso más ilusión que trabajar en una orquesta.

-¿Y como compositor?
-De momento, sólo estoy empezando. Es algo que me atrae mucho.

La orquesta de la Generalitat es realmente buena-Como músico, a este nivel, podrías formar parte en un futuro de las orquestas de la Comunitat Valenciana. ¿Cómo ve a las orquestas de Valencia, la de la Generalitat y la del Palau de Les Arts?
-A la de la Generalitat la veo bastante bien. No es de las mejores de España, pero es realmente buena. Hace poco pude ir a escucharla y me gustó mucho. El proyecto de la orquesta del Palau de Les Arts me parece una aberración en el sentido económico.

-Han intentado traer lo mejor del mundo y, por el momento, se mantiene pese al consabido contexto económico. ¿Cómo se consigue, cuál es el criterio?
-Han traído a dos de los directores con más renombre del mundo. Supongo que es una cuestión de caché, pero me pregunto si hacía falta una orquesta así y una ópera porque, por lo vivido, no tengo claro si en Valencia hay un público para ello. Creo que las cosas se pueden hacer de otra manera. Una orquesta construida para ser sostenible (han estado inmersos en un ERE, aunque finalmente no han sido afectados), quizá con menor calidad, capaz de ofrecer conciertos para la gente de a pie.

-Hace hincapié en la gente más cercana a ti. ¿Quiere que su futuro profesional en una orquesta no se llegue a despegar de los entornos en los que has vivido?
-Me importa la gente de a pie porque, entre otras cosas, es la gran mayoría de personas que me rodean y que existen. Es a la gente a la que tenemos que escuchar. Musicalmente, en el folclore está la parte más pura de lo que hacemos, la más sencilla y, para mí, la más interesante. 

-¿Qué papel ha de jugar la música en este contexto social europeo?
-Creo que debe ser una de las bases porque ayuda a limpiar la 'suciedad' del día a día. Creo que cuando se apuesta por la cultura, por este motivo, se acierta, aunque a veces es muy caro.

-Las orquestas suelen acercarse especialmente al gran público a través del cine o los videojuegos. ¿Le gustaría estar involucrado en estos campos en el futuro como músico?
-Me gusta mucho el cine y no me importaría nada hacer o tocar música para películas.

-Tendrá relación con los músicos españoles que están vinculados a la Filarmónica de Berlín. ¿Cómo ven a los españoles en la Filarmónica de Berlín? (El primer español en esta orquesta fue Santiago Cervera, natural de Benetúser)
-Sí. El único titular es Joaquín Riquelme, pero en la residencia somos cuatro españoles de los cuales tres somos valencianos. Son Javier Azanza, percusionista de Benimaclet, Rafael Muñoz, oboe de Massanassa, y Eduardo Rodrigues, contrabajista de Soria. Todos estamos becados aquí. Es verdad que tenemos que hablar mejor el alemán, que nos cuesta bastante... sin embargo nos ven como personas alegres y trabajadoras. Han pasado ya muchos españoles por la academia y aquí ya casi somos como de la casa.

ALEMANIA Y LOS JÓVENES DESEMPLEADOS ESPAÑOLES

-Hablemos de Alemania y de los españoles. La italiana y la española son prácticamente legiones ciudadanas en Berlin. Ha sucedido especialmente en los últimos años.
-Aunque tengo bastantes amigos alemanes y de muchos lugares del mundo, con los que paso más tiempo es con los españoles. Somos muchos, sí, y también los italianos. Supongo que la situación económica de ambos países es parecida y eso nos ha hecho llegar hasta aquí a los jóvenes. Hay muchísimo extranjero en Berlín y eso también provoca mucho movimiento cultural, cosa que la hace única. A mí me gusta porque, por ejemplo, hay mucho jazz. Aquí puedes escuchar de vez en cuando a los mejores grupos y solistas.

A veces en Alemania se habla de España como si fuera el tercer mundo-Desde su punto experiencia, ¿cómo nos ven?
-A veces se habla aquí de España como si fuera el tercer mundo y a la vez no dejan de hacer referencias como si fuera el mejor lugar posible para vivir. Es contradictorio. Nos ven como gente despistada, que deja sus responsabilidades para la última hora, pero a la vez nos tienen también mucho respeto.

-Ellos hacen apología de los minijobs mientras nosotros tenemos a más de la mitad de los jóvenes desempleados. ¿Qué cree que sucede?
-Evidentemente, no funciona la mentalidad de la gente. Pensamos demasiado en cada uno y esto es lo que agraba la crisis y nos lleva a que estemos todos tan mal. En Alemania están bastante más despiertos que nosotros en el sentido laboral y, por lo menos, en el apayo a la cultura.

-¿El idioma está siendo una barrera para usted?
-La verdad es que los músicos tenemos mucha suerte porque hay mucha terminología italiana y, simplemente, conociendo el idioma un poco te puedes manejar. Lo nuestro no se trata de hablar, sino de tocar. Por otra parte, en lo cotidiano si que tengo más barreras y a veces tengo que pedir ayuda a algún amigo con los papeleos.

-Usted se encuentra en un escalón muy cercano a conseguir ser miembro de una orquesta top a nivel mundial. ¿A qué estaría dispuesto a renunciar ahora?
-A vivir unos años más fuera de casa, pero supongo que volveré por, en realidad, quiero vivir en España.

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